Pbro. Jorge Luis Zarazúa, fmap
Hay que purificar la celebración del Halloween que, por diversas circunstancias, está cada vez más alejada de sus raíces cristianas. Por ello, es importante también corregir numerosos mitos en torno a sus orígenes, que no corresponden a la verdad histórica. Sólo así podemos recuperar su sentido más auténtico y aprovecharla como un momento muy especial para la evangelización y la catequesis, contribuyendo también a la purificación de la religiosidad popular.
¿Es lícito a un cristiano católico participar en la Fiesta de Halloween?
Es una pregunta ineludible. ¿Qué decir al respecto? Depende de las circunstancias. Los niños, adolescentes y jóvenes pueden participar en las fiestas que se organizan en los colegios, si se hacen con el debido orden, en un clima de sano esparcimiento y una convivencia adecuada.
En otros ámbitos, especialmente en los festejos que hacen los adolescentes, jóvenes y adultos, hay que tener en cuenta las recomendaciones de san Pablo, particularmente las siguientes:
- Reconozcan el momento en que viven, que ya es hora de despertar del sueño: ahora la salvación está más cerca que cuando abrazamos la fe. La noche está avanzada, el día se acerca: abandonemos las acciones tenebrosas y vistámonos con la armadura de la luz.
- Actuemos con decencia, como de día: basta de banquetes y borracheras, basta de lujuria y libertinaje, no más envidias y peleas. Revístanse del Señor Jesucristo y no se dejen conducir por los deseos del instinto. (Rom 13, 11-14)
- Las acciones que proceden de los bajos instintos son manifiestas: fornicación, indecencia, libertinaje, idolatría, superstición, enemistades, peleas, envidia, cólera, ambición, discordia, sectarismos, celos, borracheras, comilonas y cosas semejantes. Les prevengo, como ya los previne, que quienes hacen esas cosas no heredarán el reino de Dios. (Gal 5, 19-21)
Esto no sólo debe tenerse presente en Halloween, sino también en la forma en que se realizan las posadas, la manera en que se celebra Navidad, Año Nuevo, la solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe, el Día del Amor y la Amistad, incluyendo las fiestas patronales y las fiestas familiares con motivo de bautismos, matrimonios, cumpleaños, etcétera, que nunca deben ser un pretexto para los más variados excesos en la bebida, la comida y el ejercicio de la sexualidad.
Tema Controvertido
¿Entonces puede un católico participar en la celebración de Halloween?
Este tema es muy controvertido por los mitos tan difundidos sobre Halloween y su supuesta conexión con el satanismo y su aparente origen en la cultura celta, una cultura pagana de la edad de hierro.
Hay cristianos que celebran Halloween disfrazándose para pasar un rato de sano esparcimiento con la familia y los amigos, mientras salen a pedir dulces e, incluso, dinero.
Otros cristianos están plenamente convencidos de que Halloween es una fiesta satánica, establecida desde hace tres mil años para adorar y entrar en contacto con espíritus malignos.
Como hemos visto, hay mucha información distorsionada sobre Halloween que influye en numerosos cristianos. De ahí la importancia de difundir información veraz y oportuna que permita tener criterios de discernimiento seguros para tomar las decisiones más adecuadas.
Ese es precisamente el objetivo de este artículo.
* El padre Jorge Luis Zarazúa es un sacerdote mexicano de la Fraternidad Misionera
Apóstoles de la Palabra ordenado presbítero en 2008 y coautor de varios libros del padre Flaviano Amatulli.
jorgeluiszarazua@hotmail.com