Mons. José Guadalupe Torres Campos/ Obispo de Ciudad Juárez
Un saludo muy entrañable a todos ustedes, los medios católicos, a través de los cuales me pongo en contacto para un mensaje semanal.
En primer lugar quisiera tocar el tema de la Virgen de Guadalupe, que es nuestra patrona en la diócesis y que el proximo viernes 17 iremos en peregrinacion a la Basílica un gran número de fieles de nuestra comunidad diocesana.
La Virgen María debe significar una presencia maternal muy fuerte entre nosotros. La Virgen María, Santa María de Guadalupe, es modelo de santidad para nosotros. Por eso es importante invitarles a todos a que le tengamos especial devoción, que siempre la tengamos presente en nuestras oraciones. Es modelo de la evangelización por excelencia.
Ahora que el papa y los documentos del Magisterio nos estan pidiendo que vayamos a evangelizar, ¡qué mejor ejemplo que el de nuestra Madre Santísima!, que primero recibe a Jesús, lo acepta en su vida, en su seno, pero luego lo comparte con toda la humanidad, y nos indica ella que hay que cumplir lo que Él nos diga; lo dice mi lema, así lo dijo la Virgen María: Hagan lo que Él les diga.
Por eso en esta tarea de la Nueva Evangelización que queremos trabajar en nuestra diócesis, todos a evangelizar, todos a llevar el evangelio, tenemos como modelo a la Virgen María, por su fidelidad, por su entrega, por su servicio, mujer de oración, mujer que está presente en todos los ambientes de la persona humana, la vida, la familia, la sociedad, las bodas, pero también en el dolor, en la enfermedad, en el sufrimiento y sobre todo en la Cruz.
Que nosotros, como diócesis consagrada a Santa María de Guadalupe, le tengamos un grande amor a la Virgen de Guadalupe. Y los que vamos a ir, los que participamos de esta peregrinación a la Basílica de Guadalupe este viernes (17 de Julio), sea un motivo de hacer presente a los pies de la Virgen de Guadalupe toda nuestra comunidad diocesana. Esa será mi intención al celebrar la Eucaristía con todos los que vayamos: consagrar nuestra diócesis a la Virgen, y pedirle a Dios, pedirle a Cristo por intercesión de ella, nos haga verdaderos discípulos y misioneros. Que todos vayamos a evangelizar a partir de un encuentro con Cristo, de ese encuentro personal con el Señor y como María recibirlo, pero para anunciarlo, para testimoniarlo a través de la palabra, a través de las buenas obras, a través de algún servicio o ministerio en la diócesis, en el decanato o en cada una de las parroquias.
Para mí la Virgen de Guadalupe es modelo de vida cristiana y espero que para todos ustedes igualmente lo sea.
Mi bendición de padre y pastor para todos ustedes. Un abrazo y que Dios los bendiga.