Diana Adriano
Como forma de seguir renovándose en sus estrategias, procesos y caminos para la formación de los jóvenes seminaristas, sacerdotes del equipo formador del Seminario Conciliar vivieron ejercicios espirituales enfocados en el crecimiento de la formación cristiana.
Los temas fueron impartidos del 4 al 7 de enero por Juan Antonio Sandoval Martínez, hermano Marista proveniente de Guatemala, quien por primera vez visitó esta diócesis.
“Ha sido muy interesante conocer un poco del contexto de la ciudad y de los múltiples desafíos que viven. Los padres del Seminario han tenido la delicadeza de invitarme a compartir una semana con ellos. En estos días de formación hemos hablado y reflexionado sobre el acompañamiento de los jóvenes seminaristas”, indicó el hermano marista.
El padre Jesús Manríquez, rector del Seminario, informó que en total fueron 10 sacerdotes y 1 diácono los que recibieron esta formación, la cual los motiva a continuar trabajando por el futuro de los jóvenes seminaristas.
Importancia del acompañamiento
El hermano Juan Antonio expresó que en todo momento observó a los integrantes del equipo formador muy atentos y dispuestos a recibir las enseñanzas.
“Hemos charlado sobre la importancia de tomar conciencia del acompañamiento a los jóvenes, como algo sistemático. Reflexionamos que es un tema en el que se necesita seguir formándose continuamente. Los he percibido muy interesados en comprender cuál podría ser un itinerario a seguir en el proceso de acompañamiento en los seminaristas, y utilizarlo como un recurso que les pueda servir en su misión”, compartió el entrevistado.
Agregó que tuvieron la oportunidad de profundizar en diversos temas que captan la atención y el interés de los jóvenes y, juntos, descubrieron áreas en las que pueden seguir creciendo.
“Temas como la madurez en su vida personal, la madurez en su entrega, la madurez en la vivencia de la castidad, y distintas áreas en las que vemos que los seminaristas tienen interés y potencial de desarrollo, en este sentido mire al equipo formador muy interesado en su desarrollo”, añadió el hermano Juan Antonio.
Una tarea importante
Por otra parte, el entrevistado señaló que este tipo de encuentros entre los sacerdotes que están al frente del Seminario son muy importantes para el buen desarrollo de las vocaciones.
“Los sacerdotes en esta casa de formación tienen una misión muy importante. Esta misión de formar a la nueva generación de sacerdotes demanda que estén en continua actualización. Al encontrarnos en esta actualización, los presbíteros se desempeñan mejor en su ministerio y servicio como formadores, y a su vez, hacen que los seminaristas se desempeñen mejor en su servicio con la comunidad cristiana”, mencionó el entrevistado.
La semana de formación concluyó con un espacio para preguntas y respuestas, que los sacerdotes aprovecharon para profundizar un poco más en temáticas que les llamaron más la atención y les ayudarán en sus funciones de acompañar a los seminaristas.
Del mismo modo agradecieron la participación del hermano Juan Antonio, a quien despidieron en el desayuno del domingo 8 de enero pasado.