Ana María Ibarra
Con siete meses de haber sido erigida como parroquia, la comunidad de Nuestra Señora de la Consolación ha iniciado un proceso de misión y evangelización permanente, con el fin de ser una Iglesia en salida para llegar a todas las familias del sector y convertirse así en una parroquia de comunión, fraternidad y acogida, tal y como lo pide el papa en su intención de oración para el mese de febrero.
Encabezada por el padre Manuel Bañuelas, párroco, la comunidad cuenta con una población de 80 mil habitantes y su territorio está en franco crecimiento habitacional, industrial y educativo.
Parroquia nueva
El padre Manuel Bañuelos compartió que su comunidad empieza a vivir como parroquia, ya que por mucho tiempo fue capilla.
«En cierta manera la parroquia es muy joven y está llena de entusiasmo y alegría. Los servidores tienen mucha ilusión para que la parroquia sea un medio de encuentro, de amistades”, dijo el sacerdote.
Explicó que la comunidad se encuentra en franco crecimiento, pues su territorio abarca 32 fraccionamientos y se están construyendo maquiladoras, negocios, lugares deportivos y escuela. Es ahí donde se encuentra Ciudad Universitaria.
“Ahí está pensado el desarrollo de la ciudad. Se espera un gran reto que tenemos que atender ahorita y seguir atendiendo a los que vengan en el futuro”, señaló.
La parroquia cuenta con tres capillas: San Pío de Pietrelina, San Charbel y Santo Toribio Romo.
“Así recibí la parroquia y tomé además tres fraccionamientos que se encuentran lejos de cualquiera de los templos. La solución fue acercarnos a los fraccionamientos Arecas 2, Sierra Vista y Jardines de Roma. Son fraccionamientos seleccionados geográficamente para que la gente pudiera acercarse a misa y a los cursos que ofrecemos”, explicó.
En esos sitios, la misa se celebra al aire libre en algún parque y se está buscando un espacio donde se puedan construir capillas, en un futuro.
“La gente está acercándose, ya ubica el lugar de la misa y acude con mucho gusto, aunque a algunos les extraña vernos, pero están satisfechos porque realmente muchos no pueden trasladarse a la parroquia o a alguna de las capillas, el uber es muy caro y el camión se tarda para pasar”, abundó el sacerdote.
Así, los fieles se sienten agradecidos por la oportunidad que la parroquia les brinda al acercarse a ellos.
Misión evangelizadora
Ante las necesidades y retos presentes en la comunidad, el sacerdote pensó en solicitar el apoyo del equipo de Laicos en Misión Permanente para iniciar el proceso de evangelización y misión.
“Queremos que quienes están con nosotros se vaya enamorando de la parroquia. Se les ha indicado a las catequistas y servidores que demos un buen testimonio para que la gente se sienta parte de la parroquia y así ha sido. La gente se ha acercado con mucha confianza y se sienten parte de la parroquia o de alguna capilla”, añadió.
Es así como la comunidad y LAMP han iniciado el proceso con un retiro para papás de catecismo, no sin antes haber tenido un encuentro los servidores y el mismo párroco.
“La finalidad es que formen una comunidad. En el mes de junio vamos a dedicarnos a evangelizar a la gente que está en cursos y en el mes de diciembre vamos a evangelizar tocando puertas para llegar a las personas que no conocen a Cristo, y cada seis meses habrá un retiro para que la gente se enamore de Dios”, indicó.
Meta: ser una parroquia en salida
El párroco visualiza su comunidad como una Iglesia en salida que se encuentra con el necesitado.
«Los jóvenes están muy involucrados en la parroquia, han ido a los fraccionamientos a entregar juguetes, despensas y a invitar a la gente a la misa. Queremos que la gente reciba el mensaje de Dios. Si Dios nos concede, en diciembre tendremos un retiro especial para las personas que hayamos visitado en sus casas”.
El sacerdote se dijo testigo de que las personas han comenzado a amar su parroquia ya que asisten a los sacramentos y se involucran en los servicios, como es la limpieza del templo, atender la cocina y otras actividades.
“La mayoría son familias de matrimonios entre 33 años a 40 años, son familias que apenas están empezando y no tienen más de 10 años en ese lugar. Además de construir su casa, su hogar, están construyendo la comunidad parroquial”, reflexionó el padre Manuel.
Siete años de preparación
La planeación que el padre Manuel ha realizado junto con los servidores de LAMP, señala que con 5 a 7 años de trabajo arduo, la parroquia podrá haber visitado todas las casas del sector, que son más de seis mil.
“La intención es ir a todas las casas y encontrarnos con todos los miembros de cada una de las familias y llevar el mensaje de Dios a todo el territorio y constantemente estar invitando a la gente a que formemos más comunidades”.
Añadió que para lograrlo se requiere evangelizar el sector parroquial para que toda la gente identifique su parroquia.
«Este es un gran sueño, quizá la sociedad no está muy bien, pero nuestra meta es invitar a todos y serán ellos quienes decidan si responden o no. El trabajo será mucho, pero le pido a Dios que me dé la sabiduría para atenderlo”, expuso.
Y finalizó diciendo: “Quiero seguir respondiendo para que nuestra parroquia sea un equipo de trabajo en nombre de Jesús, para que podamos dar testimonio de una Iglesia evangelizadora”.
En frase…
Me siento contento porque después de 6 meses de párroco tengo el apoyo y las manos de la gente que se han enamorado.
Pbro. Manuel Bañuelos, párroco Nuestra Señora de la Consolación