Ana María Ibarra
Ocho años han transcurrido desde la visita del papa Francisco a Ciudad Juárez, quien puso sus pies en suelo juarense el 17 de febrero de 2016. Ese día, el Seminario Conciliar fue su lugar de descanso.
Para recordar aquellos bellos momentos, la casa de formación realizó algunas actividades el pasado 16 de febrero.
Recorridos
Se realizaron recorridos guiados para conocer las capillas y el museo dedicado a la visita del papa. A través de éstos, los fieles pudieron conocer algunos espacios del llamado ‘corazón de la diócesis’, entre éstos las capillas, lugares íntimos donde los estudiantes de las distintas facultades viven el encuentro con Dios y entre ellos mismos.
Los seminaristas Brian de Haro y Javier Álvarez, de la facultad de Teología, y Adrián Muñoz, de Filosofía, fueron los encargados de organizar y llevar a cabo los recorridos por las seis capillas que hay en el instituto. Cuatro de ellas correspondientes a cada una de las etapas de formación: Seminario menor, Curso introductorio, Filosofía y Teología.
Los jóvenes seminaristas dedicaron especial atención a mostrar la capilla de Curso Introductorio, donde el papa dejaría una ofrenda floral para la Virgen.
“Se eligió esta capilla para que llegara el papa por su recogimiento, aquí hay clima, se había preparado ya un florero para las flores y estaba lista para ser visitada por el papa Francisco, pero él decidió entrar a la capilla mayor, y como no había florero, colocó las flores en una silla”, explicó uno de los guías mientras los fieles escucharon detenidamente la narración.
Un Museo del papa
El lugar más significativo dentro del Seminario que tiene que ver con la visita del papa Francisco, es sin duda el museo que se instaló en el comedor, lugar que fue construido especialmente para que el papa y los obispos pudieran tomar sus alimentos.
Después de la visita del Santo Padre, en ese espacio se colocaron minuciosamente los enseres que el papa usó, como fueron las tres sedes, la cama donde descansó, un comedor, los cubiertos, una mesita de centro y algunos otros objetos fabricados para la ocasión.
Mientras los seminaristas explicaban detalles y compartían anécdotas que se vivieron en el Seminario durante esas horas, se proyectaba en una televisión un video sobre los momentos en que el papa llegó a México y en especial a Ciudad Juárez.
Los visitantes recordaron y experimentaron la emoción de aquellos momentos y algunos compartieron sus propias experiencias.
Rezo de Vísperas
Para cerrar ese día de remembranzas, seminaristas, formadores y algunos fieles, rezaron las vísperas pidiendo a Dios su gracia sobre el Santo Padre.
Las oraciones nocturnas de la Liturgia de las Horas, fueron dirigidas por el padre Jesús Manríquez, rector del Seminario, quien invitó a los asistentes a dar gracias a Dios por aquellos momentos que vivió la ciudad con la visita del Vicario de Cristo.
“Nos hemos reunido en las vísperas del aniversario de la visita del santo padre. Así, manteniendo vivo este recuerdo, queremos configurarnos con Cristo”, expresó el padre Jesús al iniciar el rezo.
En dos coros, los asistentes rezaron los salmos, y algunos cánticos a una sola voz.
En momentos específicos se realizaron invocaciones pidiendo por el papa, pastor universal de la Iglesia, y por su ministerio como sucesor de los apóstoles.
“Sigamos rezando por el Papa Francisco”, expresó el padre rector casi al final de la liturgia.
Cabe mencionar que, con motivo de 60 aniversario del Seminario, los asistentes pudieron ganar la indulgencia plenaria con el rezo de las vísperas y cumpliendo los requerimientos.