El padre Juan Manuel García Martínez, quien durante más de 40 años prestó un extraordinario servicio como sacerdote en la diocesis local, falleció el viernes 21 de enero, en Madrid, España.
Diana Adriano
A los 84 años de edad y con casi 60 años de ministerio sacerdotal falleció en Madrid el padre Juan Manuel García Martínez, sacerdote nacido en el entonces Distrito Federal, quien prestó un extraordinario servicio como sacerdote en la Diócesis de Ciudad Juárez.
El ‘Querido padre’, como era conocido debido a una columna que publicaba en este semanario con ese título para responder las dudas de fe de los fieles, fue llamado a la Casa del Padre luego de lidiar con una condición neuronal llamada ELA, el pasado viernes 21 de enero.
Vida y vocación
El padre Juan Manuel García Martínez nació el 14 de enero de 1938 en México, Distrito Federal. Sus padres fueron Juan García y Sebastiana Martínez, ambos españoles que emigraron a México y luego regresaron a España.
Fue el segundo de 13 hijos, de los cuales siete eran hombres y seis mujeres.
Con un gran amor a Cristo, se formó doce años en la Universidad Pontificia de Comillas, en Santander, España, donde obtuvo la licenciatura en Filosofía y Teología.
El “Querido padre” fue ordenado el 18 de marzo de 1962 en Perdiguera, un pueblo cerca de Zaragoza, España. Luego de un año, vino a Ciudad Juárez porque el entonces obispo, don Manuel Talamás, pidió a España sacerdotes para el recién fundado Seminario Conciliar de Ciudad Juárez.
El padre García llegó al Seminario local tres meses después de su apertura. Sirvió allí durante 25 años, 9 como rector, con dos años intermedios en Ignacio Zaragoza, Chihuahua y 11 años en la parroquia Santa María Magdalena, de Villa Ahumada.
También fue párroco de la comunidad Todos los Santos.
Rector del Seminario
En una entrevista vía e-mail, con motivo del 50 aniversario del Seminario Conciliar de Ciudad Juárez, el “querido padre”, como es recordado el padre Juan Manuel García, compartió que su experiencia como rector fue un trabajo muy satisfactorio, pero a la vez consciente de la responsabilidad que conllevó.
“Darle el paso a las órdenes a un muchacho o negárselo es algo que te estremece por las consecuencias que trae para él y para la Iglesia”, expresó el sacerdote.
Dijo que le llenó de gozo participar en la ordenación de los nuevos sacerdotes, así como también el dolor de ver salir del Seminario a algunos que podrían ser muy buenos candidatos al ministerio.
“Tuve la alegría de ver implementarse en Juárez la etapa de teología, completando así el ciclo completo de la formación sacerdotal, sin tener que enviar a los muchachos a otros seminarios como se hacía anteriormente”, dijo en esa entrevista.
Siempre en contacto
Hace casi dos años, en julio del 2020, la mesa directiva del presbiterio pidió oraciones por la salud del “querido padre”, quien estaba hospitalizado, en estado grave de salud.
El padre Arturo Veleta, quien se encarga de la seguridad social de los sacerdotes en la diócesis, siempre estuvo en contacto con la hermana del padre Juan Manuel, quien le reportaba sobre su estado de salud y ahora sobre su fallecimiento.
En un mensaje, Conchita, hermana del padre Juan Manuel, agradeció por todo el cariño que su hermano recibió del pueblo mexicano, especialmente de Ciudad Juárez.
En España, el padre Juan Manuel tiene 9 hermanos, así como tíos y sobrinos que hoy le sobreviven.
Su cariño por México
En una edición de este semanario el padre Juan Manuel compartió una anécdota de cuando aún en España, él tenía un deseo ferviente de regresar a México.
“Hace 15 años me fui a España, pero me di cuenta de que no estaba haciendo realmente nada. En la parroquia toda la mañana no había nada que hacer, había una sola misa y dos sacerdotes, así que uno celebraba y el otro cantaba. Yo me acordaba del padre Rogaciano que aquí celebraba hasta siete misas seguidas”, dijo en aquel entonces. (Presencia No. XXXX)
“Entonces me metí a estudiar inglés, pero yo le pedí a Dios que me iluminara para saber si debía regresar a México. Un día en una clase de inglés nos entregaron unos folletos para traducir. En cuanto lo abrí, vi la frase «Come to México» (Ven a México) porque me había tocado traducir un folleto turístico. Creo que Dios se sirve de ciertas circunstancias. Me había comprometido a servir un año en esa parroquia, y en cuanto terminé, me vine para acá», compartió en esa ocasión.
Sin embargo, en 2008 y tras 45 años de servicio en esta diócesis, el padre Juan Manuel García regresó a donde fue criado y formado en el ministerio sacerdotal.
“Como dicen que hay que devolver los préstamos y yo estoy aquí prestado, aunque sea tardecito ya es hora de la devolución”, bromeó el querido padre durante su despedida en 2008, cuando iba a volver a España. (Presencia 772)
Allá, el “Querido padre” estaba viviendo en una casa de retiro, primero en Zaragoza y finalmente en Madrid, donde finalmente falleció.
Descanse en paz, padre Juan Manuel García, nuestro “Querido Padre”.
Devoto del Sagrado Corazón de Jesús
El padre Juan Manuel tenía una gran devoción al Sagrado Corazón de Jesús. En otra ocasión compartió a Periódico Presencia: “Desde que estaba en el Seminario Menor me impactó mucho el amor de Cristo y siempre me ha inspirado”.