Rodeado de sus familiares, amigos y fieles de la comunidad de la parroquia Jesús Príncipe de la Paz, fray Israel Maldonado Escobedo celebró el pasado viernes 25 de septiembre su cantamisa con la familia que vio nacer su vocación al sacerdocio.
“Doy gracias a Dios por su misericordia, por estos años de preparación y formación porque han sido una experiencia de Dios día a día”, expresó con gran alegría el ahora sacerdote franciscano capuchino.
Fray Israel fue ordenado sacerdote el pasado 29 de agosto en Benito Juárez, Nuevo León, y decidió celebrar una cantamisa en su parroquia de origen, donde el padre Juan Aguilar (qepd), lo impulsó en el camino que le llevó al ministerio sacerdotal, al igual que lo hizo su abuela María del Refugio Lozano, presente en la celebración.
“Desde que tenía 4 años, ya sentía el llamado, se ponía en un arbolito con sus primos y les impartía la misa…¡y mire!, mi hijo tan chulo… siempre integrándose en la Iglesia”, dijo feliz doña Cuca.
El joven vivió seis años de formación en el Seminario Conciliar de Ciudad Juárez y nueve años más en la Orden de los Frailes Capuchinos.
Don y Gracia
Durante la homilía, el sacerdote capuchino se mostró agradecido por haber recibido el ministerio sacerdotal que, dijo, es un don y una gracia.
“Es la gracia de Dios para con toda la Iglesia, no porque me sienta mejor o el primero, sino porque me ha constituido… lo que representa esta casulla es ser servidor de todos en la misericordia” – dijo el sacerdote en su homilía.
“Dice el profeta, ¡ánimo, manos a la obra!… yo no he terminado, apenas comienzo y hay mucho por recorrer. Si Dios me quiere dejar muchos años, que sea para servir, para ser el rostro servidor de aquello a lo que me ha constituido”, agregó.
Al final de la misa el padre Carlos Daniel López, párroco, resaltó la importancia de la presencia del fraile en Jesús Príncipe de la Paz, ya que, dijo, es la primera vocación sacerdotal de la comunidad.
De esta forma, la comunidad quiso felicitar al nuevo sacerdote con un regalo especial: una imagen de la Cruz de San Damián, con Santa Clara y San Francisco de Asís a ambos lados, y al centro el sacerdote postrado, como signo de la ordenación.
“Queríamos regalarte algo significativo, y San Francisco y Santa Clara son los que marcan a los franciscanos y son ellos quienes desde el inicio estaban rezando por ti”, dijo el padre Carlos Daniel a Fray Israel al entregarle el presente.
Al final de la misa, la comunidad compartió con el sacerdote religioso un ameno convivio.
“No es mérito de uno, sino la misericordia de Dios que se hace presente en nuestra vida y en la vida de toda la Iglesia”
-Fray Israel
¿Sabias que?…
Fray Israel es el tercero de cinco hijos. En 1996 llegó con su familia a Ciudad Juárez procedente de Durango y empezó su servicio en la parroquia Jesús Príncipe de la Paz como monaguillo y en grupo de perseverancia. Recibió el llamado de Dios e ingresó al Seminario Conciliar, donde conoció a los frailes franciscanos capuchinos. Al sentir inquietud al sacerdocio religioso, hizo su discernimiento y en el 2006 ingresó a la Orden de los Franciscanos Capuchinos en Monterrey.