Ana María Ibarra
Con gran cariño y esperanza, la comunidad diocesana despidió al padre Rafael Saldívar Cardoza, quien fue llamado a la Casa del Padre el pasado 13 de diciembre, tercer domingo de Adviento, domingo de la alegría. El padre Rafael se encontraba enfermo desde hace varios años y ese domingo tuvo una crisis que no superó.
Velado en Catedral
Un enamorado de la Palabra de Dios es como se definió al padre Rafael Saldívar, quien fue velado en el templo de la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, donde realizó su última misión sacerdotal, como vicario.
A pesar de la tristeza por su partida, la comunidad se unió en oración para dar gracias a Dios por la vida y el ministerio del sacerdote, a quien recibieron para su velación el martes 17 de diciembre por la mañana.
El padre Eduardo Hayen, párroco de Catedral, presidió la Eucaristía, acompañado de los sacerdotes Héctor Xavier Villa, Jesús Apodaca y Héctor Miguel Aguilar.
“Recibimos en este templo el cuerpo del padre Rafael donde él sirvió los últimos años. Lo recibimos con dolor y en oración”, expresó el padre Hayen al inicio de la celebración.
En reflexión, el padre Hayen resaltó que el padre Rafael fue elegido por Dios, originalmente con un deseo de ser religioso misionero, por lo que vivió una experiencia en Mérida, Yucatán.
“Quería una vida radical, entusiasta por Cristo, pero por circunstancias del instituto él regresó a Ciudad Juárez. Lo conocí cuando era laico, sirviendo en grupos de apostolado con jóvenes en la parroquia San Felipe de Jesús. Después entró al Seminario Conciliar. Fue una persona sencilla, abierto al diálogo. Era una persona reflexiva, amaba la Palabra de Dios, la conocía muy bien, profundizaba en temas culturales”, recordó el padre Hayen.
Los fieles pudieron orar por el padre Saldívar durante la velación el día martes, para luego participar en la misa de exequias el miércoles.
Murió en servicio
Una servidora y amiga que estuvo cerca del padre Rafael fue la señora Beatriz Rodríguez Sánchez.
“Lo conocí en una misión en la Tenda di Cristo. El traía una preparación como religioso y misionero, y siguió perseverando hasta que entró al Seminario. Le gustaba mucho servir con los tarahumaras, de vez en cuando se iba a la Sierra para estar con ellos y compartir. Estuvimos en el grupo Camino al Cielo con Malena y el padre César”, recordó.
Beatriz acompañó el sacerdocio del padre Rafael y fue testigo de su alegría, su cariño y servicio hacia los jóvenes, a quienes motivaba para que, después de su Confirmación, continuaran con algún servicio.
“En la parroquia El Señor de los Afligidos lo apoyé para formar grupos de mujeres y de niños para que continuaran después de su primera Comunión. Daba clases bíblicas en otras comunidades ya que tenía capacidad de discernir las Escrituras. Su evangelio favorito era el de San Juan”, añadió Beatriz, hoy servidora de la capilla Santa María Goretti.
En ese acompañamiento, Beatriz se dio cuenta de la enfermedad del padre Rafael.
“Sufría de dolores. Su caminar fue una cruz hasta que le detectaron fibromalgia, una enfermedad degenerativa que inflama los órganos internos. Bajó su ritmo de trabajo, pero así perseveró hasta el último día”, expresó entre lágrimas.
Hace un año, el padre Rafael sufrió una crisis a causa de su enfermedad, desde entonces vivió en Casa Sacerdotal San Juan XXIII y fue Beatriz quien lo transportaba a Catedral para que realizara su ministerio.
“Murió en su servicio, dio dos misas ese domingo. Cuando fui por él a Casa Sacerdotal ya se sentía mal. Regresé por él en la tarde y ya no celebró misa. Lo llevamos al hospital y a la media hora nos avisaron que había partido”.
“Me deja una vida llena de amor hacia todos los sacerdotes. Él estuvo conmigo cuando mi esposo enfermó y cuando falleció. Me enseñó a hacer una entrega como viuda, a dedicarme a una vida de oración y entregarme a la cruz, así como lo hizo mi Señor Jesús para seguir pidiendo por todas las vocaciones sacerdotes”.
Pbro. Rafael Saldívar
Nació en Ciudad Juárez el 25 de abril de 1966.
Hijo de don Salome Saldívar y Sara Cardoza (+).
Bautizado el 18 de junio de 1966.
Estudió filosofía en Yucatán de 1995 a 1996.
Estudió dos años de Teología en el Seminario de Yucatán de 1998 al 2000.
Concluyó sus estudios de Teología en el Seminario de Ciudad Juárez del 2003 al 2005.
Fue ordenado diácono el 27 de enero de 2007.
Fue ordenado sacerdote el 01 de septiembre de 2007.
Nombramientos:
El 8 de octubre del 2007, colaborador parroquial en Santo Tomás Apóstol en el 2007
El 4 de agosto del 2009, Párroco de la parroquia Señor de los Afligidos.
25 de mayo del 2018, Vicario de la parroquia Nuestra Señora del Rosario.
23 de enero del 2019, Vicario de Catedral.
El 22 de febrero del 2024 fue nombrado miembro de la Dimensión Diocesana del cuidado de los bienes culturales de la Iglesia y Arte litúrgico.