Inspirado en un proyecto de los Siervos de María en Italia, se construirá en Ciudad Juárez un espacio para rezar el Via Matris y meditar al airre libre junto a la Virgen María …
Ana María Ibarra
Luego de diez años de haber sido concebido y gracias al trabajo y planeacion de varias personas, se hará realidad la construcción de un Vía matris en Ciudad Juárez, un espacio al aire libre para realizar un recorrido espiritual a través del rezo de los siete dolores de la Virgen.
Este proyecto nació hace 10 años en el corazón de las hermanas Misioneras de María Dolorosa y hoy, gracias al apoyo de un grupo de personas profesionistas y de fe, ha ido avanzando y se espera llegue a concretizarse el 15 de septiembre del 2017, en el aniversario número 70 de la congregación.
Diez años en espera
La iniciativa de crear un espacio al aire libre donde la congregación pudiera recorrer los siete dolores de la Virgen María, nació hace 10 años, cuando un grupo de religiosas conoció un Vía Matris de los religiosos Siervos de María en Italia.
Así lo compartió la hermana Georgina Onofre, misionera de María Dolorosa quien se encuentra a cargo del proyecto por parte de la congregación.
“Cuando las hermanas vieron ese espacio les impactó mucho y vieron la importancia de que nosotras pudiéramos tener algo así. Se trajeron las placas y ahí comenzamos a trabajar en este proyecto”, compartió la religiosa.
Después de años de espera, ver los avances del proyecto es muy satisfactorio y de mucho agradecimiento, ya que muchas personas han intervenido.
“Todo este equipo que nos ha acompañado en todos los avances, han sido grandes persona que nos han estado apoyando. De verdad muchas gracias a todos, es mucha la satisfacción poder tener este espacio, especialmente para aquellas hermanas que están más débiles puedan tener un espacio de meditación”, agradeció la hermana Onofre.
Espacio de encuentro con María
Convencido de que el Vía Matris es un camino de oración y de encuentro con María a través de sus siete dolores, Eduardo Cantú, coordinador general de recaudación de fondos y apoyo de la ejecución del proyecto, compartió que a través de este espacio las personas podrán encontrar fortaleza para enfrentar las dificultades de la vida de la mano de María.
“Se trata de crear un espacio no sólo para las religiosas o los beneficiarios de sus obras y comunidades, sino también para toda la diócesis. Que este espacio se ofrezca como un lugar abierto para encontrarse con la Madre Santísima y reciban su cariño, su ternura y fortaleza”, expresó el entrevistado.
Dijo que el camino del Vía Matris se construirá en un terreno de casi una hectárea, que se ubica en la parte posterior de la Casa de Espiritualidad de las Misioneras de María Dolorosa y será un espacio al aire libre, con un jardín.
En el proyecto arquitectónico han colaborado diferentes grupos que han trabajado con el diseño, los planos ejecutivos y la maqueta del plano, la cual fue entregada por el Instituto de Arquitectura, Diseño y Arte de la UACJ.
“El área será con concreto estampado con un grande jardín. El camino iniciará en un muro y en cada estación se encontrará un muro con una placa. Termina el recorrido en una cruz, con una forma especial que indica que Jesús ha resucitado”, explicó el coordinador.
Bajo mantenimiento
El ingeniero agrónomo Ricardo Escobar, está a cargo de la elaboración del proyecto de jardinería y sistema de riego, mismo que, dijo, será de bajo mantenimiento.
“La jardinería está contemplada para quitar esfuerzo. Tendrá una selección de dos variables de árboles: pinos y fresnos, que son perfectamente acoplables para esta zona, aguantan las heladas y los calorones. Además un sistema de riego por goteo. Habrá una serie de arbustos en cada uno de los monumentos de los dolores para que la gente pueda detenerse ahí”, compartió el profesionista.
Añadió que habrá bancas para que la gente pueda descansar. Mientras que las banquetas serán perfectamente transitables, incluso para personas en silla de ruedas u otra discapacidad.
“No hay limitantes, se facilitará el recorrido. Con el paso de los años el camino se convertirá en un canapé de sombra en el verano, y en el invierno la mitad de los arboles tiraran la hoja para dejar pasar un poco de sol y sea agradable”, añadió.
Será una realidad
Luis Manuel Gardea, ingeniero eléctrico, inició el desarrollo del proyecto hace algunos años y compartió que desde un principio se tuvo la intención de que se ejecutara lo más pronto posible, pero algunos factores se presentaron y se retrasó.
“Primero era conjuntar la idea y llegar al proyecto ejecutivo, preparar los tiempos.
Intervino gente de la UACJ, pero veíamos inalcanzables las cantidades que se manejaban. Se perdió algo de tiempo, y finalmente nos fuimos integrando. Somos gente que desde la óptica de la fe complementamos este grupo para ejecutar”, dijo el ingeniero.
Agregó: “Ahorita vamos en la planeación de la promoción de la obra. Estamos sacando los elementos para que sea una realidad”.
Proyecto comunitario
El proyecto del Vía Matris será un espacio permanente para la diócesis, por lo que el equipo coordinador invitó a la comunidad a sumarse a este trabajo a través de donativos.
“Hace unos años creímos tener el patrocinio de la mayor parte de los recursos, pero nunca se concretó. Este año se integró este grupo para sacarlo adelante con el apoyo de la comunidad. Estamos buscando primero grandes donadores que puedan aportar la mayor parte de recursos del proyecto”, compartió Eduardo Cantú.
Añadió que también se estará buscando el apoyo de parroquias y movimientos diocesanos ya que este es un proyecto de beneficio espiritual para toda la comunidad diocesana.
“Estamos presentando este proyecto a la comunidad para que se unan. Nuestra meta es tenerlo listo para el 15 de septiembre del 2017, cuando la congregación cumple 70 años, es una forma de contribuir en un regalo para las hermanas que trabajan para esta comunidad. Pero no solo es para reforzar su espiritualidad, sino de toda la comunidad”, afirmó para finalizar:
“Los invitamos a que abramos el corazón y veamos que es un regalo de Dios para todos a través de su Madre”.
Un equipo con fe y entusiasmo
Hermana María Elena Hernández, 49 años en la congregación, coordinadora de la Casa de Espiritualidad de las Misioneras de María Dolorosa.
Hermana Georgina Onofre, encargada del proyecto por parte de la congregación.
Eduardo Cantú coordinador general de recaudación de fondos y apoyo de la ejecución del proyecto.
Ingeniero Alfonso Flores, responsable de la construcción del proyecto.
Beatriz Elena Olivares, asistente de coordinación.
Ricardo Escobar Prieto, ingeniero agrónomo.
Benito Flores, diácono permanente, servicio de promoción de fondos en las parroquias.
María Concepción Peña López, arquitecta responsable de la obra
Luis Manuel Gardea, ingeniero eléctrico.