Sebastian Campos
Nochebuena es una excelente oportunidad para que, a los pies de Jesús recién nacido, la familia pueda reencontrarse, darse tiempo para si misma, valorar lo que cada uno aporta y todos juntos fijar la mirada en Dios. Preocuparse solamente por preparar la rica cena familiar, por comprar los regalos y por mantener entretenidos a los niños, no es suficiente, una fiesta como el nacimiento del Hijo de Dios es mucho más que una celebración cualquiera.
Es por esto que queremos proponerte algunas ideas para pasar la Nochebuena en familia, propiciando la participación de todos quienes viven contigo.
Si en tu casa tienen algunas otras costumbres o ideas para pasar la Noche Buena, ¡compártelas con nosotros!, así todos nos animamos a darle un nuevo aire a la Navidad. ¡Devolvámosle el sentido y hagamos de esta noche de espera, la noche más linda del año porque El Hijo de Dios ha nacido!
- Prepararse para la llegada del Niño
Para algunas familias es costumbre armar el pesebre, varios días e incluso semanas antes de Nochebuena. Algunos tienen el detalle de no poner a Jesús en el pesebre hasta pasadas las 00:00hrs del 24, haciendo entender que el día 25 de Diciembre es el nacimiento. Es una buena idea hacer participar a los niños de la casa y por cada hora que pasa ir acercado la figura de Jesús cada vez más, para que al momento de la media noche, sea Él el protagonista y no el abrir los regalos que están a los pies del árbol.
- Adoración al Niño Dios
No sé en sus países, pero en Chile la gran mayoría de las familias espera la media noche, no porque sea el día de Navidad, sino porque es el momento en que San Nicolás pasa a dejar los regalos. Es por esto que todos los niños se ponen nerviosos y corren a abrir sus presentes y obviamente nadie mira el pesebre. Que la llegada de la media noche y por lo tanto de Jesús al mundo, no tenga como centro el intercambio de regalos, sino que el nacimiento. Por lo tanto te invitamos a preparar un villancico y una pequeña oración, algo sencillo que los más pequeños puedan repetir y cantar. De esa forma no solo le daremos el espacio que Jesús se merece en esta celebración, sino que estaremos formando el pequeño corazón de nuestros niños.
- Invitar a alguien que esté solo
Para muchas personas, estos tiempos de fiesta y celebración familiar son amargos pues están solos. Sea cual sea la razón por la que están lejos de sus familias, es un lindo signo invitarles y acogerlos, mostrarles que Navidad es para ellos. Que tu hospitalidad y atenciones sean testimonio de consuelo y alegría. ¡Cuánto mejor si lo consideras dentro de la lista de regalos!
- Escuchar a los mayores
Para muchos es aburrido escuchar a las personas mayores, pues repiten las mismas historias de siempre o porque las cosas que les ocurrían no son tan emocionantes para nosotros como para ellos. Preguntarles como celebraban la Navidad en sus tiempos, qué regalos marcaron su infancia, qué tradiciones ellos vivían y ya se han perdido será un lindo gesto de Nochebuena. Además que será un hermoso aprendizaje, créeme.
- Cocinar juntos
Hay hogares en donde la mesa es el centro de todas las fiestas, por lo que mamá y papá (abuelos y abuelas también) ponen especial cuidado en la preparación de los alimentos, la elección de los ingredientes y que todo esté prolijamente puesto sobre la mesa. No está mal querer compartir una rica comida en Nochebuena, pero en este aspecto los más pequeños, incluso los jóvenes, quedan marginados. ¡Invítalos a participar de la cocina! Pueden hacer galletas de Navidad, algo para el postre o incluso limpiar los vegetales para las ensaladas es un buen comienzo para hacerlos parte de la fiesta en la cocina.
- Preparar una oración especial para bendecir la cena
No podemos ser muy extensos aquí o nuestros comensales alegarán que se enfrían sus platos, pero podemos extender la oración durante la cena. Podrías leer una pequeña oración, reflexionar la frase de un santo y luego, durante la cena compartir qué nos dice a cada uno y cómo llevamos eso a nuestras vidas. Seguro te sobra creatividad en este punto.
- Preparar un regalo especial
Si como familia pueden tener un presente extra, envuélvanlo juntos y que los más pequeños agreguen una nota, para que ellos mismos al día siguiente (o cuando puedan), se lo entreguen a alguien que ustedes saben que económicamente no la pasa bien. Enseñar a regalar es un buen regalo de Navidad para nuestros hijos.
- Contar historias navideñas
La primera por la que podrías comenzar es por la de san Nicolás, de este modo le enseñas a los más pequeños que no es que no exista, sino que su historia es mucho mejor que la que nos cuentan, San Nicolás fue un gran santo.
- Ver una película en familia
Si el tiempo alcanza, ver una película navideña (mientras no sea “Mi Pobre Angelito 2”), podría ser un panorama enriquecedor para todos y convertirse en un excelente tema de conversación y reflexión durante la cena. Nosotros ya hemos recomendado una, pero si no das con esas, de seguro en televisión están transmitiendo alguna. Aprovechen este momento de descanso y recreación como familia. Esto podría ser también el 25.
- Participar de la Misa de Nochebuena
Muchas veces el trabajo no permite hacer los preparativos para la cena familiar con tiempo, por lo que la vida no siempre alcanza para ir a la Misa y luego volver a cenar. La “Misa del Gallo”, como la llaman en algunos lugares, no solo es la parte espiritual de todo esto, sino que es un momento para que como familia celebremos junto a la Iglesia universal que Jesús ha venido por amor. Te invitamos a que te organices y participen como familia de la Misa.