Ana María Ibarra
Vida sana y digna, don y tarea del sacerdote, fue la temática que sacerdotes de la diócesis reflexionaron al participar en ejercicios cuaresmales del 28 al 30 de marzo.
Los ejercicios fueron impartidos por el padre Francisco Rodríguez, Misionero del Espíritu Santo. Monseñor J. Guadalupe Torres Campos, obispo diocesano, le dio la bienvenida y motivó a los sacerdotes a disponerse a esa preparación fuerte para los días de Semana Santa.
Se dio inicio a este tiempo de reflexión y formación espiritual con la adoración al Santísimo Sacramento, cuya oración inicial fue dirigida por el padre Jorge Iglesias, párroco de Dios Padre.
Corazón de Cristo
Por su parte, el padre Francisco compartió:
“En estos tiempos en que suceden acontecimientos dolorosos, nuestro liderazgo, nuestra presencia debe ser más responsable para que la gracia de Dios actúe. No estamos lejos de nuestra realidad, cuando nos toca, podemos estar cerca de ella y debemos establecer una relación fuerte de pastor”, expresó.
Durante estos días de ejercicios, el misionero compartió con los sacerdotes de la diócesis algunos caminos o prácticas que les ayuden a la educación-transformación del corazón para que sea más a imagen y semejanza del corazón sacerdotal de Cristo.
“La salud integral y digna se da en nuestro modo de relacionarnos con los otros, con Dios y conmigo mismo. Ese modo de proceder o de expresar el afecto será saludable o enfermizo”, señaló el expositor.
Para una reflexión más profunda, el padre Francisco llevó a cabo algunas dinámicas de expresión de las emociones y sentimientos, así como de escucha entre los asistentes.
De igual manera tuvieron algunos momentos de reflexión personal.
Morir y resucitar
El padre Salvador Magallanes, presidente del presbiterio, explicó que estos ejercicios cuaresmales giraron en torno al ser y quehacer del sacerdote, enfocado en las celebraciones de la Semana Santa.
“Reflexionamos como sacerdotes a qué tenemos que morir, a qué tenemos que resucitar. Reflexionamos también sobre la vida sana del sacerdote y las implicaciones que tiene el ser sacerdote en estos tiempos. Ya superamos el Covid, ahora tenemos que buscar cómo reanimar a la Iglesia”, compartió el padre Chava.
Dado que el retiro sacerdotal inició en el día en que la ciudad amaneció con la triste noticia del del fallecimiento de migrantes mientras permanecían encerrados en instalaciones del Instituto Nacional de Migración, el presidente del presbiterio dijo:
“Con este suceso, estas muertes, también nos toca reflexionar cuál es nuestra participación como sacerdotes, cómo animar a la sociedad, verlo con los ojos de Dios para reconstruir tantas situaciones adversas que tenemos socialmente hablando. Queremos que estos ejercicios cuaresmales sean de un ánimo para todos nosotros, para entrar con entusiasmo a trabajar en nuestras parroquias”, finalizó.