En su mensaje dominical, el obispo nos invita a colaborar generosamente con las Misiones y a convertirnos en celosos misioneros que llevan la Buena Nueva a todos los rincones…
Mons. J. Guadalupe Torres Campos/ Obispo de Ciudad Juárez
Como siempre les saludo con gran cariño y amor de padre y pastor siempre en comunicación con ustedes. Estamos celebrando el Domund, Domingo Mundial de las Misiones, que cada año nos recuerda el mandato de Cristo a los apóstoles y en consecuencia a todos los cristianos, a cada uno de nosotros: Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda creatura.
Es esencial a la Iglesia el ser misioneros. El mismo documento de Aparecida y el Papa Francisco nos recuerdan esta misión de evangelizar, evangelizar a los pueblos. Sabemos que hay un doble aspecto misionero: el que vayan a lugares lejanos, la Misión Ad Gentes que se llama, son misioneros en el sentido estricto de la palabra, que van a países donde no se conoce el evangelio, no se conoce a Cristo. Tenemos que orar y trabajar mucho por esa misión Ad gentes, para que surjan misioneros, misioneras, sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos para ir a misionar a esos lugares donde el evangelio aún no ha llegado.
Pero en un sentido más amplio, en todo lugar, en toda diócesis, en cada parroquia, es más, cada barrio, colonia, fraccionamiento, cada familia es un lugar para evangelizar y todos estamos llamados a evangelizar.
Este Día Mundial de las Misiones se nos invita a orar. Un aspecto importante es la oración, oremos por las misiones, oremos para que como Iglesia que somos, asumamos el mandato, asumamos el envío que por el Bautismo y la Confirmación se nos ha dado. Fuimos ungidos, consagrados sacerdotes, profetas, para ir a evangelizar la familia, el ambiente de trabajo, con los amigos, de persona a persona, de familia a familia, en las parroquias…
Yo he insistido mucho desde que llegué, en tomar conciencia de que como diócesis tenemos que ser una diócesis misionera. En ese plan diocesano de pastoral que estamos tratando de implementar, de ir haciendo todos juntos, que seamos una diócesis misionera, en actitud de salida, en un estado permanente de misión, como nos dice Aparecida y el papa Francisco. Así que oremos, oremos por las misiones.
Pero aparte de orar, también se nos invita a reflexionar cómo es que la Iglesia es misionera y cómo participo yo, desde mi Bautismo, en la Iglesia para misionar. Acércate a tu parroquia, acércate a tu párroco, pide información, díle, aquí estoy para unirme a la acción pastoral misionera de esta parroquia, a todos los grupos, a todos los movimientos, además de su carisma propio, que jóvenes, que la familia, que las parroquias, que lo social, etcétera, deben tener todos un aspecto importante misionero.
Otro aspecto importante del Día de las Misiones es sin duda la cooperación, la ayuda económica. Se hace este fin de semana la Colecta por las misiones. Sabemos que la Iglesia vive de la caridad, de la aportación que todos los fieles hacen para que se propague el evangelio por todas partes. También te motivo a que cooperes, a que ayudes para las misiones.
La colecta de este domingo, de este fin de semana, es íntegra para las misiones. Sé generoso. Lo importante es que nos sintamos aludidos por la Palabra de Dios, y tomemos conciencia de nuestra condición de ser profetas y llevar el evangelio, de anunciarlo y proclamarlo en todas partes, en todos los ambientes, sobre todo como nos dice Aparecida y el Papa Francisco, a los más alejados, a los que no conocen a Dios, a los que sí lo conocen, pero están fríos en su fe; a los que permanecen un poco indiferentes, los que tiene algún resentimiento incluso y que la fe está débil o se va perdiendo.
Tenemos que ir al encuentro de todos, llevarles la palabra de Dios, con las palabras, evangelizando la acción profética, el anuncio el kerigma, la nueva evangelización, pero también misionar con el amor, salir ya al encuentro del otro con una actitud de compasión y misericordia, pues también sirviendo a los demás es evangelización. Practicar las obras de misericordia es evangelización.
Que todos nos sumemos a tomar conciencia este fin de semana en la acción misionera de la Iglesia, pero hay que trabajar todos juntos, unir nuestros carismas, fuerzas, capacidades y talentos para salir juntos a llevar la Buena Nueva a todos.
Congreso de matrimonios
Por otra parte también quiero felicitar y animar a todos los que están participando este fin de semana en el Congreso de matrimonios, un lugar propio para ser evangelizados y para evangelizar en la familia. A todos los que están participando en este congreso de matrimonios los felicito, les agradezco haber dejado actividades de familia, de descanso u otra actividad para participar del congreso. Ahí estaremos participando nosotros en el sacramento de la Reconciliación, en la Eucaristía haciéndonos presentes, pero sí es importante que estos congresos como ya se dieron, y ahora este congreso de matrimonios, nos ayuden a potenciar, a fortalecer el matrimonio y la familia como una celula importante de Iglesia doméstica, como una célula importante para ser evangelizada y se conviertan en evangeliadores.
Una familia que vive el amor, la unidad, que se respeta, un matrimonio muy unido, muy cristiano, que frecuenta la Eucaristía, que ora, que celebra la fe, es una familia misionera para otras familias y matrimonios.
Los animo a seguir participando en todas las actividades y eventos diocesanos que se están realizando. La verdad que estoy muy contento y orgulloso con la diócesis por todo lo que estamos realizando. No se queden estáticos, sino que los que participemos de una u otra manera en esta acción pastoral, sigamos comprometidos con Cristo, con nuestra Iglesia diocesana para llevar el evangelio, para testimoniar nuestra fe en la Iglesia y en el mundo. Como les digo en la predicación cuando voy a confirmar con la unción del Espíritu Santo: evangelicen en la iglesia hacia dentro y hacia fuera del mundo. Llevar el evangelio por todas partes. Les mando mi cariño y mi bendición como cada fin de semana Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca para siempre. Dios les bendiga.