Ana María Ibarra
Con la alegría de la fiesta de la Epifanía del Señor, el padre Sergio Hernández Esparza celebró su 45 aniversario sacerdotal acompañado de fieles que, a lo largo de los años, ha acompañado en distintas comunidades, siendo varios de ellos frutos de una vocación concreta que muestra el impacto del trabajo pastoral del padre Sergio en sus vidas. Misa festiva
El pasado cinco de enero, durante la misa solemne de mediodía, el padre Sergio Hernández conmemoró su aniversario sacerdotal en la parroquia Cristo Redentor, donde actualmente es párroco.
“Un día como hoy, cinco de enero, del 80, hace 45 años, fui ordenado sacerdote en esta Ciudad Juárez por el señor obispo don Manuel Talamás Camandari. Quiero dar gracias a Dios por el don del sacerdocio y pedirle que me ayude a continuar hacia adelante. Pido a ustedes que oren por los sacerdotes y por las vocaciones. Doy gracias a Dios por la vocación de ustedes, que sea para servir a Dios y a los demás”, expresó el festejado.
El padre Sergio fue acompañado por los sacerdotes José Farías y Abraham Betancourt, cuya vocación nació en la parroquia Santa Cecilia, donde el homenajeados fue párroco.
La proclamación del evangelio la realizó el padre Farías, mientras que la homilía fue reflexionada por el padre Abraham quien meditó sobre la revelación del Hijo de Dios a pastores y magos de oriente que llegaron al pesebre guiados por una estrella.
“Quizá para muchos el padre Sergio es una estrella que nos guía. Pedimos para que siga dando testimonio de su vocación. Oremos mucho por su salud, por su ministerio, por esta comunidad y para que el Señor cambie nuestro rumbo”, expresó.
Al concluir la celebración, el padre Sergio agradeció la asistencia de fieles de las parroquias Jesús El Salvador, San Judas Tadeo, Nuestra Señora del Carmen, Dios Padre, Santa Cecilia.
“Hay que sembrar la semilla y responder. El Señor siempre llama. Jóvenes, hombres y mujeres, respondan para seguir el camino del Señor”, invitó.
Después de la celebración se llevó a cabo una convivencia donde los asistentes pudieron expresar su cariño y agradecimiento al padre Sergio.
Vocación de grandes frutos
Nacido en Aguascalientes, el padre Sergio asistió cinco años al Seminario de León, Guanajuato, para luego llegar a Ciudad Juárez en la última etapa de su formación.
El cinco de enero de 1980, fue ordenado sacerdote por el obispo don Manuel Talamás. Al recibir el sacramento del Orden fue nombrado vicario en la parroquia La Sagrada Familia.
Siguió su ministerio en Villa Ahumada, Catedral y Dios Padre y a los tres años de su ordenación fue enviado a Jesús el Salvador, capilla atendida por los frailes dominicos desde la parroquia La Santísima Trinidad.
Cuando Jesús el Salvador se convirtió en parroquia, padre Sergio fue nombrado primer párroco, servicio que llevó a cabo por diez años en los que logró levantar el templo parroquial y la entonces capilla María Madre de la Iglesia.
El lazo de unidad del sacerdote con los jóvenes es uno de los dones que sus fieles consideran regalo de Dios, pues los ha ayudado a discernir con claridad su vocación, sea como laicos, al sacerdocio, a la vida consagrada o al matrimonio.
Teresita de Jesús Esquivel y su esposo Medardo Solís forman uno de los matrimonios surgidos en la parroquia Jesús El Salvador.
“Somos muchos matrimonios de ahí con más de 30 años de casados… de la pequeña comunidad a la que pertenezco somos ocho, pero hay muchos más. El padre dejó huella y por eso estamos aquí celebrando sus 45 años de vida sacerdotal”, compartió Teresita.
Cecilia Guzmán y Oscar Oregel se conocieron en Jesús El Salvador, aunque servían en distinto ministerio. Ahí se casaron.
“Fueron bonitos años. Aunque éramos de familias católicas fue renacer a Dios. A los jóvenes la vocación del padre Sergio nos dejó esa semilla; quizá no damos muchos frutos como deberíamos, pero dejó buena semilla y eso nos ayudó mucho”, afirmó Cecilia.
Por su parte, Leticia Moreno recordó:
“Lo conocí en la parroquia Sagrada Familia, cuando era seminarista. Es un sacerdote muy espiritual, con un gran carisma que atrae a los jóvenes. Dos de sus dones han sido sembrar en los jóvenes la vocación y levantar templos. Es un sacerdote muy humano”.
En Jesús El Salvador nacieron vocaciones al sacerdocio del padre Omar Gutiérrez, el padre Jorge González, el padre Armando Delgado (qepd); así como la vocación de las religiosas Carmen Zubia (HMMD), Miriam Reyes (OCD) y la hermana Isabel Nápoles (qepd).