Ana María Ibarra
Con la intención de motivar a otros hombres de encontrarse con María como con una madre, el pasado 27 de marzo aproximadamente cincuenta varones de la parroquia de Dios Padre acudieron al centro de la ciudad para rezar el Rosario en la vía pública.
Después de que durante enero y febrero se reunieron en el templo para hacer el rezo, el pasado mes de marzo decidieron salir a las calles para llevar esta devoción.
Los varones se reunieron en la parroquia para de ahí salir en caravana rumbo a la zona centro, llevando una imagen de Santa María de Guadalupe, misma que fue colocada frente al Centro Joyero, en la 16 de Septiembre y Francisco Villa.
A su llegada, se contaban un poco más de veinte participantes, pero conforme pasaron los minutos, más hombres, e incluso mujeres, se acercaron para unirse al rezo.
Entre las intenciones por las que se ofreció el Rosario se pidió por los niños no nacidos, por los sacerdotes, los enfermos, por almas del purgatorio y por la paz en Ciudad Juárez.
Al concluir, los asistentes sumaban aproximadamente 50 personas, mostrando de esta manera que María sigue llamando a sus hijos para protegerlos.
Todos los meses
Oscar Bedoy, devoto del santo Rosario y coordinador de la actividad, compartió que las dos primeras reuniones se llevaron a cabo en la capilla del Santísimo de la parroquia y decidieron salir para motivar a otros hombres a rezar el Rosario.
«Queremos acercar a más hermanos con nuestra Madre María Santísima, especialmente a aquellos que están alejados de la Iglesia. La intención es ir a diferentes lugares de la ciudad para acercar a más personas al amor de María, la que nos lleva a los pies de Jesús”, dijo.
El entrevistado señaló que se ha programado realizar esta práctica religiosa los días 27 de cada mes, por lo que invitó a todos los varones a estar al pendiente en las redes sociales de la parroquia para saber el lugar donde se realizará el rezo.
“Hago cordialmente la invitación a todos los hermanos a que nos acompañen, somos hombres rezando el santo Rosario para María Santísima. El requisito es ser hombre pecador, como todos nosotros, María Santísima nos quiere cerca”, invitó.