Sacerdote canonista responde preguntas sobre el matrimonio, para orientar a los novios que están pensando en dar el paso al sacramento en este año, aún en medio de la pandemia…
Pbro. Julián Badillo Lucero/Licenciado en Derecho Canónico
Si nos ponemos a hacer memoria sobre a cuantas bodas hemos asistido, a lo mejor perdimos la cuenta: familiares, amigos, conocidos, entre otros, llegando a familiarizarnos con estas celebraciones y por consecuencia, a veces perdiendo el verdadero sentido sacramental y espiritual que conlleva el sacramento del matrimonio.
Para ti que piensas contraer matrimonio por la Iglesia, conviene que conozcas un poco más de lo que significa para nosotros como católicos.
1.¿Qué es el matrimonio y por qué es importante recibirlo en sacramento?
El matrimonio es un sacramento. Podrías preguntarte: ¿y eso qué es? Es lo siguiente:
*Los sacramentos, son aquellos signos instituidos por el mismo Jesús por los cuales la iglesia continúa su acción que significan y producen la gracia y se concede la vida divina. (CEC 1131)
*Es algo que santifica a quien lo recibe.
*Equivale a la palabra Misterio, en cuanto que va revelando a Dios.
*Es algo sensible.
*Es signo de una realidad Trascendente (Divina).
*Es instituido por Jesús en su vida terrena.
*Son eficaces en producir gracia.
*Los sacramentos son de la Iglesia, en cuanto que ella misma es sacramento para el mundo.
Por consecuencia, el matrimonio es un signo al cual Jesús le concedió el carácter sacramental, de tal manera que, en este estado de vida, los cónyuges estén en una continua santificación el uno con el otro y, a través del consentimiento intercambiado entre ellos, participen de esa realidad querida por Dios, viviendo en la tierra, pero disfrutando de los dones de Dios.
2.¿Cuáles serían preguntas clave que debería plantearse una pareja previas a contraer matrimonio eclesiástico?
En la realidad del noviazgo se viven en ocasiones circunstancias que llevan al límite la relación, sea un noviazgo conflictivo, muy largo, presionado por embarazo, etcétera, por lo que pocas ocasiones estos motivos suplen a la razón, y son la razón que lleva a considerar el matrimonio como una opción. Por eso conviene preguntarse sobre el verdadero deseo de contraer matrimonio, siendo sincero contigo mismo. Tú que ya tienes esta idea en mente, debes revisar en tu conciencia si el verdadero motivo es el amor y, considerando el primer punto (la primera pregunta), están movidos por la fe, para participar de una alianza que los une a Dios. No basta sólo el querer estar con alguien con el fin de no quedarse solo. Hay que saber escoger con quien se quiere compartir el resto de la vida.
- Si ya han decidido casarse por la Iglesia ¿cuáles detalles se deben considerar?
El Código de Derecho Canónico, en el canon 843, menciona lo siguiente:
- Los ministros sagrados no pueden negar los sacramentos a quienes los pidan de modo oportuno, estén bien dispuestos y no les sea prohibido por el derecho recibirlos.
- 2 Los pastores de almas y los demás fieles, cada uno según su función eclesiástica, tienen obligación de procurar que quienes piden los sacramentos se preparen para recibirlos con la debida evangelización y formación catequética, atendiendo a las normas dadas por la autoridad eclesiástica competente.
De lo que se desprende no sólo existe el derecho a recibir los sacramentos, sino también la obligación por parte de quienes lo piden, de hacerlo de modo oportuno, o sea, con tiempo suficiente, dispuestos -no obligados-, y por último que cuenten con la preparación adecuada para que conozcan al menos sus derechos y obligaciones. De esto depende en cierta parte la vivencia de la experiencia de fe en el matrimonio.
El párroco debe de estar consciente de la adecuada preparación personal que deben de tener los novios, mediante la preparación prematrimonial. (canon. 1063 2º).
Por lo que dicha formación, la cual fue adaptada y renovada hace unos años, debe ser recibida por quienes desean contraer matrimonio por la Iglesia.
Además de la formación para la recepción del sacramento, se les notifica sobre aquellas condiciones necesarias para ello, como por ejemplo si tienen completos los sacramentos de la iniciación cristiana: Bautismo, Confirmación y Eucaristía, y en caso de faltar alguno, puedan recibir también dicha preparación, o bien, se da el caso de que quienes desean contraer matrimonio con personas que no profesan la fe católica, se pueda con tiempo pedir ya sea una dispensa o una licencia para la celebración matrimonial.
En nuestra Diócesis de Ciudad Juárez se pide que por lo menos 6 meses antes de la fecha de matrimonio se realicen los trámites, con la finalidad de que les quede tiempo por si ocurre alguna de estas situaciones y se puedan prever con prontitud y nada se oponga a la realización del sacramento.
4.¿Por qué es importante la formación prematrimonial?, ¿Cuál es la urgencia de llevarla a cabo?
Con frecuencia durante las pláticas pre-matrimoniales surgen cosas que en ocasiones provocan cierta incomodidad en quienes las reciben, ya sea porque durante las mismas les comparten sobre ciertos aspectos que no habían considerado o bien que no les han dado la importancia: como por ejemplo cierto maltrato o violencia psicológica entre los novios, celos, desinterés por parte de alguno de los novios para la organización de la boda, entre otras cosas. Por ello durante la preparación previa al matrimonio, es necesario tener esa actitud de apertura, no para dudar del matrimonio, sino para que la decisión sea tomada en el momento oportuno, ya que en ocasiones con el pretexto de que ya se tiene todo, se cree que de cualquier modo el matrimonio se debe de realizar.
5.¿Por qué la Iglesia enseña que se debe esperar al matrimonio para iniciar una vida sexual con la pareja?
Uno de los motivos más frecuentes que se presentan al momento de buscar la nulidad del matrimonio, en el Tribunal Eclesiástico, es el embarazo. Afirman que por esa razón se optó por el matrimonio, situación que acelera la toma de una decisión y que no deja otra opción más que casarse. Por ello es importante ejercer una sexualidad responsable dentro del noviazgo, evitando así que el embarazo sea el móvil que lleva a unirse en matrimonio.
6.En el tema de la sexualidad, ¿qué es importante considerar a la hora del matrimonio?
El matrimonio se consuma en la unión íntima de los esposos. Ya en la vida matrimonial existe lo que se llama el débito conyugal, donde ambos se dan y se reciben en la intimidad de su relación, pero en ocasiones este débito se convierte en conflicto, ya que es usado como forma de castigo, el negarse, o bien como forma de recompensa o de reconciliación. Por ello dentro de la preparación al matrimonio este tema es abordado por otros matrimonios, quienes iluminan sobre esta situación.
7.¿Está bien que me quiera casar y no quiera tener hijos? ¿Qué deben considerar las parejas respecto a los hijos?
El matrimonio posee 2 fines y 3 bienes:
1.El bien de los cónyuges.
2.La generación y educación de la prole.
* Indisolubilidad.
* Unicidad.
* Sacramentalidad.
Con los que se busca darle una estabilidad y cumplir con la intención querida por Jesús, al momento de elevarlo a esa categoría de sacramento. No se puede contraer matrimonio si no se desea tener hijos o permanecer juntos para toda la vida. Si fala alguno de estos elementos y de cualquier forma se realiza el matrimonio, se corre el riesgo de tener un matrimonio inválido, es decir, que sea inexistente dada la ausencia de aquello que por naturaleza se considera necesario para el matrimonio.
8.¿Cuáles consejos daría usted a parejas que están pensando en casarse este año?
Si decidiste contraer matrimonio, dadas las circunstancias especiales en las que nos encontramos, además del constante cierre de los templos por parte del gobierno, conviene que con tiempo prevean en sus comunidades la disponibilidad de fechas, y las formas de la celebración actuales, ya que no se pueden realizar de la manera acostumbrada. Esto para que la preparación del sacramento no sea algo estresante, sino que con tiempo puedan ir haciendo lo necesario para que la celebración sea posible.