Notidiócesis
La tarde del sábado 21 de septiembre se reunieron miles de personas en la Plaza del Ángel, en Chihuahua, para realizar la Marcha Nacional por la Vida y la Familia. Finalizaron en el parque El Palomar, donde les esperaban unas dos mil personas listas para dar inicio a una serie de peticiones, testimonios y charlas, todos enfocados a la protección de la vida, de los valores familiares, las libertades civiles y los derechos humanos como el de los padres a educar a sus hijos, o la libertad de conciencia.
Una vez congregados los asistentes, las asociaciones civiles que encabezaron el evento comenzaron con la orden del día, la cual incluyó la petición dirigida al Gobierno federal de no imponerse sobre los valores familiares y el derecho a la vida.
«El día de hoy nos hemos reunido para marchar y levantar nuestra voz como ciudadanos, como católicos creyentes, como mexicanos en pro de la libertad, de la vida, del matrimonio hombre-mujer y de la familia. El defender estos principios, valores e instituciones que tenemos como sociedad es de vital importancia; si los destruimos o los atacamos, la sociedad se viene para abajo”, dijo al micrófono Erick González Manzano, representante del Frente Nacional por la Familia y de la Alianza todos por la Familia.
“Convocamos a toda la sociedad de Chihuahua a que se uniera el día de hoy a todo el país, y la voz del pueblo mexicano se unió gritando: ‘¡Salvemos las dos vidas! ¡Sí a la vida viva! ¡Viva el matrimonio de hombre-mujer! ¡Viva la familia!”, agregó en el evento.
Expresión ciudadana
En el lugar se vivía un gran cúmulo de emociones que las diferentes personas de todos los credos y opiniones políticas ahí congregadas emitían.
«Es una expresión ciudadana muy valiosa en este México democrático y laico en el que los católicos nos expresamos. ¡Qué bueno que existan estas oportunidades de manifestarnos como ciudadanos en favor de la vida naciente!”, dijo el padre Gustavo Sánchez Prieto, de la Arquidiócesis de Chihuahua, quien al igual que otros presbíteros participaron en la convocatoria ciudadana, con el apoyo del arzobispo Don Constancio Miranda.
Consagrados a María
Así, la voluntad de los ciudadanos chihuahuenses llenó las calles de la ciudad de la Plaza del Ángel al Palomar, donde, al finalizar la marcha y concentración, los católicos desplegaron una lona con la bella imagen de Nuestra Señora de Guadalupe.
En cierto momento, en el Palomar alguien pidió que se encendieran las linternas de los teléfonos celulares, y miles de lucecitas -reflejos de la alegría de los corazones- honraron a la Madre e iluminaron el anochecer. Los presentes se pusieron de pie, los católicos se consagraron a María, seguros de que con Ella, por Jesús, la vida triunfará en la patria mexicana: esto apenas comienza, pero así será. ¡Viva México!, tierra del Verbo encarnado en un pueblo fiel.
«Creo que tenemos que hacer presente también a la Iglesia católica en este tipo de movimientos, ya que a veces estamos muy tibios y el Gobierno hace con nosotros lo que quiere, pues no manifestamos lo que pensamos. ¡Hay que defender la vida y la familia natural!», dijo Cecilia Salcedo, una de las miles de ciudadanas que salió ese día a manifestarse por la vida y la familia. (Con información de Cristina Alba Michel y Patricia Carrillo/ Notidiócesis)