Cuatro mil muchachos y muchachas se reunieron en el Estadio Juárez Vive para participar en el XXIII Congreso Juvenil organizado por el movimiento de Renovación Católica en el Espíritu Santo
Ana María Ibarra
Un corazón renovado en fuego de Amor, fue lo que experimentaron los aproximadamente cuatro mil jóvenes que asistieron al XXIII Congreso Juvenil organizado por el Movimiento de Renovación Católica en el Espíritu Santo.
El evento tuvo lugar en el Estadio Juárez Vive los días 25 y 26 de marzo teniendo como predicadores al padre Raúl de León, de Panamá y Melchor Maldonado, de República Dominicana.
¡No a la depresión!
A pesar de la disminución de la población juvenil en las parroquias después de la pandemia, el pasado fin de semana miles de ellos alabaron y adoraron a Jesús, guiados por las predicas del padre Raúl de León y Melchor Maldonado.
Melchor tocó el tema de la depresión en los jóvenes, trastorno que ha llevado a muchos al suicidio.
“Cuando nos enteramos de que un joven o una muchacha se ha suicidado, nos preguntamos el por qué, si lo vimos alegre. Puede pasar que van por la vida muertos, sin esperanza y no nos damos cuenta”, dijo el predicador puertorriqueño.
Melchor compartió historias de profetas que pasaron por algunos momentos de depresión, sin embargo, dijo, Dios los llamó para darles esperanza. Uno de ellos el profeta Abraham.
“Abraham estaba encerrado en una necesidad que tenía y Dios le dijo: no tengas miedo porque yo soy tu protector. Hay jóvenes que están encerrados en el miedo, en la ansiedad y a esa gente Dios los saca fuera y dice: cuenta conmigo. Joven, ¿cuál es la frustración que te tiene encerrado o encerrada, que es eso que te tiene distraído o distraída?”, cuestionó el predicador para que los jóvenes hicieran una introspección.
Resaltó que cada uno de los profetas se enfocó en su tragedia, en lo que les faltaba. Mientras que Dios le hablaba de esperanza.
“Ante esa situación que estas viviendo, joven, el Señor te pregunta ¿qué es lo que pides, lo que necesitas? Él quiere darte un futuro lleno de esperanza”, sentenció Melchor.
Ante Jesús Sacramentado
Con los ojos cerrados, los jóvenes expresaron al Señor, en su interior, sus anhelos.
“La mano de Dios quiere escribir una historia distinta para Ciudad Juárez, quiere sacarla de las estadísticas de ser la ciudad con más suicidios. Quiere convertir la ciudad en alegría y no en tristeza. Joven, la mano de Dios quiere cambiar tu historia”, expresó el predicador.
Enseguida, invitó a los jóvenes a una dinámica de oración. De frente, uno a uno, los jóvenes oraron por quienes estaban a su lado, para luego caminar por las butacas y orar por otros jóvenes. Mientras esto sucedía, Melchor los invitó también a tomar sus celulares y enviar un mensaje de esperanza a quienes consideraran lo necesitaba.
En esta actitud de oración, y mientras tanto, el padre Raúl de León ingresó al estadio con el Santísimo Sacramento.
“Aquí esta Jesús, tu amigo, que sabe tus problemas, tus fracasos. Cuando su Presencia llega lo cambia todo. Aquí está aquel que con una palabra suave perdona”, expresó el padre Raúl.
Misa con el obispo
El Congreso concluyó el domingo por la tarde con la celebración de la Santa Misa, presidida por el obispo don J. Guadalupe Torres Campos, quien transmitió a los jóvenes su alegría de volver a verlos juntos alabando a Dios, tras la pandemia.
En este sentido, al reflexionar sobre el evangelio de ese dia, que presentó la resurrección de Lázaro, el obispo dijo a los muchachos que ellos mismos vivieron con ese Congreso “una resurrección espiritual”.
Igualmente los alentó a seguir en el camino de Jesús y dejar arder sus corazones en el Amor de Dios que los lleva a la felicidad, tal y como algunos asistentes se lo expresaron en testimonios personales.
En frases
“Es la primera vez que vengo a este congreso y me gustó acercarme más a Dios y conocer qué es lo que realmente quiere de mí para hacer su voluntad y no hacer lo que yo quiera”.
Dulce María Sandoval, 13 años, parroquia Todos los Santos.
“Este congreso me llenó mucho el alma. Sané cositas que pensé que ya había sanado. Vi como otros chicos sanaron su corazón y se encontraron por primera vez con Dios. Me ayudó a realmente acercarme más a Dios. Me siento satisfecha y llena esperanza”
Cirene Piria, capilla Nuestra Señora de la Expectación.
“Esta experiencia ha sido de las mejores de mi vida. Ya había tenido un encuentro con Dios, pero aquí reforcé esa conexión. Es algo maravilloso que no puedo explicar, hubo momentos en que sentí a Dios en el alma, me sentí plena, llegó a mí y me gustaría seguir viviendo experiencias como esta”.
Jimena, capilla Nuestra Señora de la Expectación.
“Me gustó mucho este congreso que me está acercando más a Jesús. Aquí lo voy conociendo más para estar junto a Él”.
Juan Carrillo, capilla El Rostro de Cristo
“Me gustó el congreso porque nos ha juntado a muchos jóvenes después de la pandemia y de alguna manera hagamos comunidad en la Iglesia”.
Carlos Alberto Ramírez, capilla El Rostro de Cristo.