Ana María Ibarra
Más de 150 menores que forman parte del proyecto de Semilleros Creativos se reunieron el Centro Educativo Multicultural Yermo y Parres (CEMyP) el pasado 10 de marzo.
Ante autoridades municipales, estatales y federales, los talentosos menores hicieron gala de sus conocimientos musicales interpretando algunas piezas de renombre.
Sede de Semilleros
Siendo una de las sedes del programa, el CEMyP, atendido por las religiosas Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los pobres, recibió a niños, niñas y adolescentes de los distintos centros comunitarios que albergan el proyecto musical: Francisco I. Madero, Parque Central, Reforma Smart, Riveras del Bravo, Santiago Troncoso y Senderos de Zaragoza.
Con gran entusiasmo, los menores demostraron el trabajo que han venido realizando gracias a maestros que dedican su tiempo y conocimientos a favor de la niñez y adolescencia juarense.
Para dar inicio a este singular evento, los maestros de los distintos centros se presentaron ante los funcionarios presentes: el presidente municipal, Cruz Pérez Cuellar y su esposa; la secretaria federal de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero; la secretaria de Cultura en Chihuahua, Rebeca Alejandra Enríquez; así como la directora general de Vinculación Cultural, Esther Hernández, entre otros.
La religiosa María Aura García, directora del CEMyP les dio la bienvenida para enseguida ceder los micrófonos a los maestros, quienes dirigieron en un primer momento un ejercicio de calentamiento ejecutando dos piezas sencillas.
Cautivados por la música
En un segundo momento, el grupo de avanzados interpretaron un popurrí de tres boleros con clarinetes, tubas, trompetas, flautas, entre otros instrumentos.
El siguiente número fue un ensayo de parte del coro de niños y adolescentes quienes interpretaron un canto titulado “Flor de Río”, llamado el himno del Semillero.
Como testimonio del desarrollo que los menores adquieren, la jovencita Valeria, de Senderos de Zaragoza, compartió que lleva diez años tocando el clarinete, mismo que, dijo, la sigue cautivando.
“Tenía seis años cuando acudí a una demostración en la escuela acompañada de mi hermana, ella era la más entusiasmada, pero cuando escuché el sonido del clarinete me cautivó. Tengo diez años tocándolo y me sigue cautivando. Agradezco a mis maestros, ellos hacen posible lo imposible”, dijo Valeria.
Luego, el coro interpretó “Flor de Río”, pero esta vez se invitó a las autoridades a formar parte de este ensamble vocal, por lo que les fue entregada la letra de la melodía.
De manera emotiva, orquestas y voces se unieron para entonar dicho canto, y al final desbordar en aplausos.