Servidores de la parroquia prepararon platillos para ofrecer como reliquia a los fieles y celebrar su fiesta patronal
Ana María Ibarra
Como una manera de retribuirle a la comunidad un poco de lo mucho que siempre ha apoyado, servidores de los grupos de la parroquia Santo Tomás Apóstol prepararon distintos platillos para ofrecer como reliquia a los fieles que acudieron a las misas del domingo 2 de julio para de esta manera celebrar su fiesta patronal, en el marco de su aniversario número 25.
El festejo inició con la misa de ocho de la mañana presidida por el párroco Jorge Pablo Lozano, quien reflexionó sobre las veces que aparece Santo Tomás en los evangelios, y su incredulidad que se convirtió en una intensa manifestación de fe que lo llevó a tener como itinerario de vida predicar a Cristo, a Dios mismo presente en Jesús Resucitado.
“Nuestra fe en Jesús Resucitado tiene que mostrarse con la vida, y muchos católicos viven crisis de fe porque no dan un verdadero testimonio. Tomás pasó como incrédulo, pero fue el primer creyente entre los apóstoles; los demás discípulos no podían ver la divinidad de Jesús, fue Tomás quien lo expresa como Dios mío. Tomás creyó más de lo que vio”, señaló el sacerdote.
El padre Lozano hizo referencia al arrepentimiento de Tomás al haber duda e invitó a los fieles a ser valientes.
“Como Santo Tomás todos hemos pecado, nos cuesta reconocer que Jesús es Dios. Tomás se arrepintió y creyó tanto que dio su vida como mártir. Que nosotros seamos valientes para anunciar al Señor. Que el Señor siga bendiciendo a nuestra comunidad parroquial de Santo Tomás”, finalizó.
Retribuir a la comunidad
Después de esa primera misa del día, integrantes de grupos como Caridad, Ministros Extraordinarios de Comunión, Escuela de la Cruz, coro, entre otros servidores, ofrecieron pozole a los fieles que salían del templo, actividad que se llevó a cabo durante todo el día.
“Nos preparamos por grupos para esta actividad. Todos los años hacemos kermés y trabajamos para nuestra parroquia, la gente viene y apoya comprando, pero ahora queremos retribuirle a la comunidad su apoyo de tantos años, ahora cocinamos para ofrecerles a ellos”, expresó Marisela González, auxiliar de oficina.
La comida se siguió ofreciendo a todos aquellos que acudieron a las misas.
A las doce del mediodía los grupos Esclavos de María y Catecismo ofrecieron platillo de mole; después de las misas de dos y cinco de la tarde el grupo de Renovación y de servidores de la capilla Santa Mónica cocinaron para los fieles el tradicional asado.
Ya por la tarde-noche, en la última misa de siete de la tarde, el grupo del Apostolado de la Divina Misericordia y coros compartieron tacos de discada.
De esta manera, con dinamismo y fraternidad, la comunidad de Santo Tomás Apóstol celebró su fiesta patronal.