Médico Alópata y homeópata explica la importancia de los pulmones y de respirar bien, tanto para el cuerpo…como para el espíritu…
Ana María Ibarra
El 31 de mayo se conmemora el Día Mundial sin Tabaco, cuyo principal objetivo es ayudar a proteger a las generaciones presentes y futuras de las devastadoras consecuencias que ocasiona el tabaco en la salud, en la sociedad, el medio ambiente y en la economía.
Un órgano vital que es dañado directamente por el tabaco y todas sus sustancias son los pulmones, cuya función es la oxigenación.
Para comprender las afectaciones que genera el tabaco no solamente en lo corporal, sino también en lo espiritual, la doctora Verónica Ramírez compartió las siguientes reflexiones.
Vida al espíritu
Un cristiano debe cuidar sus pulmones ya que, cuando Dios creo al ser humano, tuvo mucho cuidado en cada detalle del cuerpo, de tal forma que ha sido creado para que ahí habite un pedacito de Dios, explicó la doctora Verónica Ramírez, médico alópata y homeópata.
“Cada persona tenemos dentro un pedacito de Dios y ese pedacito es el espíritu, nuestra esencia, eso que hace que conectemos con otro ser humano. Los pulmones forman parte de los cinco órganos vitales que tenemos. Se llaman vitales porque son los que nos dan vida”, explicó la doctora Verónica.
Dijo que si esos órganos se pierden o se lastiman, se pierde o se deteriora considerablemente la vida.
“Con los pulmones recibimos oxígeno de las plantas y nosotros les damos a las plantas dióxido de carbono. Si no hubiera esta función recíproca entre las plantas y nosotros, no existiría la vida”, explicó.
Por lo tanto, señaló, la respiración va más allá de ser una función vital, ya que mantiene al ser humano conectado con toda la Creación.
“Si la realizamos de manera consciente nos conecta con nuestro espíritu. Muchas culturas utilizan la respiración para guardar silencio y conectarse con su espíritu. Como católicos también lo hacemos en el momento en que estamos en oración, el silencio facilita y favorece a las respiraciones profundas”.
Así pues, al hacer respiraciones profundas la persona se conecta con el espíritu.
Una visión desde la fe
Tomando conciencia de que la respiración tiene una importancia y conexión espiritual, la doctora compartió que el respirar debería ser la mejor manera para agradecer de forma inmediata la vida, la Creación y la presencia de Dios en cada persona.
“Respirar es igual a oxigenarnos, oxigenarnos produce energía y esa energía es la chispa de vida otorgada por Dios desde la Creación, precisamente cuando Él nos da el soplo de vida”.
Como médico católica, la doctora Verónica señaló que, desde la fe, debería ser sencillo y agradable cuidar el cuerpo humano, especialmente los pulmones, dejando el tabaquismo.
“Los seres humanos somos los únicos seres vivos que han generado de las sustancias de la naturaleza, sustancias tóxicas. Se dice que lo hemos hecho con la finalidad de recrearnos, de relajarnos, pero la consecuencia ha sido la intoxicación. Dañamos a cada una de nuestras células”, explicó.
Expuso que cada célula es un ser vivo en sí mismo y en cada una de ellas se lleva a cabo un milagro.
“Las funciones que lleva a cabo cada célula son las que nos van dando la calidad de vida. Desde nuestra fe, el mejor método para dejar de fumar es el conocimiento de cómo funciona nuestro cuerpo”, señaló.
“Si conociéramos y le diéramos el valor que realmente tiene nuestro cuerpo, nuestro ser, sería muy fácil evitar cualquier abuso de sustancias que nos intoxique”, puntualizó.
Cómo dejar la adicción al tabaco
Para la doctora Verónica existen muchas herramientas terapéuticas para dejar de fumar, todas tan válidas y funcionales como cada persona lo desee.
“Mi especialidad tiene como finalidad ayudar distintas áreas del ser humano, es decir, comprendiendo que como personas no solamente somos el cuerpo físico, sino que también somos reflejo de lo que pensamos y sentimos. En el caso del tabaquismo hablamos de una adicción”, dijo.
La adicción, explicó, es una necesidad impetuosa de estar consumiendo permanentemente una sustancia y las células se vuelven dependientes de ella.
“La sensación que genera esa sustancia obliga a la persona a consumirla. Existen pastillas, inyecciones, parches, que al final del día también son productos químicos, y hay terapias psicológicas y psiquiátricas, porque cómo es una adicción, se vuelve un problema de salud mental”.
Así pues, desde la medicina el tabaquismo debe tener un trato multidisciplinario con neumólogo, médico internista, psicólogo, psiquiatra, opinó.
“La medicina es una, el cuerpo humano es el mismo, lo que varía son las herramientas que tenemos para apoyarlo. Todas las herramientas son válidas y funcionales, depende mucho de los apoyos que busque la persona y de qué tanto permite el médico esa cooperación”.
Responsabilidad personal
De acuerdo a la especialista, la persona adicta debe buscar, además del apoyo médico, también el espiritual ya que no solamente se trata del consumo del cigarro, sino que es el reflejo de una necesidad espiritual carente, que busca en una sustancia toxica compensar un vacío interior.
“Se debe reconocer la adicción y buscar al médico, pero también al sacerdote”, dijo.
“En una ocasión escuché a un sacerdote decir que la ciencia no tiene que estar peleada con la fe, al contrario, van de la mano, porque Dios nos da el talento para desarrollarlo y compartirlo con los demás”.
Señaló que el paciente deja la responsabilidad de su calidad de vida a un médico, a un medicamento, a un tratamiento, pero no debe ser así.
“Cada uno debemos tomar nuestra propia responsabilidad de nuestra salud y buscar al médico como apoyo para que facilite el camino adecuado para resolver el desequilibrio en la salud, así como se va al sacerdote a buscar el apoyo para recuperar la paz interior”.
Informarse y mirar al futuro
La entrevistada quiso dejar un mensaje a quienes desean fumar y a quiens ya lo hacen. A quienes tienen inquietud o apenas iniciaron, les pidió informarse adecuadamente.
“Quien quiera fumar, está bien, pero los invito a informarse primero sobre los efectos de la nicotina, principal elemento químico, aunque sabemos que tiene muchos más que pueden intoxicar. Conozcan cuáles son sus efectos, sus impactos, el daño que pueda generar, y también los beneficios. Una vez informados y a conciencia, decide”.
A los ya fumadores, la doctora los invitó a buscar apoyo para dejar el vicio.
“No solamente necesitan el apoyo de un médico familiar, se necesita un neumólogo, psiquiatra y psicólogo. Finalmente, si se encuentran en una adicción, busquen el apoyo espiritual. No nada más somos un cuerpo físico, sino que somos lo que pensamos, lo que sentimos, las acciones y lo que comemos”, dijo.
Agregó que una motivación para dejar el cigarro pueden ser los niños de la familia, los hijos, los nietos.
“Pregúntate si quieres que ellos vivan lo que estás viviendo el día de hoy. Las enfermedades no se heredan, los patrones de vida sí. Si ven al adulto que resuelve los problemas fumando, es lo que aprenderán los niños”.
Pasos para dejar de fumar
- Adecuada información acerca de los efectos que el tabacoy todos sus componentes tienen en el organismo.
- Realizar un registrode cantidad y frecuencia de cigarrillos consumidos. También se puede registrar la situación antecedente para un mayor control.
- Repasar aquellos motivos por los que hemos decidido dejar de fumar y convencernos de ellos. Estudiar los objetivos de bienestar, salud, relaciones sociales, hábitos.
- Control estimular: evitar situaciones o estímulos que precipiten la conducta de fumar.