Dr. Oscar Esparza del Villar/ Profesor universitario
La época de Navidad y fin de año se caracteriza por ser una época de paz, amor, tranquilidad, descanso, familia y fe. El niño Dios está por nacer y todas las familias nos preparamos para celebrar este evento tan especial que nos une a muchos en celebraciones únicas y memorables, sobre todo para los más pequeños.
Sin embargo, estas fechas también son propicias para que ciertas personas puedan experimentar estrés o depresión debido a distintas situaciones que se pueden presentar y que vamos a describir a continuación para poder identificar las más comunes, para manejarlas y poder apoyar a los que lo necesitan.
Algunos causas del estrés estacional
- Para algunas personas, estas fechas son nostálgicas debido a que les recuerda a gente cercana que han perdido recientemente o desde hace ya algún tiempo.
- Para otras personas estas fechas les recuerda algún evento triste que vivieron como puede ser el haber vivido en pobreza y eso les llevó a nunca celebrar esta fiesta mientras los demás si lo hacían, o el haber tenido problemas en la familia tan fuertes, por lo general en la infancia, que provocaban que estas fiestas no fueran de paz, sino de conflicto.
- También en la psicología se maneja la problemática afectiva estacional, la cual define los tiempos de invierno como un tiempo en que algunas personas se sienten tristes, pero presentándose sobre todo en lugares donde está casi siempre nublado y casi no sale el sol, países más al norte del planeta.
- Otras personas se estresan en estas fechas debido a la organización y compras que se tienen qué hacer, además de que muchas tiendas están llenas de muchas personas que también se preparan para estas fiestas. El buscar regalos para todas las personas cercanas a nosotros cazando las mejores ofertas y precios más bajos aunado con que el presente sea algo que guste puede ser estresante. El estar en las tiendas comprando regalos, o todo lo necesario para la fiesta, pero lleno de gente y con filas muy largas, también puede ser abrumador. Es importante mencionar que a mucha gente le gusta comprar regalos, buscar ofertas y ver a tanta gente en la ciudad con el espíritu navideño a todo lo que da, pero para otras personas, éstas son situaciones muy estresantes.
- Por último, este tiempo es estresante para todos nosotros que tenemos que pagar los impuestos de las propiedades, como casas y terrenos, y de los automóviles. También son tiempos en que los montos en los recibos del gas y de la luz aumentan debido a las temperaturas frías que son tan características de nuestra ciudad y parece que nunca nos acostumbramos a ello.
Una reflexión sobre las fiestas
Antes de pasar a los aspectos prácticos y humanos, es importante mencionar la importancia de estas fiestas.
En nuestras reflexiones creamos conciencia de que lo importante no son los regalos, sino la familia, o sea, lo importante no es lo material, sino la parte humana de compartir. Sin embargo, lo más importante tampoco es la parte humana, sino la parte que celebramos, la parte divina de lo que representa la Navidad.
El celebrar el nacimiento de Cristo en medio de nosotros debe de trascender a todo regalo y cuestión material, y debe de trascender a todo tipo de relación humana que tengamos, incluyendo la familia, porque esta fecha es para festejar al Rey de reyes y Señor de señores, que se ha hecho presente en medio de nosotros, asumiendo nuestra naturaleza humana.
Y lo ha hecho de tal manera que cuando nace, siendo Él omnisciente, no sabe hablar, y siendo omnipotente, no sabe caminar, porque realmente se hizo hombre como todos nosotros lo somos y experimentamos desde que nacemos.
Esta es la fiesta que celebramos: Dios asumiendo la naturaleza humana para predicarnos con su ejemplo y palabra el camino, la verdad y la vida, y muriendo y resucitando por nosotros para otorgarnos la vida eterna.
Dicho esto, pasemos a los consejos:
El Blues de Navidad
Es en este sentido, con la plena conciencia de lo que verdaderamente celebramos en las fiestas de temporada, que debemos de hacer todo lo que esté en nosotros para festejar a Dios como se merece, a pesar del estrés y la tristeza que tengamos.
Independientemente de que hayamos perdido a alguien cercano a nosotros recientemente, o que estas fechas nos recuerde a ellos, Dios se merece toda la celebración con gozo y júbilo por todo lo que ha ganado para nosotros con su nacimiento.
Con relación a esto ofrecemos los siguientes consejos:
- Si estas fechas te recuerdan a personas que ya han fallecido, y esto te sigue causando tristeza, es probable que tengas que trabajar en tu vida un proceso de duelo, que se da con la pérdida de un ser querido. Cuando el duelo no ha sido correctamente procesado, es entonces cuando fiestas como la Navidad son una carga, ya que hay cosas que no se han superado y que son signo de que se tienen que trabajar. Nosotros ya no somos hijos de las tinieblas, si no que somos hijos de la luz por que Cristo ha resucitado, por esa razón, en el nacimiento de Cristo también celebramos la vida eterna a la cual todos estamos llamados y de la cual ya gozan todos los que se nos adelantaron.
- Tan humanizada tenemos esta fecha que cuando hay niños en la familia nos esmeramos más en arreglar la casa, en hacer el festejo, en disfrutar más de la Navidad para que los niños guarden estos recuerdos para siempre, pero ya nada más crecen los niños y la Navidad pasa a ser más ligera, con menos arreglos, quizá ya no se pone el nacimiento como antes y hay veces que ni adornos se quieren poner. Pero esta fecha no la celebramos para los niños, ¡la celebramos por que Dios se ha hecho presente! Y por esta razón siempre tenemos que celebrarla con mucha ilusión y esmero para que sea especial para nosotros aunque seamos adultos, hay que recordar lo divino de la fiesta y festejar al niño Dios como se merece siempre! No solamente cuando hay niños, sino que hay que sacar ese niño dentro de nosotros que es el que nos pide Dios que seamos para entrar al reino de los cielos.
- En caso de que no hayas perdido a nadie cercano en esas fechas, si no que te trae tristeza por los tiempos, o por situaciones que sucedieron en tu infancia o en algún momento en tu vida, como psicólogo te recomiendo que busques ayuda profesional, porque eso que pasó te sigue causando malestar emocional y no te deja vivir de manera adecuada tu vida. Esto se puede solucionar buscando ayuda con algún profesional de la salud mental, como un psicólogo, por ejemplo. Ellos tienen las herramientas que pueden ayudarte a salir adelante. 4. Es importante que aprendamos a disfrutar y vivir plenamente el presente, disfrutar lo que ahorita tenemos y que es bendición de Dios. A veces el pasado, gente que pudo habernos hecho daño, ya no está o ya cambió, pero nosotros seguimos atorados en ese tiempo que ya no está. Es tiempo de que vivas lo que Dios te da hoy, lo que te da en estas fechas, y lo que tienes alrededor que son puras bendiciones de Dios.
- Es importante que como cristianos, aprendamos a administrar muy bien nuestro dinero, y como dice la Palabra de Dios, ¿para qué gastamos en lo que no es pan?, de tal manera que si vamos a regalar algo, que lo importante sea el detalle y no el precio del regalo.
No te quedes si dinero por comprar cosas que no son necesarias, sobre todo cuando el dinero que tenemos es contado. Te recomiendo que apartes dinero del aguinaldo para los recibos, impuestos y tenencias, y así no tengas que estar apurado con que no te alcanza. Una vez que apartes el dinero que vas a necesitar, cuenta con el presupuesto que te sobra y eso lo gastas, pero no gastes de más.
6 Por último, si conocemos a alguien que en estas fechas no le gusta celebrar, hay que tratar de entender a la persona, no aislarla, juntarla con la familia, pero siempre respetando su libertad, sin obligarla a que haga algo que no quiera. Siempre con amor y cariño, como lo haría Jesús en tu lugar, y a la vez, pregúntate qué es lo que tiene esa persona en su corazón que le impide festejar esta fiesta de alegría, e intenta ayudarla llevándola con algún terapeuta que la pueda ayudar a superar estas situaciones no resueltas que pueda cargar.
Que Dios te bendiga en estas Navidades y que en tu hogar siempre sea el centro de sus vidas y en especial de esta fiesta.