Honrar a Jesús en la Eucaristía es una expresión de fe que nos recuerda la promesa que Jesús hizo antes de subir el cielo: Estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo.
Ana María Ibarra/ Diana Adriano
En torno a la fiesta de Corpus Christi, algunos sacerdotes y religiosas compartieron con Presencia algunas formas de honrar el Cuerpo de Cristo, presente en la hostia consagrada.
Adoración Nocturna: cinco razones
Estas son cinco razones por las que la Adoración Noctirna es una forma de honrar a Cristo. Las explica el padre Jaime Melchor, coordinador del Movimiento diocesano:
En primer lugar, el católico reconoce desde la fe y confianza en Él a sus palabras cuando dijo: “Esto es mi Cuerpo y esta es mi Sangre” y “el que come mi Carne y bebe mi Sangre tendrá la vida eterna”.
“Al adorar a Jesucristo presente en la hostia consagrada estamos confiando en esas palabras que él nos dijo porque no nos miente. Es verdaderamente Él, le honramos y hacemos manifiestas sus palabras de verdad”, expresó el sacerdote.
En segundo lugar, añadió, el pueblo reconoce su divinidad.
“Es decir, estamos adorándolo y honrándole como verdadero Dios. Y así entonces, también el corazón se une al suyo en la oración. Como Santo Tomás decimos: “Señor mío y Dios mío” y le adoramos por quienes no le adoran, honrando Su grandeza, su poder absoluto, como Rey de reyes”.
Como tercer punto, señaló que honrar a Cristo en la adoración es reconocer su majestad como Único Señor y Dios verdadero, Rey del universo, cabeza de la Iglesia, y como aquel que nos da la Salvación.
“En cuarto lugar, predicamos que la necesidad de cada ser humano se ve solamente realizada o saciada al acudir a Su Presencia y reconocemos nuestra nada delante de quien lo es todo”.
Por último, dijo, la adoración nocturna enseña cómo ser humildes al adorar a Jesucristo en la Eucaristía y ver cómo siendo Él tan grande se hizo sencillo, humilde, alimento de vida eterna en ese pequeño pan consagrado.
Intimar con Jesús
Se dice en el ritual que la adoración nocturna es una “audiencia privada” con el Señor.
La intención de la adoración nocturna es procurar que todo nuestro ser esté en sintonía para reconocer a nuestro Señor como Rey e intercesor”.
Agregó que todo lo que indica el ritual manifiesta la íntima comunión de la persona humana con la persona de Cristo, presente en la Sagrada Hostia consagrada.
“La Adoración Nocturna, por lo tanto, ayuda a intimar con Jesús Eucaristía al señalar que el adorador o la adoradora nocturnos han de estar todos los días unos momentos en la presencia de Jesucristo Eucaristía, ya sea visitándolo en el sagrario o hacer una comunión espiritual para amarlo cada día más, así como meditar su Palabra y promover la devoción a la Eucaristía”.
Procesión con el Santísimo Sacramento
Otra manifestación de honra hacia Jesús son las procesiones con el Santísimo Sacramento, acto que algunas parroquias realizan un día antes de salir a la misión casa por casa, o por algún aspecto especial, incluso, la fiesta de Corpus Christi incluye una procesión y altares.
El padre Manuel Bañuelos explicó que la procesión recuerda al cristiano que va caminando.
“Recordemos que Dios nos envió para caminar como hermanos, como Iglesia y a eso nos invita la procesión. Este acto es bíblico, el pueblo de Israel salió en procesión al encuentro de la Tierra prometida y Dios nos recuerda que también tenemos peregrinar en nuestras vidas”, dijo el padre Manuel.
Añadió que, en la celebración de Corpus Christi se camina hacia Cristo al recordar que Jesús dijo: yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.
“Es un buen motivo caminar con Jesús sacramentado ya que el Señor es el que dirige nuestros pasos, por eso va al frente de la procesión y atrás va la feligresía como comunidad, para apoyarnos mutuamente en la presencia de Dios”.
Intimar con Jesús
Agregó que durante la procesión con el Santísimo, se llega a intimar con Jesús dando testimonio con lo que se realiza en el trayecto: cantos de alabanza y gozo, la oración o simplemente el ir caminando.
“Es bonito darnos cuenta de que la gente al ver la procesión se persigna, les hace recordar que hay algo espiritual, que Dios manifiesta ahí su Gloria y algunos se unen a la procesión”.
Añadió que siendo en la vía pública este evento, el poder de Dios se manifiesta, porque a veces las personas que se encuentran con Jesús en la procesión no van a la iglesia y es una manera en que el Señor se encuentra con ellos.
“En la procesión, como Iglesia, vamos al encuentro del hermano que se ha olvidado de Dios, nos encontramos con la sociedad, con las realidades que se vive en la zona, la violencia, los migrantes, los pobres, con los que trabajan, con el mundo y esto es un deber: llevar al Jesús a todas las personas”.
“Hay parroquias que tienen procesión para caminar con el Señor en oración y en ese acto el Señor llega a las casas, a los parques donde se encuentran los niños y los jóvenes, el Señor se encuentra con la gente en las banquetas, en la parada de la ruta. Eso es la procesión, además de un encuentro entre hermanos”, finalizó.
La Hora Santa
La adoración al Santísimo Sacramento se remonta Siglo XIII y es una manera de estar cerca de Jesús y experimentar su presencia real. Esta experiencia se puede vivir constantemente a través de la Hora Santa que regularmente se realiza en distintas parroquias los días jueves.
Sobre esta manera de honrar el Cuerpo de Cristo, el padre Alfonso García explicó que el creyente descubre en esa hora que Jesús es el portador de la paz.
“Jesús es el que nos libera de nuestras esclavitudes, que nos da vida plena. Necesitamos experimentar el sentirnos acompañados. El ser humano necesita también relacionarse con Jesús a través de lo visible y contemplar, por eso que se use el pan consagrado pues la fe nos dice que estamos contemplando a Jesús”, expuso el padre Alfonso.
Aunque dijo el ser humano no logra profundizar en todo ese misterio que encierra el sacramento de la Eucaristía, es con la fe que descubre la presencia real de Jesús.
El sacerdote recordó la fe y la emoción de la gente cuando se expone el Santísimo Sacramento y quiere tocar la custodia.
“Yo lo refiero a lo que los evangelios nos dicen que cuando Jesús pasaba por sus aldeas, por sus pueblos, la gente salía a querer tocarlo, como lo hizo la hemorroísa con fe en que si solo tocaba la punta de su manto, iba a quedar sana”, expresó.
Agregó que en la Hora Santa Jesús derrama su consuelo, su bendición y la gente da testimonio de ello.
«Hay consuelo, fortaleza e incluso sanación física, emocional y espiritual. La gente busca esa forma de honrar a Jesús en la Hora Santa y encontrarse con Él”.
Intimar con Jesús
Para el sacerdote, estar frente al Sagrario es una gracia.
“El Espíritu Santo va desarrollando en nosotros y va infundiendo esa intimidad con Jesús. Jesús nos dice: no son ustedes que me escogieron a mí, soy yo el que los escogió a ustedes. Al estar algunos minutos con Jesús sacramentado el resultado va a ser de consuelo, de paz”.
Resaltó que muchas veces la gente no sabe cómo orar al estar frente a Jesús Eucaristía. Sin embargo, dijo, basta con adorarlo y contemplarlo.
«Estar con Jesús es una gracia y una bendición que solo a la luz de la fe y con la ayuda del Espíritu Santo se puede descubrir. Pidamos al Espíritu Santo que nos ayude a intimar más con Jesús”.
Y añadió: “Los invito a asistir ante el Sagrario. Hay parroquias que tienen el Santísimo Sacramento expuesto todos los días. En esta parroquia, San Francisco de Asís, exponemos el Santísimo Sacramento de martes a sábado a las 7:00 de la mañana y hasta las 7:00 de la tarde. Los testimonios dicen que después de pasar un momento frente a Jesús Eucaristía la persona sale diferente de como entró”.