Ana María Ibarra
Voluntad y sensibilidad son necesarias para ayudar a los enfermos y a sus familiares y en esta Jornada Mundial del Enfermo, el Papa Francisco lo resalta al invitar no solo a la oración y a la cercanía con los que sufren, sino también a sensibilizar al pueblo de Dios, a las instituciones sanitarias y a la sociedad civil.
En este tenor, el médico general Sergio Karim Ruelas, director de la Cruz Roja – Pronaf- y promotor del Movimiento Familiar Cristiano junto con su esposa Rosario, compartió algunos aspectos que consideró necesarios para fortalecer y enriquecer la Pastoral de la Salud.
Todos somos llamados
El también maestro de Anatomía en el Centro Médico de Especialidades compartió que en la diócesis “todos somos protagonistas”, llamados a cuidar y proteger la vida y la salud.
“El llamado es para todos: profesionales de la salud, el mismo enfermo, sus familiares, sacerdotes, religiosos, religiosas, asociaciones civiles. La vida es un regalo de Dios y hay que cuidarla, atesorarla, procurar mantenernos sanos. Desgastamos ese regalo con malos hábitos y si nosotros no nos queremos, entonces no somos capaces de querer a los demás”, expresó.
Añadió que el absoluto respeto de la vida y la salud es un agradecimiento a Dios por este regalo.
“El dolor y la enfermedad no se deben vivir o sufrir como un mártir porque así Dios quiso que me tocara. Dios invita a la Iglesia, que somos todos, a poner atención sobre la enfermedad personal y de los demás”, dijo.
Señaló que cada persona, desde su carisma, puede hacer algo diferente para fomentar la cultura de la vida como un regalo de Dios.
“Se puede apoyar con solo alentar a los otros para mantener y recuperar la salud. Es más barato prevenir que tratar una enfermedad”, agregó.
Algunas sugerencias
Un papel importante que el médico consideró para llevarse a cabo dentro de la pastoral de salud es “ser voz y exigir condiciones y trato digno en los hospitales”.
“En Juárez hay un hospital chiquito de 64 camas para una población de casi dos millones de personas, por ejemplo, y la gente no dice nada. También se debe apoyar por salarios dignos a los médicos, y por educar a la gente a que acuda al servicio de salud y tenga en orden sus cartillas”, propuso.
Dijo que otra voz que necesita ser escuchada, es la de personas con discapacidad.
“Se piensa que las personas con discapacidad son una carga incluso para sus familias, pero como comunidad debemos adaptarnos a ellos, no ellos a nosotros. Todo es cuestión de compromiso”, sentenció.
Prioridades
Priorizar a las personas con enfermedades crónicas es también un aspecto necesario dentro de la pastoral, según comentó el médico, pues muchas veces requieren del apoyo de la comunidad.
«Hay que ayudarlas, proyectar algún programa entre todos y poner nuestros conocimientos y habilidades al servicio, sea de nutrición, un gimnasio, medicamento y otras necesidades”.
Lo anterior, dijo, se debe tomar en cuenta en el caso de enfermos terminales, incluyendo el apoyo y acompañamiento a los familiares.
“A veces no tienen dinero o tienen que trabajar y no hay tiempo para cuidar a su familiar y requieren apoyo. Estas necesidades se pueden compartir en los avisos parroquiales. Mucha gente no lo dice, pero desgasta el cuidado a una persona enferma”.
Formación en la ética
Por otra parte, señaló que es también necesario desde la Iglesia fomentar y fortalecer la ética de los profesionales de la salud, sea médico, camillero, enfermeros e incluso personas de limpieza.
«Como maestro que he formado médicos siempre les digo que si el paciente no tiene dinero, de igual manera lo atiendan. Debemos atenderlos con un trato humano, no podemos decirle que no a la persona. Estamos para ayudar, no para generar más problemas”.
De esta forma, dijo, es necesaria una formación católica y de valores para los profesionales de la salud. «Incluso con oraciones que nos inspiren más el amor de Dios y el amor al prójimo”, aseguró.
Voluntariado
Hay que fomentar también el voluntariado. Ser católico no solo es ir a misa y dar el diezmo, es hacer acciones y animar a la pastoral. La Iglesia tiene gran papel en el tema de la salud. Los valores cristianos deberían dominar al mundo, pero lamentablemente hemos flaqueado”.
Y añadió: “Comencemos fomentando los cuidados preventivos: el aspecto biopsicosocial y espiritual. La Iglesia tiene una amplia gama de carismas. La cuestión es descubrirlo, ejercitarlo y encontrarle el amor”.
El autocuidado también es importante
Ya que el médico propone el autocuidado también como una forma de contribuir a una pastoral de la salud, propuso lo siguiente para una atención sanitaria preventiva:
- Constante vigilancia médica. Acudir mínimo una vez al año si se está sano. Si padece alguna enfermedad crónica, acudir a sus citas médicas constantemente.
- Acudir a citas médicas en el embarazo, según lo marque el médico.
- Llevar a los recién nacidos al pediatra, para atención en cada etapa de la infancia y llevarlo a las vacunas.
- Después de los dos años llevar a los niños a revisión cada 6 meses para monitorear su crecimiento físico y mental, así como su alimentación.
- En edad escolar, estar atentos al crecimiento y desenvolvimiento escolar de los niños y niñas.
- En la adolescencia el ser humano carece de razonamiento y es vulnerable al abuso, los embarazos adolescentes, enfermedades venéreas, drogadicciones, por ello es importante llevar a los hijos regularmente al centro de salud o con su médico de cabecera.
- En la edad adulta, el varón generalmente no tiene tantos problemas, pero es necesario también su revisión médica.
- En el caso de la mujer, debe empezar con las revisiones -papanicolaou, entre otros- después de iniciar su vida sexual activa y los embarazos.
- A los 40 años el cuerpo empieza a padecer en las articulaciones. El mexicano es vulnerable a la diabetes y la hipertensión. Una vez al año es importante revisar niveles de azúcar.
- A partir de los 60 años el adulto carece de defensas y sus reflejos no responden igual.