Mons. J. Guadalupe Torres Campos/Obispo de Ciudad Juárez
Les saludo con mucho amor de padre y pastor, deseo se encuentren bien. Hoy es quinto domingo del tiempo ordinario. El texto del evangelio de San Lucas es muy precioso, hay muchos aspectos que los invito a reflexionar.
Jesús siempre predica, enseña en cualquier lugar y es una constante escuchar en el evangelio que mucha gente lo seguía. Hoy dice que Jesús estaba a la orilla del lago de Genesaret y la gente se agolpaba en torno a Él.
Era tanta gente, dice el texto, que había dos barcas y subió a la barca de Simón Pedro. Esta afirmación del San Lucas es muy significativa. Sabemos que la barca simboliza a la Iglesia. Jesús, la piedra, cabeza de la Iglesia, sube a la barca de Pedro. Jesús es la cabeza, nosotros somos los miembros. Por el Bautismo todos formamos parte de la Iglesia. Por eso es importante también nosotros subir a la barca de Pedro. Tomar conciencia de que estoy en la barca de Pedro porque estoy bautizado. A veces no me doy cuenta. Formo parte de la Iglesia y allí Dios habla.
Jesús le dice a Pedro, lleva la barca mar adentro y echen las redes. Todo es muy simbólico. A todos hoy nos dice eso, echa las redes, vamos a pescar, somos pescadores.
El Señor nos invita a asumir esa misión de echar las redes, cada uno en su espacio para pescar personas, para invitar a personas que se acerquen a Dios. Simón, con su experiencia de pescador, dice: ‘hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada’. A veces en la vida es difícil, parece que todo está mal, parece que no logramos nada, parece que trabajo mucho y no veo resultados.
Así, Pedro. Pero lo que sigue es muy importante: confiando en tu Palabra, echaré las redes. Una hermosísima expresión que debemos hacer vida y poner en práctica cada uno de nosotros. Cómo es importante confiar en la Palabra de Dios, escucharla y ponerla en práctica, hacer lo que Él nos diga confiando en su Palabra, en su gracia, confiando que Él me está pidiendo ser pescador de hombres.
Entonces echaron las redes y pescaron gran cantidad de pescados.
Por una parte, Dios llama, invita, Dios hace su obra, el Espíritu Santo y nosotros hacemos la nuestra. Se conjugan el poder de Dios, la fuerza del Espíritu Santo, la gracia de Dios y tu voluntad, tu trabajo, tu apostolado, tu servicio, tu testimonio, tu participación, echando las redes. En esos tiempos difíciles donde hay muchos desafíos, muchos retos, debemos confiar en la Palabra de Dios: echamos las redes y seguramente Dios va a obrar y vamos a tener una gran pesca. Pero hay que empezar por los cercanos, mi familia, en mi parroquia, con quienes convivo y poco a poco ir lanzando redes a todos los ambientes.
Ante esa situación maravillosa, ese milagro de la pesca tan grande, Simón se arroja a los pies de Jesús con humildad y le dice, “Apártate de mí, Señor, que soy un pecador”. No nos queda otra más que reconocer la grandeza de Dios y mi pequeñez, soy pecador, soy limitado, soy frágil, yo también Señor soy un pecador. Pero Jesús confía en ti, te llama y te invita a lanzar las redes ¡Hazlo!, ¡Confía en el Señor!
Viene otra frase bellísima que hay que reflexionar. Jesús le dice a Pedro, “No temas Simón, desde ahora serás pescador de hombres”. Un cambio, una conversión, Jesús obra un cambio en nuestra vida.
Estos son dos frases que te invito a reflexionar: “Confiando en tu Palabra echaré las redes”. Y “No temas, desde ahora serás pescador de hombres”.
Dios nos da su gracia, Dios es nuestra fortaleza, confiemos siempre en Él.
Somos tocados por la Palabra de Dios, somos invitados a lanzar las redes, hagámoslo, digámosle hoy y siempre al Señor, “aquí estoy Señor, envíame, dame tu gracia, dame tu luz, dame la fuerza de tu Espíritu”. Pero que siempre tengamos el deseo de una total disponibilidad a cumplir la misión que el Señor nos confía.
Seguimos en nuestro Año Jubilar, Jubileo de la Esperanza, los sigo invitando a acudir a los templos jubilares cumplidas las condiciones, ganar la indulgencia. Que nuestra Madre Santísima nos acompañe, nos proteja. La bendición de Dios Todopoderoso permanezca siempre con ustedes. Buen domingo, buena semana, un abrazo.