Los peligros espirituales que rondan a las personas hoy en día son muy variados por la cantidad de experiencias que se ofrecen para supuestamente mejorar el bienestar del espíritu humano… Aquí un testimonio de los daños que estas prácticas provocan…

Ana María Ibarra
Buscando algo novedoso, hasta cierto punto recreativo para su vida espiritual, un joven matrimonio se adentró a prácticas de esoterismo y espiritista, iniciando con alineación de chacras, uso de cuarzos para la limpieza del aura, hasta encontrarse con la ayahuasca.
Fue esta última experiencia la que acabó con su matrimonio y dejó un grave daño espiritual en ambos, siendo el varón quien decidió alejarse y buscar ayuda.
De manera anónima, el joven compartió su testimonio con Presencia.
Buscando experiencias
“Empezamos a adentrarnos en esto como algo recreativo, algo nuevo espiritualmente. Lamentablemente me salí del camino de mi fe católica. Entraron algunas dudas existenciales y después se presentó la oportunidad de asistir a los rituales de la ayahuasca”, compartió E. R. quien pidió que se le citara con sus iniciales.
Mientras experimentaban con rituales hasta cierto punto inofensivos de la llamada New Age, el entrevistado y su esposa conocieron a una mujer quien los invitó a un evento en Samalayuca, hace poco más de un año.
“En ese entonces me encontraba estudiando y no pude asistir, pero mi esposa sí asistió. Allá se quedó toda una noche, que es lo que dura el ritual. Al regresar la noté extraña y comenzamos a tener conflictos de entendimiento por lo que ella estaba experimentando y yo estaba en un proceso de desprendimiento de mis creencias católicas”, recordó E.R.
Para poder entender por lo que estaba pasando a su mujer y comprender sus palabras, E.R decidió acudir a un evento ayahuasca.
“Mi idea ir para sanar problemas que traíamos como cualquier matrimonio joven y tratar de mejorar y unirnos más como pareja. Pensé que al anunciarse como algo espiritual sería como un retiro”.
Los efectos en el ritual
El matrimonio acató las instrucciones de la preparación previa al evento.
“Comimos ligero para estar en actitud espiritual por el brebaje que íbamos a recibir. Cada chamán tiene su receta ancestral. Lo que nosotros tomamos fue un brebaje espeso y negro, con una textura pesada. Desde que llegamos a Samalayuca el ambiente se sentía pesado”, compartió.
E.R recordó que en esa ocasión asistieron un aproximado de 150 personas, mismas que se reunieron en círculo mientras el chamán o taita hacía su ritual.
“Antes de consumir nos dijeron lo que iba a suceder, irónicamente nos hablaron de Dios, fue una mezcla de palabras y creencias”.
El momento fuerte del ritual ayahuasca, fue al recibir el brebaje, comentó el entrevistado.
“La gente hace una fila, como cuando va uno a recibir la comunión, el chamán se pone al frente, hace sus rezos, mientras la gente avanza en actitud de oración. Al llegar ante el chamán, él da una cucharada de la sustancia y la gente debe tragarla. Tiene un sabor desagradable”, afirmó.
El efecto, dijo el joven, es diferente para cada persona.
“El chamán inició a tocar un instrumento extraño y su sonido activó los psicotrópicos del brebaje. En ese momento comencé a hablar con él telepáticamente. Dentro de esa plática me dijo que yo poseía dones y podía ser una persona poderosa”.
El hombre recordó que se sentó a un costado del altar para recibir la supuesta enseñanza para manejar sus dones y comenzar a sanar personas.
“En ese proceso tomé una de las veladoras y me di cuenta de que tenía una imagen de San Judas Tadeo, y justamente mi fecha de nacimiento es el día de la fiesta de San Judas. En ese momento lo vi como una conexión, pero ahora meditando me doy cuenta de que me estaba protegiendo”, expresó.
El joven consumió una segunda toma después de que el efecto de la primera bajó. Mientras tanto, pudo ver a su esposa deambulando por el lugar sumergida “en su viaje”.
“Nos dimos nuestro espacio con el objetivo de discernir internamente. Me acerqué con ella y dijo que estaba bien, que ya no veía luces ni se le movía el piso. Se nos dijo que íbamos a vomitar y cuando eso pasara pensáramos en algún problema del que quisiéramos deshacernos”.
Experiencia desagradable
En la segunda toma, el hombre siguió en su diálogo telepático y a través de señas con el chamán, quien le prometía mujeres y poder a cambio de su esposa, por lo que el joven se negó rotundamente.
Fueron muchas visiones las que tuvo E. R. en ese “viaje astral” hasta sentir una fuerte atracción haciéndolo caminar en contra de su voluntad.
“Descubrí que en ese momento me entregué al demonio para que tuviera posesión de mi voluntad. Me acerqué a la tercera toma como si fuera a tomar la comunión. Caminé y escuché trompetas. Comencé a sentir dolor en el alma, como si algo se hubiera quebrado dentro de mí”, expresó.
Brujos, satánicos, santeros, comenzaron a debatir telepáticamente con el joven, quien se negó a formar parte de ese círculo.
“Me amenazaron con quitarme por las malas a las personas que quería, y me dijeron que el mundo se iba a acabar. Ellos querían morir para trascender, creen en la reencarnación. Sentí ese combate, esa lucha y en mis alucinaciones vi el Monte Calvario mientras ellos me decían que eso había sido solo una actuación, que de nada había valido. Intentaron quitarme mi fe”.
Entre las visiones que el entrevistado tuvo, vio que le quitaron a su esposa y se vio en un lugar distinto.
“Sentía vacío, miedo, me sentía solo, no sentí a Dios, ahí experimenté la ausencia de Dios. No podía llorar, ni gritar, solo recibía las burlas y sentí que abusaban de mi mente y de mi voluntad. Empezó a amanecer y finalmente vi a mi esposa y comencé a llorar pidiéndole que no me dejara. De todo el grupo fui el último en regresar del viaje”.
Salir del Infierno
Después de todo lo que vivió en ese lugar todo parecía marchar bien. La pareja comenzó a hacer planes de vida, casa nueva, tener hijos.
“Para nosotros el 2022 pintaba que iba a ser un año bonito, con muchas ilusiones y planes. Seguimos yendo a lo de las chacras, pero decidí no volver a ayahuasca. Ella quiso continuar”.
Conforme pasaron los días la vida de este hombre se convirtió en un infierno.
“Comencé a tener pesadillas. Me soñaba con ropa de chamán, haciendo rituales y despertaba exhausto, mal espiritualmente. Un mes después de haber ido a la ayahuasca, de la nada, cuando todo era bueno, mi esposa se fue de la casa sin ninguna explicación. Siempre hablamos de luchar el uno por el otro y a raíz de eso todo se vino abajo”, lamentó.
Con un nudo en la garganta, recordó que tuvo que ir con un psicólogo ya que estuvo al borde del suicidio.
“Tuve ataques nocturnos, me aparecían moretones en la piel, duré un mes y medio sin dormir. Anduve tocando puertas porque sabía que algo no estaba bien. Tengo un guía espiritual y asisto a seminarios en María Mediadora”, compartió.
El entrevistado señaló que, con la Confesión, la Eucaristía, el rezo del Rosario y la oración constante ha logrado irse liberando.
“Me cuestioné cómo permití caer en eso, si no era lo que profesaba en mi fe. Pero fue una seducción que nos llevó a ese lugar. No existe la magia negra ni la magia blanca, es una sola. Necesitamos defender nuestra fe”, acertó a decir.
Para concluir su testimonio, E.R invitó a la comunidad a no caer en esas prácticas y cuidar a los jóvenes que son presa fácil.
“De una cosa tan pequeña como puede ser un cuarzo, terminamos consumiendo ayahuasca y eso destruyó mi matrimonio. Me duele saber que ella está allá y no poderla traer de nuevo. Pido perdón a Dios por no poderla defender. Sé que es buena persona, pero está vendada. No hay un día que no pida por ella”, concluyó.