Desde hace muchos años, en Ciudad Juárez un grupo religioso no católico puso esta leyenda en uno de los cerros de la Sierra de Juárez. La leyenda dice: “La Biblia es la Verdad, léela”. El padre Juan Manuel Orona, sacerdote biblista, explica por qué esta frase, con la que los fronterizos están muy familiarizados, no es del todo atinada.
“Habría que decir que es una verdad a medias, porque, en primer lugar, no basta solo leer la biblia, primero hay que acercarnos a ella con actitud de fe a nivel personal, comunitario, eclesial. Leerla es un paso importante y hay que hacerlo todos, pero hay que estudiarla, hay que orar la Palabra que leemos en la biblia, hay que meditarla, interiorizar, aplicarla a nuestra realidad personal, familiar, social, a la vida de la iglesia. Y lo más importante, hay que practicarla”.
Para el padre Juan Manuel, habría que complementar esa leyenda acotando que “no es suficiente con leerla, sino hay que estudiarla, hay que hacerla oración, hay que meditarla y llevarla a la vida” para que adquiera una plenitud y se convierta en lámpara para nuestros pasos.
Por otro lado, el padre Juan Manuel explica que no solamente la Biblia contiene la Verdad para nuestra salvación.
“Debemos recordar que los pilares de nuestra fe católica de donde alimentamos nuestra fe, son la Biblia, la Tradición y el Magisterio”.
Entonces decir que “La Biblia es la Verdad” es una frase a medias, pues en la Palabra encuentra uno la Verdad cuando es leída, orada, celebrada en la santa Iglesia.