El obispo y la comunidad recordaron al padre Carlos Márquez en el primer aniversario de su muerte…
Claudia Iveth Robles
Con la bendición de una lápida en el cementerio y una Eucaristía, la comunidad de la Diócesis de Ciudad Juárez recordó al padre Carlos Márquez Horta, quien fue vicario de pastoral y párroco de Nuestra Señora de la Paz, en el primer aniversario de su muerte.
Familiares, amigos, y sacerdotes de la diócesis se reunieron el pasado miércoles 11 de mayo por la tarde en el Panteón Jardines Eternos para primeramente bendecir una lápida colocada en la tumba del querido sacerdote.
Encabezó el acto monseñor René Blanco Vega, vicario general de la diócesis y actual parroco de Nuestra Señora de la Paz. Lo acompañaron los sacerdotes Francisco Galo Sánchez, Raúl Vega y Monseñor René Blanco.
Por la tarde decenas de sacerdotes y fieles abarrotaronel temple de la Paz, en una Eucaristía presidida por el obispo don José Guadalupe Torres Campos.
Emotivas palabras
Tras bendecir la lápida, monseñor René Blanco pidió a los presentes dejar que el Espíritu Santo haga pasar de las lágrimas de tristeza a la alegría.
“El padre Carlos decía ‘desde que me levanto en la mañana estoy pensando cómo sacarle una sonrisa a todos los que me encuentro’, entonces ¿por qué vamos a estar tristes?, sería contradecir esa fe en Cristo Resucitado”, dijo monseñor Blanco.
Enseguida abrió un espacio para compartir experiencias vividas al lado del padre Carlos a quien muchos agradecieron su entrega y su amor por los jóvenes, de quien siempre fue guía segura.
“Gracias por todo el cariño que simpre recibió de todos ustedes… el fue padre y amigo y deseo que desde allá los siga guiando”, dijo Conny Márquez, una de las hermanas del padre Carlos.
Luego, ella leyó el mensaje grabado en la lápida y firmada por la Diócesis de Ciudad Juárez y Familia Márquez Horta:
“Llegaste al cielo lleno de alegría, entraste al cielo cargadosde riquezas por cuanto hiciste aquí en la tierra, tocaste nuestros coraoznes, intercede por todos nosotros.¡Te amamos!
Misa con mensaje
Más tarde, en la parroquia Nuestra Señora de la Paz el obispo celebró una misa ante un templo abarrotado de fieles, a quienes llamó a ser personas de esperanza, predicar el amor, consolar y anunciar la paz que procede de Dios.
El obispo dijo que el padre Carlos Márquez Horta dejó una fe inquebrantable pues todo lo hacía confiado en el Señor y predicó siempre lo que creyó.
“Vivió la alegría, una fe alegre, la alegría del padre Carlos, la broma, el contagiarnos con sus bromas para animar, la chispa, el juego en el buen sentido de la palabra, el hacernos sonreír. Fue un sacerdote alegre, porque creyó, y puso su vida en el Señor”, dijo el obispo.
“Buscó vivir en la Casa de Dios y está en el Casa de Dios, es lo que celebramos, esa certeza, esa confianza en el amor”, agregó.
Finalmente el obispo llamó a la comunidad de la parroquia y a toda la diócesis a vivir a ejemplo del padre Carlos, y que su testimonio no se quede nada más en un recuerdo
“Sean hombres y mujeres de esperanza. Que todo lo que hagan sea seguir a Cristo, para así, desde ahora, ir a la Casa del Señor”, puntualizó.