Ana María Ibarra
A unos días de iniciada la Semana Santa, el Seminario Conciliar abrió sus puertas a los fieles que necesitaran el sacramento de la reconciliación.
Fue el pasado viernes 31 de marzo cuando los sacerdotes formadores del Seminario se distribuyeron en las distintas capillas y espacios del instituto para atender a la feligresía, misma que llegó con un corazón dispuesto para confesar sus culpas y recibir la misericordia de Dios de manos de los sacerdotes.
Agradecidos por este espacio, los penitentes salieron ligeros de culpas y llenos del amor de Dios, preparados para participar de los oficios de la también llamada Semana Mayor.
Asimismo, los sacerdotes quedaron también agradecidos y satisfechos de poder brindar este servicio, propio de su sacerdocio, a la comunidad.