Presentamos una nueva sección de Periódico Presencia en la que consultamos la opinión de católicos, laicos y consagrados, sobre diversos temas que afectan el desarrollo de la ciudad, el Estado y el país.
El Asunto: Deuda pública en Chihuahua
El Congreso de Chihuahua, de mayoría priísta, aprobó el pasado 6 de Julio, un aumento de hasta 6 mil millones de pesos a la deuda estatal a pagarse en 25 años.
Durante la sesión del miércoles 6 de julio, la bancada del PAN presentó una moción para regresar la propuesta de monetización de los Recursos Remanentes del Fideicomiso 80672, iniciativa del gobernador César Duarte, a la mesa de análisis de la Comisión Permanente, con el fin de evitar que las carreteras se hipotecarán por los próximos 25 años.
Sin embargo, con 23 votos a favor, 8 en contra y dos ausencias, se aprobó esta nueva deuda, después de poco más de 3 horas y media de sesión. Sólo una priista, Teporaca Romero, se pronunció en contra de la iniciativa, indica un reporte del diario Reforma.
La Pregunta:
¿Qué opina de la deuda que contrajo el Congreso local para el Estado de Chihuahua?
Opiniones:
Considero que primero se nos debe de informar. Se toman decisiones de mucha trascendencia y no se da la información suficiente, eso atenta contra el espíritu de una transparencia de los recursos. Lo primero que como sacerdote, como ciudadano pediría al gobierno saliente, (que es otra de las cosas que se da en una coyuntura ya de salida, si esto se hiciera al inicio sería muy diferente) que dieran razón de exactamente qué es lo que se está haciendo. Se habla de endeudamiento, aunque utilizan otros términos técnicos que a veces no sabemos si es para disfrazar una realidad. El otro aspecto que yo le pediría a este gobierno saliente es que se aclare, que haya mucha transparencia del por qué se hace ese préstamo, ese endeudamiento, qué aspectos va a cubrir, ¿va a cubrir obra ya echa que no se había pagado o va a cubrir obra que se va a realizar a futuro? que se desglose con todos los pormenores, que den la totalidad de la deuda que se está adquiriendo.
Pbro. Luis Escudero, asesor diocesano de Pastoral Social
En mi opinión no estamos viviendo más que las consecuencias de una ausencia de Dios. La ausencia de Dios en las esferas gubernamentales no permiten que las personas tengan conciencia del respeto, la honestidad y la lealtad con la que deben manejar los recursos del pueblo y esto tiene como consecuencia despilfarro y deshonestidad que es ahora la consecuencia con la que vamos a vivir. Considero que todos los chihuahuenses vamos a sufrir por esa mala administración. Esto es consecuencia de un desorden político, de una ausencia de Dios en la sociedad y en el gobierno.
Clara Montes. Gurpo de la Divina Voluntad
Deseable es que el ser humano sea el primordial interés de la política, de la economía.
Lamentablemente las estructuras politicas, las estructuras sociales, son más bien determinadas por la economía; en está dinámica absurda que se vuelve contra el hombre, tarde o temprano es donde entra este tipo de excesos.
Cuando los diputados, amparándose en estás leyes de economía, que son impersonales, que no respetan la sociedad, hacen uso de su poder como legisladores, para solicitar los recursos que realmente corresponderían a las generaciones del futuro y los gastan bajo la premisa de crear infraestructura para las generaciones del mañana.
El problema aquí es ético. ¿Quién preguntó a las generaciones del mañana cuales son las obras primordiales para ellos?, porque si va a hacer un programa como el Vivebus en la ciudad de Chihuahua, tiene lagunas en su funcionamiento y gastos excesivos. No es ético gastar en proyectos que a nosotros se nos ocurran, endeudando a las generaciones futuras.
En segundo lugar, el problema es político, porque se trata de un cambio de poderes, donde no se ha comprendido que el gobierno es servidor de quien lo elige, no es el dueño, ni el patrón. Es el servidor. No puede pasar encima de la voluntad de la comunidad para endeudarse y otras leyes absurdas que hacen.
No hay un mecanismo donde los diputados locales consulten a la comunidad, no hay un mecanismo donde rindan cuentas a la comunidad, por eso hacen lo que les da la gana, o lo que les manda su jefe, pero no son sensibles a lo que la gente necesita.
Se vuelve un problema social porque desafotunadamente los recursos que se piden no están transparentados, no responden a las necesidades de la sociedad, sino responden a pequeños intereses fuertes, muchos de ellos ni si quiera se dan a conocer y entonces la sociedad acaba debiendo lo que no gastó, lo que no le benefició, esto es lo que debemos observar en este endeudamiento.
Pbro. Mario Manriquez, Vicario de Pastoral
En el mes de abril del año 2015, el Congreso de la Unión, en conjunto con los Congresos Locales, aprobó una reforma constitucional en materia de gasto y deuda públicos que, entre otros, tiene el objetivo de evitar que los gobiernos estatales y municipales contraten deuda de forma indiscriminada.
Una de las principales novedades de esta reforma consiste en evitar que los mencionados órdenes de gobierno contraten deuda dentro de los últimos tres meses de su período de mandato, como ha ocurrido en el caso del estado de Chihuahua. Lo anterior con la finalidad de evitar estas malas prácticas financieras muy comunes en los gobiernos locales y municipales.
Desgraciadamente, con base en interpretaciones legales muy cuestionables, el Congreso del Estado ha tomado la decisión, por mayoría, de autorizar al Gobierno chihuahuense la contratación de deuda en este período final de su gestión administrativa, toda vez que el actual gobierno termina su período el 3 de octubre próximo.
Esta forma de abordar la reforma por parte de los diputados locales trastoca y deja sin efecto la intención del Constituyente Permanente (Congreso de la Unión y Congresos locales) de poner orden en el manejo de las finanzas públicas.
Diputados de oposición han expresado que interpondrán una acción de inconstitucionalidad en contra de la decisión del Congreso Local. Esperemos que esta iniciativa tenga éxito y se logre que se respete el espíritu de la comentada reforma constitucional.
Lic. Rubén Trejo Ortega, presidente de la USEM
Creo que nadie tiene derecho a empeñar la vida de todo un pueblo. Los gobernantes y los legisladores debieran saber respetar sus tiempos como para realizar sus proyectos dentro de los términos que les corresponden para no condicionar el desempeño de sus sucesores.
En el servicio al pueblo no se valen los revanchismos políticos. En las democracias hay que promover y acatar las expresiones de la voluntad popular con todas sus consecuencias. El poder no “es para poder”, sino para servir. El auténtico servicio es la búsqueda del bien común con toda transparencia y claridad. Y esto debe expresarse en una oportuna y detallada rendición de cuentas al final de un mandato.
Con lo que está pasando en nuestro Estado a propósito de las últimas elecciones, se confirma algo que le gusta repetir al padre Hesiquio Trevizo en sus artículos semanales: “No hay que dejar la política a los políticos”. Ya ve usted, la ciudadanía salió a votar y un candidato independiente ganó la presidencia municipal. Un candidato a gobernador pudo ganar gracias no sólo a su partido, sino a un amplio apoyo de diferentes sectores sociales. Hay que aprender con humildad la lección para bien de todos.
Pbro. José Ríos Galarza, director de Radio Guadalupana