El padre Eduardo Hayen ofreció valiosos consejos a los asistentes a un evento a beneficio de las Voluntarias Vicentinas, para que puedan continuar con sus obras y apostolado.
“Formar hijos felices es un reto, pero cuando ustedes acercan a su hijo a Dios, le están ofreciendo el regalo más grande, el más importante de todos”
Esto dijo el padre Eduardo Hayen a los padres y madres de familia que asistieron a la conferencia que impartió el pasado martes 10 de noviembre a beneficio de las Voluntarias Vicentinas de Ciudad Juárez.
El sacerdote, párroco de Catedral quien tiene una especialidad en matrimonio y familia por la Universidad Lateranense en Roma dijo que plantar en los hijos la semilla de la fe es la mejor inversión que puede hacer un padre de familia.
Ante un salón con lleno total, el padre Hayen inició su conferencia poniendo a los presentes a recordar su infancia, “cuando se podía jugar en la calle y hacer casitas en los árboles”
“Pero hoy hay adolescentes que ya no juegan por estar inmersos en la tecnología… y hoy en los medios tecnológicos como en la televisión se observan diálogos fuertes, comerciales seductores que malinterpretan la sexualidad”, dijo.
Igualmente ennumeró las preocupaciones que en la actualidad agobian a los padres de familia sobre sus hijos: síndromes de deficiencia de atención, hiperactividad, anorexia, bulimia, depresión, alcohol, drogas.
E indicó a los presentes tres vías para alejar a los hijos de tales problemas: buenas relaciones del hijo con sus papás, buenas relaciones de con los parientes y amigos, y buena relación con Dios.
“Lo que necesitan los hijos es que ustedes les sepan dar respuestas a todas sus necesidades, eso esperan ellos y si no encuentran esas respuestas en sus papás las van a buscar en otro lugar”, afirmó el sacerdote al indicar que los hijos necesitan ver en el padre un modelo de vida.
Para ello, recomendó que los padres también se abran a un diálogo abierto y amoroso con sus hijos, así como que les brinden el tiempo que les demandan.
También recomendó a los padres vigilar lo que juegan sus hijos y evitar que los “productores de videojuegos” se conviertan en las guías de sus hijos.
Igualmente destacó que además de la ausencia de los padres, en la actualidad los hijos menores padecen una grave ausencia: la de Dios.
“Si quieren formar un adulto feliz, los invito a formarlos en la religión… la fe es una excelente inversión”, expuso el sacerdote.
“Papá y mamá se pueden equivocar, pero Dios no se equivoca”, sentenció.
Razones por las que se debe enseñar a los hijos a tener a Dios en sus vidas:
Esperanza
Los papás son una figura importante en la vida de un niño. Dios es el mejor formador.
Amor
Cuando tengan crisis de amor, los hijos se sentirán amado por Dios.
Verdad
Todos necesitamos saber que está bien y que está mal. Sin educación religiosa se empobrece la la vida de los hijos.
Gracia
Todos cometemos errores y debemos conocer que Dios es grande en misericordia.
Seguridad
Toda persona necesita alguien en quien apoyarse.