Claudia Iveth Robles
“Doy un agradecimiento profundo a los fieles de La Santísima Trinidad que me han acogido como sacerdote, enviado por Dios para acompañarles en todos los acontecimientos de su vida, para ser un servidor para ustedes y mostrarles el amor de Dios”.
Esto dijo el padre Antonio González, nuevo párroco de la Santísima Trinidad, en la misa en la que tomó posesión de la sede parroquial y se encontró con la comunidad que durante 11 años pastoreó monseñor Isidro Payán, quien ahora se jubila.
Fue el pasado miércoles 16 de agosto cuando se celebró la misa de toma posesión, en el templo enclavado en la colonia Melchor Ocampo, donde se congregaron sacerdotes, fieles y seminaristas, quienes acudieron a entregar al padre Antonio, quien fungía como sacerdote formador en el Seminario.
Ahí también se encontraba monseñor Isidro Payán, quien alegremente entregó la parroquia.
Luego de que el padre Jorge González, secretario canciller, leyó el decreto de nombramiento como párroco, el obispo entregó al padre Antonio los evangelios, y le recordó su ser sacerdote y pastor “que crea camino por cada uno y que, en el ejercicio de su ministerio, hace presente a Cristo”.
“Solicitamos del párroco esa generosidad, ese amor entrañable y poder anunciar la Palabra e invitar a los hermanos a que la escuchen y vivan conforme a ella”, dijo el obispo.
Recordó al nuevo párroco que debe trabajar por la santificación del pueblo de Dios, mediante la administración de los sacramentos y conducirlo a través de la caridad y la paz, que es amor, justicia, verdad y humildad.
Gracias a Mons. Payán
Finalmente el obispo agradeció a monseñor Isidro Payan por su servicio en esa comunidad a lo largo de 11 años, momento en el cual monseñor Payán fue homenajeado con un fuerte y prolongado aplauso de la comunidad.
Los asistentes a esta misa atestiguaron la misión que el obispo encomendó al nuevo párroco al entregarle los lugares celebrativos: Bautisterio, Confesionario, Sagrario y finalmente el altar, tras lo cual, el nuevo párroco tomó posesión de la sede.
“Me siento con un corazón muy agradecido, con un agradecimiento profundo con Dios, con esta bendición hermosa del sacerdocio, con el cual estoy vitalmente unido a todos ustedes”, dijo el padre Toñito en su primer mensaje a la comunidad.
El sacerdote también agradeció a sus compañeros sacerdotes, formadores del Seminario y seminaristas, por la acogida en los cuatro años que formó parte del equipo formador.