Ana María Ibarra
Música, veladoras, flores, atuendos y comida formaron parte de los festejos a San Judas Tadeo el pasado 28 de octubre cuando, después de un año en silencio, el templo dedicado al santo patrono de las causas difíciles nuevamente se llenó de color y aromas, pero sobre todo de corazones agradecidos y suplicantes.
Llenos de fe, miles de devotos acudieron nuevamente a la presencia de San Judas Tadeo para pedir su intercesión con alguna solicitud, pero también para pagar alguna manda como agradecimiento.
Busca un milagro
Entre los miles de fieles que recorrían entre los puestos de comida y hacían fila para ingresar por el túnel sanitizador colocado en la puerta lateral del templo, se encontraba Norma, una madre de familia de aproximadamente 47 años, quien acudía por primera vez a pedir la intercesión de San Judas por la sanación de su hijo Adán, de tan solo tres años y quien padece epilepsia además de no poder caminar ni hablar.
Norma se abrió pasó entre la gente empujando la carriola donde llevaba a su hijo y llegaron hasta la imagen del santo patrono localizada en el atrio de la parroquia.
Delante de la imagen, Norma se arrodilló con su hijo en brazos, lo colocó a un lado de ella para encender una veladora y, con lágrimas en los ojos, hizo su súplica.
Al igual que otros fieles, permaneció de rodillas algunos minutos, mientras en distintos puntos se escuchaban grupos musicales que acudían a llevar serenata a San Judas.
“Desde que amaneció traje en la mente que era día de San Judas y vine a pedirle por la salud de mi hijo”, compartió Norma en entrevista.
Fue a los dos años cuando Adán se convulsionó por primera vez, además de que no caminaba ni hablaba. Norma lo llevó con neurólogo quien le diagnosticó epilepsia iniciando tratamiento médico.
“También lo llevo con un ortopedista. Traigo mi fe muy grande, sé que san Juditas va a sanar a mi hijo, ni me acordé del Covid, sé que Él nos protege. Le pido que sane a mi hijo y a todos los que se acercan con el corazón”.
Piden su protección
Portando una vestimenta similar a la de San Judas, Álvaro Díaz llegó junto con sus nietos, dos varoncitos y una niña quienes también portaban atuendos de San Judas y la Virgen María, respectivamente.
Álvaro y su familia acudieron desde Paseos del Alba para agradecer a san Judas su protección y pedirle su amparo ante cualquier mal, especialmente los proteja de la Covid-19.
«Cada año venimos a pagar una manda para pedir que nos proteja de todo mal. Nos gusta venir a visitar a San Judas, no solo en este día, sino siempre que hay oportunidad acudimos a misa. Mientras Dios nos de vida aquí estaremos presentes”, expresó el entrevistado.
Cientos participan en procesión y misa
Al igual que Norma y Álvaro, los juarenses, por nacimiento o residencia, dieron distintas muestras de fe a San Judas Tadeo y participaron de las celebraciones eucarísticas del día 28 de octubre.
Antes de la misa de 7:00 de la tarde, se llevó a cabo una procesión con la imagen de San Judas, iniciando frente al templo con un recorrido pequeño hasta el parque denominado De la Familia, regresando al templo.
El padre Salvador Magallanes, párroco de la comunidad, encabezó la procesión y presidió la misa.
“Hoy venimos a agradecer a San Judas. Tantas cosas que pedimos o agradecemos. La intercesión de los santos es real. Hay un solo mediador que es Jesús, pero entre Jesús y nosotros están los santos”, dijo el padre Salvador al iniciar su homilía.
El sacerdote compartió brevemente sobre la historia de la devoción a San Judas.
“San Judas tomó auge en los escritos de Santa Brígida que indican que Jesús le dijo a la santa que ante algo complicado, sea pedido por intercesión de San Judas, los casos difíciles y desesperados. San Judas es mártir, tiene un pedazo de madera en la cabeza porque fue asesinado así”, dijo.
De igual manera, el padre Salvador compartió algunos sucesos de su vida donde ha palpado la intercesión de San Judas y dijo estar seguro que cada uno de los presentes podía contar su propia experiencia.
“Guarden con devoción los favores que San Judas les ha realizado. Sigamos alegres y contentos este día. La fe es esencial, es importante. Estoy muy contento porque volvemos a manifestar nuestra fe. El hombre necesita volver al encuentro con Dios”, finalizó.
Los festejos a San Judas Tadeo continuaron durante todo ese fin de semana donde la fe y la devoción de los asistentes se desbordó al Santo Patrono de las causas difíciles.