Diana Adriano
Con motivo del Día de los Fieles Difuntos, don José Guadalupe Torres, obispo de Ciudad Juárez, el pasado 2 de noviembre celebró una misa desde el Panteón Municipal San Rafael, donde pidió por los seres queridos que han fallecido.
Durante la celebración Eucarística, estuvieron presentes los presbíteros Víctor Ortega y Luis Soriano, así como el diácono Martín López.
También estuvo presente el presidente municipal, Cruz Pérez Cuellar, acompañado de directores y regidores.
Cientos de personas se reunieron desde primera hora de la mañana en el camposanto para llevar flores, ofrendas, coronas con imágenes de santos, etcétera, en señal de respeto a sus seres queridos que ya han partido de este mundo.
“La intención de realizar esta Eucaristía en este lugar tan significativo, es pedir por nuestros fieles difuntos, gente querida que ya está con Dios, y pedir todos los familiares para que Dios les fortalezca y les de consuelo”, mencionó el obispo al iniciar la celebración.
Vivencia desde la fe
En su homilía, monseñor Torres, explicó que este día puede traer sentimientos encontrados. Por una parte el sentimiento de tristeza y nostalgia al recordar a un hermano difunto, y por otro lado, la fe y la esperanza de saber que descansan en Dios.
“Celebramos la vida, la resurrección, de tal manera que al recordar a nuestros fieles difuntos lo hacemos desde la fe, las almas de los justos descansan en Dios, nos dijo el Salmo de hoy”, dijo el obispo.
De la misma forma, recordó a todos los que por causa de la pandemia perdieron su vida, y pidió a Dios por su eterno descanso.
“Al inicio comenté que en estos últimos meses la situación de pandemia nos ha golpeado muy fuerte, pues muchos han muerto y las familias no pudieron estar en esos momentos y despedirlos”, dijo.
“Hoy aquí estamos para permanecer en la unidad de la fe con ellos, con nuestros fieles difuntos. Hermanos, tengan la certeza y el consuelo de que todos estamos llamados a estar con Dios”, añadió.
Bendicen Fosa Común
Al concluir la Santa Misa, los presbíteros se dirigieron a la Fosa Común para pedir por el eterno descanso de todos los fallecidos que se encuentran sin identificar o cuyos cuerpos nunca fueron reclamados por familiares.
En el lugar, las autoridades dejaron una ofrenda floral y se unieron a la oración.
“Que nuestros fieles difuntos descansen en paz, y nosotros vivamos con unión y esperanza, conservando nuestras tradiciones que cada vez son más fuertes en la sociedad”, concluyó el obispo.