Ana María Ibarra
Llenos de alegría y agradecimiento, fieles de la comunidad de la parroquia Nuestra Señora del Rosario celebraron el 70 aniversario como comunidad, en una misa de acción de gracias presidida por monseñor J. Guadalupe Torres Campos, obispo diocesano, quien estuvo acompañado del padre Héctor Xavier Villa, párroco del Rosario.
Fidelidad
Fue el pasado 7 de diciembre cuando se llevó a cabo la misa en la que el obispo agradeció a Dios por su misericordia a lo largo de 70 años.
“Su Palabra nos ha mostrado el camino para que lo sigamos como comunidad. Debemos pedir que derrame en nosotros su espíritu de sabiduría, de inteligencia, pero también hay que preguntarnos qué nos pide como comunidad parroquial, como familia, como diócesis”, expresó.
En ese sentido agregó que debe ser un compromiso de fidelidad, ya que “Él es fiel con nosotros”.
El obispo resaltó la protección de la Virgen del Rosario en la comunidad.
“Nuestra Señora del Rosario nos protege como una madre que está en cada uno de nosotros. Demos gracias al Señor por regalarnos una madre, demos gracias también a María”, motivó.
Monseñor Torres recordó a quienes han precedido en la evangelización de la comunidad a lo largo de 70 años.
“Tanta gente que ha construido el Reino de Dios. La llegada de los padres servitas en 1948 por invitación de monseñor Baudelio Pelayo, fue la voz en el desierto invitando a seguir a Cristo”, recordó.
Y agregó: “Hoy, a 70 años de la construcción del templo, damos gracias a Dios por su fidelidad. Ahora nos toca ser esa voz en el desierto”.
Seguir trabajando
Al final de la celebración, el padre Villa habló de la importancia de ser agradecidos.
“Todo es divino, todo nos viene de Dios. Estos 70 años son motivo de alegría. Lo hemos celebrado de manera modesta, con una semana de reflexión, un retiro, la kermes en octubre. Este año hemos sido bendecidos y acompañados por María Santísima”, celebró el padre Héctor.
El párroco resaltó la presencia de jóvenes en el curso de confirmaciones y de niños en el coro y la catequesis, después de que la comunidad siempre ha sido considerada como una comunidad de “gente mayor”.
También mencionó al grupo de matrimonios como logro pastoral y reconoció que aún falta mucho por hacer.
“Muchos de ustedes me hablan del pasado, quiero hacer un llamado, hoy es un presente donde Dios nos invita a seguir trabajando. Es necesario seguir fortaleciéndonos como comunidad”, expresó el padre Héctor.
Y finalizó diciendo: “Gracias señor obispo por su visita que nos anima y acompaña. Le pedimos que nos siga teniendo en sus oraciones”.
Después de la celebración, la comunidad se dirigió al patio donde se colocó una lona con fotografías de la historia de la parroquia, para luego bajar al sótano donde compartieron un ameno convivio.