Diana Adriano
También las religiosas Clarisas Capuchinas y Misioneras de Jesús Hostia compartieron valiosos consejos para que los fieles se acerquen a la espiritualidad de la Eucaristía.
La hermana Silvia Becerril Merlos, Misionera de Jesús Hostia, compartió diez consejos inspiradores de los santos, para amar más profundamente la Eucaristía, el sacramento en el cual encontramos la presencia real de Jesús y vivir una vida más plena en la fe.
- San Francisco de Asís nos enseña a adorar el Cuerpo de Cristo incluso cuando no podemos asistir a la Santa Misa, mediante la oración y la adoración espiritual.
“Cuando no puedo asistir a la Santa misa, adoro el cuerpo de Cristo con los ojos del espíritu en la oración, lo mismo que le adoro cuando le veo en misa”.
- San Alfonso María Ligorio nos anima a dedicar tiempo con devoción frente al Santísimo Sacramento.
“Ten por cierto que el tiempo que empleas con devoción delante de este Divinísimo Sacramento, será el tiempo que te reportará en esta vida y que más te consolará en tu muerte y la eternidad.
Ganarás más en la presencia de Jesús Sacramentado que en todo lo demás que realices.”
- San Francisco de Sales nos muestra la fuerza indecible de la oración unida a la Eucaristía.
“La oración, unida con ese divino sacrificio de la Misa, tiene una fuerza indecible; de modo que por este medio abunda el alma de celestiales favores”.
- San Luis María Grignion de Montfort nos insta a suplicar a la bondadosa Madre María que nos preste su corazón para recibir a Jesús en la Comunión
«Antes de la Comunión suplica a nuestra bondadosa Madre que te preste su corazón para recibir en él a su Hijo, con sus propias disposiciones”.
- Santa Teresa de Ávila nos invita a contemplar la presencia del Señor en nuestro corazón.
“Acabando de recibir al Señor en la Sagrada Comunión, tienen la misma persona delante, procura cerrar los ojos del cuerpo y abre los ojos del alma y mirar al corazón”.
- San Juan María Vianney nos recuerda el inmenso valor del santo sacrificio de la Misa
“Si supiéramos el valor del santo sacrificio de la misa, qué esfuerzo tan grande haríamos por asistir a ella”.
- Santa Teresa de Lisieux nos hace reflexionar sobre la gracia especial de la primera Comunión y cómo podemos confiar en que nuestras peticiones serán atendidas.
“Recuerda que el día de la Primera Comunión se alcanza todo lo que se pida con fe”
- San Juan Pablo II nos exhorta a que al recibir el ‘Pan vivo bajado del Cielo’, Jesús y a practicar con lógica el amor y la ayuda al prójimo.
“Debemos sentirnos interpelados por las necesidades de tantos hermanos. No podemos cerrar el corazón a sus peticiones de ayuda. Y tampoco podemos olvidar que, ‘no solo de pan vive el hombre’. Necesitamos el ‘Pan vivo bajado del Cielo’. Este pan es Jesús. Alimentarnos de Él significa recibir la vida misma de Dios, abriéndonos a la lógica del amor y del compartir”.
- Santa Catalina de Siena alaba la inestimable caridad de Jesús al quedarse con nosotros como alimento.
“¡Oh Caridad inestimable! Te quedaste con nosotros como alimento, mientras somos peregrinos en esta tierra, para que no desfallezcamos por el cansancio, sino que fortalecidos por ti, alimento celestial, sigamos el camino”.
- San Juan Bosco dirige su mensaje especialmente a los jóvenes, invitándolos a amar con todo su corazón a Jesús Sacramentado para experimentar la verdadera alegría y plenitud.
“Queridos jóvenes, ¿Queremos estar contentos y alegres? amemos con todo el corazón a Jesús Sacramentado”.
Con estos consejos de los santos, la religiosa buscó transmitir cómo nos inspiran a acercarnos a la Eucaristía con una mayor reverencia y amor, reconociendo la presencia real de Jesús en el Sacramento.
Otras formas
La hermana Silvia también compartió algunos consejos prácticos para honrar a Jesús presente en la Eucaristía, los cuales nos invitan a tener un profundo respeto y amor por el Señor en el Santísimo Sacramento:
1.- Adorarlo con sumo respeto, reconociendo su presencia real y divina en la Eucaristía.
2.- Manifestarle nuestro amor como respuesta a su gran amor por nosotros.
3.- Acudir a Él con confianza, pidiendo su gracia y ayuda en todas nuestras necesidades.
4.- Al entrar en una Iglesia en la que se reserva el Santísimo Sacramento, recordar que estamos en la presencia de Jesucristo, el mismo Dios al que los ángeles adoran. Debemos ser conscientes de nuestra vestimenta, comportamiento y guardar silencio, mostrando las señales de respeto debidas al Señor y Dueño de todas las cosas
Ser agradecidos
La religiosa nos recuerda que Jesús es nuestro amigo amoroso que permanece en el tabernáculo día y noche, prisionero de su amor. Invita a visitarlo con frecuencia y a ser agradecidos por su inmenso amor.
“Las manos de Jesús están llenas de dones celestiales, que Él desea prodigarnos: correspondamos con confianza y Amor. ¡Alabado sea Jesús en todo momento en el Santísimo Sacramento del Altar!”, finalizó.
40 horas de Adoración al Santísimo
La hermana Clara Saucedo, religiosa Clarisa Capuchina, explicó e invitó a participar en esta tradición que se lleva a cabo en el monasterio; “40 horas de Adoración frente al Santísimo Sacramento”, práctica tiene como objetivo acercar a los laicos a la Eucaristía y fortalecer su relación con Jesús sacramentado.
«Esta fiesta es hoy importante para toda la Iglesia y también para nosotras, ya que es uno de nuestros apostolados. Él nos dejó este gran regalo de estar con nosotros todos los días, hasta el fin del mundo, y una forma real de experimentarlo es a través del Santísimo Sacramento del altar», afirmó.
Por Santa Clara
El monasterio ha adoptado esta devoción en honor a Santa Clara de Asís, quien tenía una profunda devoción y amor por la Eucaristía.
La tradición se realiza en agosto comenzando el día 9 de agosto y culmina el día 11 de agosto, coincidiendo con el triduo en honor a Santa Clara.
La religiosa, destacó la belleza de la respuesta de las personas ante esta iniciativa. Muchas de ellas llaman por teléfono para apartar su hora de adoración y se comprometen a asistir en el horario que solicitaron.
Se lleva a cabo una lista para organizar los turnos, pero también hay quienes llegan sin haberse anotado previamente. Estas visitas inesperadas son motivo de alegría para las monjas.
«Han venido personas de parroquias muy lejanas, y a mí me parece increíble cómo Dios los mueve para que se sumen a estos momentos de adoración», expresó.
Agregó que es evidente que el estar frente a la Eucaristía los fieles experimentan la presencia de Jesús como luz que guía sus pasos y les muestra el rumbo que deben seguir en sus vidas.
Las 40 horas de adoración se han convertido en una tradición significativa en el monasterio de las hermanas Clarisas Capuchinas y representa una oportunidad para que los laicos se acerquen más a la Eucaristía y experimenten la presencia de Jesús de manera profunda.