Ana María Ibarra
En un ambiente solemne, pero también de alegría, el Movimiento de la Renovación Carismática Católica en el Espíritu Santo llevó a cabo su retiro de Pentecostés el pasado domingo 4 de junio.
El retiro dio inicio con una misa presidida por el obispo diocesano, don J. Guadalupe Torres Campos, y posteriormente se realizaron las predicaciones de parte del padre Otoniel Ochoa y el predicador Antonio de Anda.
Vivir en el amor
Después de Pentecostés, en la solemnidad de la Santísima Trinidad, la Iglesia Universal concluye el tiempo de la Pascua. En este ambiente, el obispo Torres Campos reflexionó la liturgia de la Palabra de ese día, resaltando el amor.
“Tanto amó Dios al mundo, cita la Palabra. No nos queda más que admirar y vivir en el amor de la Santísima Trinidad, vivirlo personalmente y como Iglesia”, expresó monseñor Torres.
Resaltó que Dios se le presentó a Moisés como “El Señor”, y enumeró sus particularidades.
“Es compasivo; tanto es su amor que se compadece del esclavo, del enfermo, del forastero. Es clemente; su amor es infinito, está con nosotros. Es un Dios paciente; porque nos ama. Es misericordioso; se nos entrega”, señaló,
Asimismo, dijo, es un Dios fiel a su amor, a su Alianza y su fidelidad es eterna.
“Debemos siempre bendecir al Señor con los hechos, vivirlo y proclamarlo. Esa fe nos lleva a un compromiso, a vivir como hijos de Dios”, reflexionó finalmente el obispo.
Acción santificadora
Después de la Eucaristía se impartió el primer tema del retiro, a cargo del sacerdote invitado Otoniel Ochoa, quien compartió con los asistentes el significado del Espíritu Santo, primeramente, desmenuzando su nombre.
«Espíritu significa aire. En dos pasajes se cita como una brisa suave, pero en otra nos dice que el día de Pentecostés cayó como un ventarrón. El Espíritu es aire, su nombre lo dice, pero se manifiesta de diferentes maneras según como tú lo necesitas”,
“Cuando decimos que el Espíritu Santo es un ventarrón que nos sacude, nos referimos a que nos saca del aletargamiento para tomar las riendas de tu vida”, explicó.
El padre Otoniel explicó que se dice Espíritu Santo porque su acción es santificadora.
“El Padre es Creador, Jesús es el Salvador; el santificador es el Espíritu Santo. El Espíritu Santo es aire, no se puede vivir sin aire, por eso el Espíritu Santo viene a santificarnos”, dijo.
Llenos del Espíritu
El padre Otoniel dirigió la oración de petición, invocando al Espíritu Santo para que se hiciera presente y en esta tonalidad continuó el retiro con otra prédica de Antonio de Anda.
El momento fuerte vino durante la Hora Santa, delante del Santísimo Sacramento, en la que la comunidad ahí reunida se preparó para el siguiente momento que fue la oración por el bautismo en el Espíritu.
Ese día el Espíritu Santo se hizo presente de distintas maneras, llenando de sus dones y su amor a cada uno de los asistentes.