Diana Adriano
El domingo 31 de mayo, la iglesia católica celebro la solemnidad de Pentecostés, que conmemora la promesa de Cristo a los apóstoles de que Dios enviaría al Espíritu Santo para guiarlos en su misión evangelizadora.
Para conmemorar esta fiesta, a los cincuenta días de la resurrección de Jesús, y con la que concluye el tiempo litúrgico de la Pascua, el obispo don Guadalupe Torres Campos encabezó, primero una vigilia diocesana de Pentecostés, y luego celebró la Eucaristía en la Catedral.
Derivado del confinamiento por la emergencia sanitaria del covid-19, tanto la vigilia como la celebración Eucarística se vivieron a través de los medios digitales católicos de la diócesisal igual que se hizo con las celebraciones de la Semana Santa.
Vigilia de Pentecostés
La Vigilia se realizó en un ambiente de oración y esperanza el pasado sábado 30 de mayo, desde la parroquia San Felipe de Jesús.
A través de las redes, los fieles juarenses vivieron un momento de adoración al Santísimo, acompañado por el canto y la reflexión personal, con preguntas guías, y textos bíblicos que ayudaron al encuentro personal con el Señor.
“Les saludo con grande amor a quienes nos acompañan en la fe a través de los medios digitales de nuestra diócesis, gracias a ellos esta vigilia está llegando a muchos hogares. Recordemos que Pentecostés es el culmen de la Pascua y por esto agradecemos a Dios el don de su espíritu”, dijo el obispo al iniciar la vigilia.
Más de mil personas se conectaron durante la transmisión para vivir este encuentro con Jesús Sacramentado, con la alegría de saber que el Espíritu podrá soplar y renovar la vida de la Iglesia.
“Ábrele tu corazón al Señor y habla Él, pídamosle el don del Espíritu para trabajar y dar frutos en abundancia”, expresó el obispo en su oración.
Destacó en este tiempo de contingencia Pentecostés es una oportunidad especial para pedir el don de caminar juntos en la construcción de una sociedad más unida y fraterna para todos.
Misa de Pentecostés
La celebración Eucarística de la Fiesta del Espíritu Santo se transmitió en vivo desde la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe Catedral, realizada bajo las medidas sanitarias sugeridas por la OMS.
“No seamos negligentes, no seamos duros de corazón pues el Espíritu Santo nos irá guiando. Demos testimonio de nuestra fe en la misericordia, en la oración, en la paciencia, manteniendo la alegría del amor con el ejemplo de la Virgen de Guadalupe”, dijo el obispo en su homilía, en la que también recordó que este tiempo es un momento para ser partícipes de la caridad con el hermano.
Para finalizar la celebración Eucarística, el obispo pidió elevar sus intenciones a Nuestra Señora de Guadalupe para que acompañe en el compromiso al cual llama el Espíritu: vivir en comunidad y unidad fraterna.