El enfermero José Carlos Díaz y su familia iniciaron el proyecto “Misión de Madre” para apoyar a familias que han sufrido Covid y desean desinfectar sus hogares pero no cuentan con recursos para ello.
Ana María Ibarra
Después de que su familia superó la enfermedad de Covid 19, y conscientes del gasto que implica el tratamiento médico y lo que conlleva haberla padecido, el enfermero José Carlos Díaz y su familia decidieron equiparse para ofrecer apoyo en la higienización de viviendas en donde se haya presentado la enfermedad o así lo requieran.
Esto a través de un proyecto al que han llamado “Misión de Madre”, en honor a María Santísima, con el cual Carlos y su familia buscan llevar esperanza a través del servicio de desinfección, de manera gratuita.
Aportación del corazón
En entrevista con Presencia, José Carlos Díaz compartió que hace poco más de un mes, él y su familia lograron superar el virus del Covid, lo que definió como un momento muy fuerte, tanto en lo físico y emocional, como en lo espiritual y hasta económico.
“Esta enfermedad no sólo nos desgasta físicamente, también hay momentos de debilidad, de desesperanza, en que nos sentimos solos y abandonados, pero en esa soledad encontramos la fortaleza en Dios que aumenta nuestra fe”, expresó Carlos.
El entrevistado, quien hace dos años vivió su retiro de evangelización en la parroquia Dios Padre, agregó que el aspecto económico también se vio afectado considerablemente pues la familia debió realizar un gasto más: el servicio de sanitización para erradicar el virus del ambiente de su hogar.
Y al darse cuenta de esta realidad, decidieron invertir en equipo para prestar servicio de desinfección a familias que hayan pasado por la enfermedad Covid 19 y cuya economía sea limitada.
“Soy enfermero y me toca atender a personas con esta enfermedad. Al conocer su realidad surgió la iniciativa para ofrecer este servicio a nuestra comunidad parroquial, pero también a la comunidad en general, aportando un poco de lo mucho que Dios nos da”, expresó.
El enfermero señaló que él, su esposa y sus papás, se unieron para llevar el gasto necesario para este proyecto.
“Lo hicimos para ayudar a la gente. Gracias a Dios salimos de esto y decidimos hacer esta pequeña aportación desde nuestro corazón y de lo que Dios pone en nuestras vidas”.
Servicio gratuito
En un primer momento compraron la máquina humificadora, otro equipo necesario, así como el químico que incluye sales cuaternarias y electrolitos de purificadores que según explicó, actúan como el medicamento “microdacyn”.
“Mi papá y un servidor llevamos a cabo el servicio en los domicilios con previo cuidado, las medidas requeridas y el equipo necesario. Hemos acudido a tres domicilios a realizar la desinfección: la casa de un primo mío, un matrimonio de la tercera edad, y la casa de un paciente que tuve y que no sobrevivió a la enfermedad”, lamentó.
Carlos y su padre han recibido de la gente el agradecimiento y la bendición de parte de Dios.
“La pareja de adultos mayores no sabían ni qué darnos. Nos ofrecían de lo que ellos tenían, no económico, pues no es lo que buscamos con este proyecto. Querían ofrecernos un plato de comida, una fruta. Lo más bonito es saber que ellos tienen este servicio que no pueden costear”, expresó.
Es así como la familia de Carlos lleva este servicio de manera gratuita.
“Después de la enfermedad hay que cuidar que la familia no se contagie, pero en la experiencia de no contar con los recursos para esto, Dios tocó nuestros corazones y nos llamó para esta misión”, aclaró.
Confiados en la providencia
Cabe mencionar que el costo del servicio de desinfección oscila entre los 900 hasta los 1500 pesos, dependiendo de las habitaciones que se deben higienizar.
“Es prácticamente el sueldo de una semana, y la economía no está en este momento para solventar estos gastos. Sabemos que hay personas que no cuentan con este apoyo y deciden no sanitizar, es ahí donde nosotros podemos apoyar”, reiteró.
Y aunque Carlos y su familia no tienen claro hasta dónde les alcanzarán sus posibilidades para seguir ofreciendo el servicio por su cuenta, están confiados en la providencia de Dios.
“No me he puesto a pensar en los gastos, me siento tan seguro y tan tranquilo de que el Señor va a solventar. Le vamos a dar hasta que el Señor lo permita. Si llegado el momento sentimos que ya no podemos, tendríamos que buscar otra forma para realizar el servicio”, comentó.
Carlos no desechó la idea de recibir aportaciones de personas que puedan colaborar por el servicio.
“Si la persona que requiere el servicio no tiene para aportar, será gratuitito, de igual manera si alguien tiene la oportunidad de una aportación mínima, puede hacerlo para seguir apoyando a quienes no tienen. Y quienes deseen apoyar el proyecto, con mucha gratitud serán bien recibidos”, externó.
Y motivó: “No pierdan la fe, Dios siempre estará a nuestro lado. En momentos difíciles vamos a encontrar la fortaleza en el hermano, en la Palabra de Dios. Aquí estamos a sus órdenes para quien necesite este apoyo”.
Desinfección de hogares por Covid
Contactar a:
José Carlos Díaz
Cel. 656 769 1744
“En momentos difíciles vamos a encontrar la fortaleza en el hermano, en la Palabra de Dios. Aquí estamos a sus órdenes para quien necesite este apoyo”.
Enfermero José Carlos Díaz