Presencia
Este año 2022, el Goibierno del Estado dispuso que habrá renovación de placas, además del pago del impuesto por revalidación vehicular.
De acuerdo a lo que han publicado medios de comunicación, el gobierno ha dicho que el re-plaqueo obedece a que el más reciente se efectuó en 2012, “por lo cual no se puede saber si las placas coinciden o no con el actual padrón vehicular”.
Esto ha generado reacciones encontradas entre los contribuyentes, que opinan que de nuevo sólo se trata de una acción recaudatoria en la que no se toma en cuenta a la población y sus necesidades en medio de la pandemia. Por ello la pregunta de esta semana es:
¿Qué opina del cambio de placas para el parque vehicular de la ciudad/estado cada sexenio? ¿Cuáles son los pro y contra de una política así?
Bajo este esquema de “cambio de matrículas”, considero que sí es muy importante hacerlo por un tema de seguridad y control vehicular, ya que mediante la aplicación de esta política se logra actualizar el padrón de automóviles en el Estado y su vinculación con los datos personales del propietario, logrando que tenga una responsabilidad civil del dueño del vehículo. No obstante, el hecho de que se dé el “replaqueo” en cada cambio de gobierno, genera un importante impacto económico en muchas de las familias con bajos salarios y que cuentan con un automóvil que es necesario para su movilidad.
Considero que se deben de optar por otro tipo de medidas que se desapeguen de los fines recaudatorios y realmente busquen el bien común de las personas. Es decir, optar por algún tipo de engomado, sello en la matrícula o cualquier otro método de identificación cuyo costo sea alcanzable para las familias que cuentan con menos ingresos.
Entre los pro está el poder contar con un padrón vehicular actualizado que ayuda en la identificación de los propietarios de los autos registrados y las características del vehículo; el propietario del automóvil tiene una responsabilidad civil; se mantienen vigentes las licencias de conducir, por lo que esto implica la validación de las condiciones físicas y antecedentes del conductor; se mantiene un historial de los propietarios del vehículo; se puede contribuir a evitar la congestión vehicular, reducir los índices de contaminación y los delitos relacionados con vehículos.
Sin duda el costo de la revalidación vehicular y la adquisición de nuevas matriculas es uno de los principales contras que puede ver la gente, ya que el poseer un automóvil también implica contar con una licencia de conducir vigente, no contar con adeudos anteriores, contratar un seguro contra daños a terceros (recomendable) y demás gastos ordinarios que implican el uso de un vehículo. Otra posible contra pueden ser los tiempos de espera y aglomeraciones que se dan al realizar todos los tramites burocráticos.
Recomendación: En caso de robo o extravío de una o las dos matrículas, es importante que se ponga la denuncia pertinente y se tramite un nuevo par de placas, sobre todo porque están vinculadas a su información personal. Estas al encontrarse activas aún pueden generar cargos económicos, así como responsabilidad por el mal uso de las matrículas en caso de que sean utilizadas para cometer alguna fechoría.
Mario López/ Más Humanista
El pago de replaqueo o de regularización vehicular es la famosa tenencia que comenzó en los años sesenta como una contribución federal, de carácter provisional, para financiar los juegos olímpicos.
Como toda contribución que se dé a respetar, el pago de la tenencia vehicular llegó, cumplió su finalidad, pero no se fue.
De entonces a la fecha, los gobiernos, de los tres órdenes, han desplegado una creatividad digna de mejor causa para cobrar impuestos, so pretexto de una serie de causas encomiables.
El argumento siempre es el mismo: se necesita dinero para tal o cual cosa. Y sí, siempre se necesita dinero. Sin embargo, este argumento no justifica que cada vez que se cambia una administración, se haga un cambio de placas metálicas y, además, se cobre por ello. Si es mucha la necesidad de que el gobernante en turno imponga un diseño innovador de placas, bastaría con que se emitan las nuevas con el nuevo modelo sin tener que retirar de la circulación el resto de las placas ya emitidas. Algo así como lo que se hace en algunos países civilizados.
Argumentos para cobrar más puede haber muchos, y ante éstos la realidad se impone. Nuestra ciudad vive una de las situaciones económicas, sociales y políticas más delicadas de su historia por razones de sobra conocidas, como para que se incrementen contribuciones por razones innecesarias. En todo caso, la actitud de los gobiernos debería ser en un sentido opuesto, es decir lo que hemos hecho millones de mexicanos: entrar en una economía de austeridad, abrocharnos el cinturón. Una actitud así marcaría una verdadera diferencia a favor del bien común.
Rubén Trejo Ortega/ Abogado
Sabemos que las finanzas actuales de Gobierno del Estado representan un reto para la nueva administración. En mi opinión cada vez que se hace un re plaqueo, la razón de fondo es recaudatoria. En otros países no existe un cambio de placas generalizado de manera periódica, solamente cuando se adquiere un vehículo nuevo. Inclusive no es necesario en los cambios de propietario. Esto es en países donde hay mayor estado de derecho así como fortaleza institucional y existe un respeto y resguardo a la información de instituciones que permite tener bases de datos en el tiempo que proporcionan los datos necesarios para tener control de un padrón vehicular. Con la información proporcionada al momento por gobierno del Estado la razón del re plaqueo es para fondear el presupuesto de gobierno del Estado como salud, seguridad pública y desarrollo económico. Ojalá que lleguemos a tener esquemas de administración pública más profesionales donde el re plaqueo sea una práctica del pasado y logremos tener gobiernos con esquemas de recaudación justos y no espontáneos. Algo que los gobiernos estatales no han logrado en los últimos sexenios.
Gerardo Sánchez/Caridad y Verdad