Para el abogado Rubén Trejo, miembro del Ilustre Colegio de Abogados, agrupación de litigantes a favor de la vida, la objeción de conciencia es algo que se avizora por los recientes temas que han se han presentado en el país y que chocan con la vida cultural de México.
Ana María Ibarra
Aunque su uso no tiene muchos antecedentes en la República Mexicana, la objeción de conciencia es un derecho cuyo uso se avizora.
Este consiste en que cualquier persona a quien se le pretenda obligar a realizar, o no realizar un acto que vaya en contra de sus valores y ética profesional, que pueda ocasionar un daño a otros, tiene derecho a rechazarlo, explicó el abogado Rubén Trejo.
Para el litigante, miembro del Ilustre Colegio de Abogados, agrupación de litigantes a favor de la vida, la objeción de conciencia es algo que se avizora por los recientes temas que han se han presentado en el país y que chocan con la vida cultural de México.
“La cuestión del aborto, los matrimonios entre personas del mismo sexo, adopción entre parejas del mismo sexo, y ahora los libros de texto con el tema de ideología de género, son temas recientes que chocan con una forma de vida cultural y la relación social en México. Es ahora cuando van a venir a darse este tipo de situaciones”, afirmó el abogado.
Antecedentes
El experto compartió que el antecedente más sobresaliente en el país sucedió en la década de los 90´s cuando un grupo de médicos se amparó en la objeción de conciencia para no practicar el aborto a una menor de edad en Tijuana, Baja California.
“Este fue un caso de violación a una menor de edad que, en consecuencia, quedó embarazada. En aquel tiempo se dio el fenómeno de que el Ministerio Publico giró los oficios correspondientes a los funcionarios que dirigían el Sistema Estatal de Salud con la instrucción de que llevaran a cabo el procedimiento de aborto en la menor de edad”, narró el abogado.
Este caso generó un debate en Baja California porque ningún un médico del Sistema de Salud accedió a practicar el aborto ya que se cobijaron en la objeción de conciencia por el juramento hipocrático que realizan en defensa de la vida.
Un derecho
La objeción de conciencia, explicó el abogado, es el derecho que una persona tiene de no llevar a cabo, abstenerse, o llevar a cabo determinado acto basándose en sus propias creencias aún y cuando la norma jurídica aplicable al caso diga lo contrario.
“La objeción de conciencia es un derecho, aunque no esté regulado debidamente, es un principio que hay en el Derecho. No se me puede obligar a hacer algo que yo no quiero”.
Consciente del tema que se debate recientemente sobre los libros de texto que promueven la ideología de género, el abogado dijo que los maestros pueden cobijarse en la objeción de conciencia y negarse a dar esta instrucción.
“Las autoridades educativas buscan un modelo de educación sexual que libere la forma tradicional de ver este tema donde es el hombre y la mujer quienes tienen sus funciones sexuales y a través de ellas se reproducen y forman una familia. La nueva corriente de ideología de género pretende educar a los niños en una forma distinta”, dijo.
Educación en contra del derecho
Explicó que con la educación en ideología de género se pretende promover en los niños el uso de sus derechos sexuales, que aclaró, no son derechos que existan realmente. Con esto, dijo, se les incita a salirse de su esquema de hombre y mujer y a probar diferentes aspectos del sexo sin reprimirse, para descubrir su identidad sexual a través de la experimentación.
“Esto choca con muchas de las creencias culturales del país que tienen qué ver con creencias religiosas y la formación de los padres de familia”, dijo.
Explicó que existen tratados internacionales firmados por México que establecen con toda claridad que corresponde a los padres, no al Estado, el derecho de elegir el tipo de educación para sus hijos.
El entrevistado afirmó que en este asunto, los maestros se enfrentarán a un serio problema. Por un lado, derecho de los padres de familia a decidir sobre la educación de sus hijos, y por otro, estarán sus propias creencias religiosas o su formación personal, que, en el caso de que rechacen este método, provocará una controversia fuerte.
“Seguramente habrá padres de familia y maestros que se opongan a este método y el Estado no debe tomar represalias contra los maestros que se nieguen a implementar este manual. El Estado está llevando a cabo una función equivocada contra tratados internacionales”, sentenció.
Necesaria consulta
Para el abogado, antes de poner a disposición de los alumnos y maestros un manual que promueva un comportamiento en el que esté en juego los valores de las familias, el Estado debió de consultar a los padres de familia y ponerlo a su disposición para que sean ellos los que discutieran, avalaran, modificaran o desecharan esa propuesta educativa.
“Estamos hablando de aspectos de carácter moral, de principios, de valores. Es derecho de los padres la trasmisión de valores y de elegir el tipo de educación formativa que van a recibir sus hijos en las escuelas”, resaltó.
Y agregó “Los padres de familia mandan a sus hijos a la escuela no para que el Estado los forme como quiera, eso es autoritario, lo manda para que un profesores le dé la instrucción formal que el niño requiere. El Estado debe estar pendiente de que los padres de familia participen en el diseño de los contenidos porque es su derecho como padres”.
Padres de familia deben informarse y participar
Como abogado, Trejo reflexionó sobre el hecho de que en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los ministros dhan venido resolviendo temas como el aborto, matrimonio y adopción entre personas del mismo sexo con una visión ideológica, más que jurídica.
“La ideología de género tiene muchos aliados en el pleno de la Suprema Corte y los últimos nombramientos tampoco traen buenas noticias, excepto uno o dos casos”, lamentó.
Dijo que en este momento hay una gran tensión entre la Suprema Corte y las legislaturas locales, porque la Suprema Corte, inclusive la Comisión Nacional de Derechos Humanos, emitió una recomendación a las legislaturas locales para que modifiquen sus códigos civiles y den entrada al matrimonio igualitario.
Ante esto, invitó a los padres de familia a estar atentos a lo que está sucediendo.
“En el horizonte inmediato uno de los grandes temas en México es la familia y a este le seguirá la ideología de género contra la perspectiva de familia. Son las dos formas del orden social que se enfrentarán muy fuerte. Lo primero que hay que hacer es que los padres de familia tengan claro que esto está sucediendo y que deben participar”.
Por lo tanto, agregó, el Estado no debe tener la última palabra sino pedir el parecer de los padres de familia.
“Espero que los tribunales de amparo una vez que se generen las controversias al respecto respeten y hagan valer este derecho de los padres de decidir la educación para sus hijos”, finalizó.