Con una misa de acción de gracias presidida por el señor obispo don J. Guadalupe Torres Campos, un retiro diocesano y un desayuno, el Movimiento de la Renovación Católica Carismática en el Espíritu Santo celebró cincuenta años de presencia en Ciudad Juárez.
Ana María Ibarra
Fue el pasado 30 de mayo cuando las distintas comunidades de la RCCES se hicieron presentes a través de los medios electrónicos para participar de la celebración por sus 50 años, en una transmisión desde la parroquia Santísimo Sacramento donde el párroco, Jorge González, asesor espiritual del movimiento, leyó una carta de felicitación del señor obispo.
En la carta, el obispo agradece a Dios por todas las vidas que, a través del movimiento, han despertado a la fe; además los motivó a seguir impulsando desde su carisma, la obra evangelizadora.
Ya en su homilía, el obispo saludó a quienes de manera presencial representaban a todo el Movimiento, así como al resto de la membresía que desde sus hogares siguió la transmisión.
Labor extraordinaria
A la luz de la Palabra de la Solemnidad de la Santísima Trinidad, don Guadalupe resaltó que en 50 años de presencia en la diócesis, el movimiento de la Renovación ha hecho una labor extraordinaria como verdaderos apóstoles.
“Damos gracias a Dios por estos 50 años, por todas las personas que han servido de manera generosa y que hoy ustedes continúan con ese amor a la Iglesia”, dijo el obispo para luego motivar a los integrantes del movimiento a buscar seguir evangelizando a través de los medios.
Después de la Eucaristía los asistentes compartieron un delicioso desayuno con su asesor y el obispo, y enseguida tuvieron un momento de alabanza y oración agradeciendo a Dios por su jubileo.
Ofrece su testimonio
El retiro continuó con el testimonio de Francisco Contreras, quien junto con su esposa Margarita (qepd), llevaron la coordinación del movimiento de 1991 a 1998.
“Bendita Renovación donde me encontré con Dios y les creí a esos hermanos que me hablaron de Dios”, expresó Francisco al iniciar.
Compartió que fue en 1970 cuando llegó al movimiento de Renovación a Ciudad Juárez, proveniente de Estados Unidos, siendo el primer “derroche” en 1985.
“Cincuenta años no es fácil. La Renovación es una maquiladora. Aquí se maquilan almas. Amados líderes, son almas las que Dios pone en nuestras manos. Nosotros que somos ancianos en la fe hemos visto a hermanos que han descubierto la fe, el gusto por la oración traduciendo todo en un generoso servicio a la labor de la Iglesia”, señaló.
Con gran entusiasmo, pero también con tristeza, Francisco recordó las experiencias vividas al lado de su querida esposa como fueron su viaje a Asís, la presencia del padre Emiliano Tardif en Ciudad Juárez, el retiro nacional de sacerdotes celebrado también en esta diócesis.
“Doy gracias a Dios por 47 años de matrimonio. Dios nos permitió predicar juntos. Gracias por nuestros tres hijos que nacieron de su vientre y una que nació de su corazón”, dijo sin evitar romper en llanto.
Después de este emotivo testimonio, los asistentes y quienes seguían la transmisión, concluyeron con una hora delante del Señor de señores, el Santísimo Sacramento.
Frase…
“Los felicito, los animo a perseverar, superaremos estos momentos difíciles de pandemia. Cuentan con mi cariño, mi cercanía y mi oración”.
Mons. J. Guadalupe Torres Campos