Ana María Ibarra
En la mayoría de los matrimonios, principalmente los recién casados, un dilema que puede ocasionar conflicto en estas fiestas decembrina es dónde pasar estas celebraciones, si con los papás o con los suegros.
El Movimiento Familiar Cristiano tiene una respuesta a este conflicto, pues maneja en su manual de catequesis pre matrimonial el “decálogo de los suegros”..
Para el MFC existen tres pilares importantes que deben ser tomados en cuenta en los matrimonios en este tipo de decisiones: la comunicación, el diálogo y el orden de los amores.
“El orden de los amores es: primero Dios, después el cónyuge, los hijos, y en cuarto lugar los papás. Con base en este orden y con la comunicación, se pueden tomar decisiones dentro del matrimonio”, explicaron Osbaldo y Paola Quintana, coordinadores del área 2 del MFC, donde se presta el servicio de pláticas pre matrimoniales.
Nueva pareja, nuevas tradiciones
Para el matrimonio Quintana es importante tener en claro que los papás de los nuevos esposos pasan por un duelo, porque de ocupar el primero o el segundo lugar en la vida de su hijo o hija, pasan al cuarto lugar.
“Muchas de las veces cuando somos recién casados queremos estar más con mi familia y no con la familia de mi pareja y eso puede ser un problema muy grave. Aquí, definitivamente la comunicación y el diálogo son importantes para ponerse de acuerdo, porque ambos tienen derecho a pasar estas fechas importantes con sus papás”, dijo Paola.
Por su parte, Osbaldo afirmó que todo matrimonio, nuevo o de años, debe regirse por el orden de los amores, teniendo primero a Dios y después darle prioridad al cónyuge y a los hijos.
“Este orden nos va ayudar para celebrar la Navidad, pero también para toda la relación. Lo importante es que en este orden vayamos valorando la Navidad, que lo primero para nosotros sea el nacimiento del Hijo de Dios. Después mi cónyuge y yo tenemos que dialogar cómo vamos a celebrar estas fiestas”, aseguró Osbaldo.
Independencia vs imposición
En este aspecto, el matrimonio Quintana explicó que es importante que los papás de los recién casados permitan que los nuevos esposos vayan creando su propia independencia, lo que hará que haya mayor diálogo entre ambos.
En el “decálogo de los suegros”, dijo Paola, se pide a los papás que no impongan a la nueva pareja sus tradiciones y que no pretendan que el yerno o la nuera hagan las cosas de la misma manera que se hacen en su familia.
“Todas las familias tienen sus propias costumbres. Hay que permitir que cada nueva familia tenga su propia forma de celebrar la Navidad y en el diálogo es donde se pueden organizar. Se puede tomar en cuenta si en una casa rezan, ‘acuestan el Niño’, cenan y se acuestan temprano, y en la otra son muy fiesteros hasta amanecer, ahí se puede decidir ir primero a rezar y después con los de la fiesta”, puso Osbaldo como ejemplo.
“A veces los dos quieren ir con sus familias. Los invitamos a que eso no sea un problema, sino ver más que nada el significado de la Navidad, la espera del nacimiento del Niño Dios que es amor, es unión, entonces valoren la manera en que no se vean afectados ninguno de los dos”, dijo por su parte Paola.
Más reflexión
Paola y Osbaldo afirmaron que es lamentable que las parejas, durante el noviazgo, no reflexionan en situaciones como esta para tomar la decisión de casarse, y ya con planes de matrimonio en puerta, se dedican únicamente a organizar la boda.
“Pocas son las parejas que se ponen a pensar en el después de la boda, después de la fiesta. Nunca visualizan que vienen de una familia original, que tienen papás, hermanos, tíos y que van a iniciar su propia familia. Quizá no tienen el tiempo o les interesan más los preparativos de la boda, que ver realmente el plan de vida juntos”, expresó Paola.
Buscar armonía
Para llevar una relación de armonía con los suegros en estas y en todas las fechas, Paola y Osbaldo invitaron a las parejas a disfrutar las festividades al lado de su familia política respetando siempre las ideologías de cada uno.
“Cada uno tiene marcadas las tradiciones y no van quitar ni a poner nada sino van a sumarse a ellos con respeto. Si hay alguna acción o actitud que no sea del agrado se le comunica a la pareja en la privacidad de su casa, pero sin ofender ni lastimar a terceras personas. Los comentarios se hacen de manera constructiva para mejorar”, explicaron.
La paciencia, agregó Paola, es uno de los dones más difíciles, sin embargo los acuerdos se deben hacer en la unión y con mucha paciencia, por amor al otro, dando el mejor trato a la familia.
“La comunicación entre la pareja y el orden de los amores deben de marcar a los papás, a los suegros y al matrimonio. Si hay comunicación entre la pareja no habrá problemas con los papás, siempre y cuando también haya comunicación con ellos. El orden de los amores es un pilar que se tiene que tomar en cuenta”, resaltó para finalizar Osbaldo.
Consejos del MFC para padres y suegros
* Que permitan que los nuevos cónyuges vayan creando su propia independencia con sus propias tradiciones.
* Que estén dispuestos a ayudar, en este caso aconsejando sobre para la organización de la fiesta, pero siempre y cuando sus hijos soliciten la ayuda, que no intervengan indebidamente.
* Retar a los hijos a que respeten el matrimonio y a que lo tomen en serio, capaces de enfrentar sus conflictos de pareja, pero ayudando a que estas fiestas de Navidad no sean un conflicto entre las familias o entre los suegros y el yerno o la nuera.
* Mirar al yerno o a la nuera como alguien que es parte de la propia familia, tomarlo en cuenta para el intercambio o los preparativos de la fiesta.
* No criticar los defectos del yerno o la nuera, ni a su familia, ni la manera de celebrar estas fiestas en su familia de origen. Si no tiene el sentido verdadero de la Navidad irlo adentrando con nuestro testimonio, pero no por imposición.
* Esperen a que el hijo o hija los invite a su casa. El primer año es de adaptación. Antes de ir, siempre anunciarse ya que si es el primer año de casados quieren estar en casa solos.
* Evitar los celos y rivalidades, porque el hijo o la hija siempre lo será, pero el cónyuge pasa a ser alguien más importante. Llevar una ambiente de armonía con la nuera o el yerno especialmente en estas fiestas.