Así inició el Triduo Pascual, en los días más importantes para la Iglesia Católica
Diana Adriano
El pasado jueves 1 de abril, en la Catedral de la diócesis y aún en medio de estrictas medidas sanitarias aunque con una celebración abierta a los fieles, el obispo de Ciudad Juárez don José Guadalupe Torres dio inicio al Triduo Pascual con la celebración de la Última Cena.
Mientras que en el 2020 las celebraciones de Semana Santa fueron realizadas a puerta cerrada a causa del coronavirus, este año las tradiciones se llevaron a cabo casi con normalidad, con templos abiertos al público, aunque con aforo limitado.
Como se sabe, el Jueves Santo los fieles conmemoran la institución del sacramento de la Eucaristía, es decir, que Cristo se quiso hacer presente entre nosotros en la bendición del pan y el vino como memorial Suyo. Así, los católicos recuerdan que antes de ser entregado, Cristo se entregó como alimento.
“Hemos llegado a los días centrales de nuestra fe, donde celebramos el misterio Pascual de Cristo. Nos hemos preparado durante todo el tiempo de Cuaresma para vivir en plenitud este tiempo con Cristo”, expresó el obispo durante su homilía.
Sacramento de amor
El Jueves Santo se realiza el lavatorio de los pies y la oración en el huerto de Getsemaní. Sin embargo, por la situación de salud que se vive y para evitar algún contagio, el señor obispo no realizó el lavatorio sino que durante la celebración solamente recordó el momento en que Jesús, en un acto de humildad realizó esta acción con sus 12 discípulos y así enseño el mandamiento del Amor.
Durante la homilía el obispo reflexionó sobre el sacrificio nuevo y eterno, el sacramento del Amor, el cual es la clave para vivir los misterios de la Semana Santa.
Recordó que Jesús nos amó hasta el extremo y se quedó con nosotros.
“Somos una Iglesia Eucarística, comulgamos y va con nosotros Jesús, se hace presente en nuestra vida, nos alimenta y nos fortalece”.
Durante la Eucaristía se realizó la bendición de los panes y al término de la celebración se realizó una pequeña procesión donde se llevó al Santísimo Sacramento hacia la Misión de Guadalupe, donde permaneció para que los feligreses acompañaran a Jesús en oración.