Ana María Ibarra
En medio de la situación de enfermedad y muerte que se está viviendo en Ciudad Juárez a causa de la pandemia por Covid-19, también se han visto signos de vida.
Uno de ellos es el sacramento del Bautismo que el padre Hugo Muñoz impartió a dos bebés el pasado sábado 9 de mayo en la parroquia Santa Inés, celebraciones que ya estaban previstas y que los padres de familia no quisieron posponer.
Es hija de Dios
Susana y Jesús Campos vieron necesario que su primera hija, una bebé de siete meses de nacida recibiera el sacramento del Bautismo en este tiempo de pandemia.
“Vimos que los tiempos se están poniendo más difíciles y decidimos no alargar más su bautizo. Consideramos que es importante que ella tenga su sacramento”, dijo Susana.
Con todas las medidas de salud indicadas, Susana y Jesús, acompañados de los padrinos de su hija y un grupo reducido de familiares directos, llevaron a su hija a bautizar.
Aunque los padres de familia habían planeado hacer una fiesta para compartir la alegría con sus familiares y amigos, están conscientes que los momentos actuales eran los propicios para la celebración sacramental, aún sin festejo.
“Para nosotros esta es la fiesta: lo principal es la celebración con Dios. Gracias a Dios pudimos bautizarla con el propósito de que nuestra hija tuviera la iniciación cristiana, y sea una hija de Dios”, dijo Jesús.
“Como mamá no me imaginaba un bautizo así, quería tener una fiesta con nuestros invitados, hacer una comida, pero Dios así lo decidió y así lo aceptamos”, expresó por su parte Susana.
Tanto los padres de familia como los padrinos de la pequeña, ya contaban con sus pláticas pre-bautismales, lo único que pidieron al sacerdote fue la oportunidad para confesarse.
“Su madrina es hermana de mi esposo, quisimos que fuera alguien de la familia, que es a quienes podremos tener más cerca en estos tiempos difíciles”, dijo Susana.
Con la expectativa de lo que pueda venir después de esta pandemia, tanto Susana como Jesús invitaron a la comunidad a no perder la fe.
“Hay muchas personas enfermas, es una crisis por lo que estamos pasando y no debemos perder la fe, tenemos que tener a Dios en nuestro corazón, tomar las medidas necesarias, orar y pedir por todos los enfermos y por nuestras familias”, motivó Susana.
“Es una buena prueba que se nos pone, es cuando debemos sacar la casta haciendo oración y no olvidarnos de la gracia de Dios, pedirle por todo el mundo, nuestra familia y que esta situación se normalice”, finalizó Jesús.
Signos de vida
El padre Hugo Muñoz compartió que ya había agendado este y otro Bautismo con dos familias, desde que era párroco en San Lucas Evangelista.
“Es la primera actividad sacramental, además de la Santa Misa. Me he preguntado ¿cuántos niños han nacido a la vida de Dios en estos días?, tal vez muy pocos”, dijo el sacerdote.
“En medio de toda la muerte que hay afuera este es un signo de vida muy bonito y que de alguna manera nos hace recordar que Dios es vida”, agregó.
Compartió que tienen indiciaciones de que si van a realizar celebraciones previamente agendadas, se lleven a cabo con las medidas sanitarias dispuestas por las autoridades.
“Está agendado un matrimonio para el 18 de mayo. El muchacho ha venido algunas veces a preguntar. Estoy en la mejor disposición de hacer la ceremonia con los novios, los padrinos y algunos de su familia. Pero en cuanto la fiesta, es algo que solo ellos lo pueden resolver”, señaló.
El sacerdote aclaró que cualquier celebración sacramental que no haya sido prevista, se tiene que platicar y de ser necesario pedir autorización al obispo.
“Busco hacer lo que puedo en medio de esta situación y de estas carencias. Los invito a seguir en actitud orante porque lo necesitamos; no ver esto como un castigo de Dios, sino sacarle provecho al máximo, no dejarnos dominar por el miedo, seguir cuidándonos”, finalizó.