Un llamado del Episcopado Mexicano, la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México, la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús y la Dimensión Episcopal para los Laicos.
Agencias/ CEM
En un categórico señalamiento, la Iglesia católica en México aseveró que actualmente no existen en el país «espacios de expresión y debate público sobre los problemas de interés nacional y los clamores expresados por la gran mayoría»; por ello, se ha comprometido a promover un Primer Encuentro Nacional que «integre la diversidad de actores sociales, políticos y económicos para dialogar sobre las transformaciones que México necesita para construir la paz», y la creación de una «Red Nacional de Paz que articule las instancias, fortalezca las capacidades locales y construya una agenda nacional para mejorar el sistema de justicia y avanzar en una seguridad ciudadana».
Estos dos esfuerzos por reconstruir el tejido social e incentivar la participación ciudadana forman parte de los compromisos y actividades conjuntos emprendidos por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la Conferencia de Superiores Mayores Religiosos de México (CIRM) y la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús (jesuitas) tras los crímenes de junio pasado en Cerocahui, Chihuahua.
A través de un comunicado en el que se suma el Consejo Nacional de Laicos, la Iglesia católica mexicana agradeció a todas las comunidades y grupos sociales que se sumaron a la Jornada Nacional de Oración por la Paz convocada durante todo el mes de julio; sin embargo, consideran que es imprescindible dialogar y debatir sobre los urgentes clamores sociales; en particular por «el reclamo» de la ciudadanía ante «la violencia que azota nuestro país, unido a la impunidad crónica y la corrupción del sistema de justicia».
Por ello hacen el llamado, contenido en el siguiente comunicado:
Dichosos los que trabajan por la paz (Mt. 5, 9)
Al Pueblo de México:
Agradecemos la participación de las distintas comunidades del país en la Jornada de Oración por
la Paz que nos unió en un mismo deseo de responder a la realidad de violencia desde nuestro ser de creyentes. Igualmente agradecemos a los medios de comunicación que se sumaron a la difusión de esta inciativa. Hemos experimentado a Jesús que nos encuentra por el camino, conversa para abrirnos a lo nuevo y nos invita a restaurar una comunidad atemorizada por la inseguridad. El Señor Jesús cuestiona a los discípulos de Emaús diciéndoles: ¿De qué cosas vienen hablando por el camino? (Lc 24, 13-35) Hoy en la persona de los discípulos, nos hace la misma pregunta y nos llama a dialogar en comunidad para transformar desde Jesucristo la realidad de injusticia, violencia e inseguridad.
Ante la ausencia de espacios de expresión y debate público sobre los problemas de interés nacional y los clamores expresados por la gran mayoria, como son: el reclamo por la violencia que azota nuestro país, unido a la impunidad crónica y la corrupción del sistema de justicia; nos sentimos inspirados en Jesucristo, que camina con nosotros, a favorecer espacios de diálogo plural, crítico y propositivo que permita avanzar en la construcción de respuestas inter institucionales para colaborar en la solución de estos problemas que nos apremian.
Por este motivo convocamos a toda la comunidad de los diversos sectores a sumarse al proceso
que contempla un itinerario de oración, conversación y discernimiento a nivel local y nacional, y que busca promover la participación de actores diversos para articular iniciativas que lleven a mejorar el sistema de justicia, las estrategias de seguridad y así poner las bases para la paz.
Se trata de sumarse a cuatro líneas de acción:
- Jornadas de Oración Mensual. Invitamos a las parroquias y movimientos laicales a realizar
oraciones comunitarias por las diferentes problemáticas que dañan las condiciones de paz. Cada
tercer domingo del mes se realizará una intención especial: por los que padecen la extorsión (21
de agosto); para rescatar a los adolescentes y jóvenes reclutados por la delincuencia (18 de
septiembre); por los que sufren la trata de personas (16 de octubre); para erradicar la impunidad
y la corrupción del sistema judicial (20 de noviembre); y agradecer a la Virgen de Guadalupe,
corazón de la unidad nacional para la paz (11 de diciembre).
- Conversatorios por la Paz. Convocamos a las parroquias y movimientos laicales a dialogar sobre las preocupaciones cotidianas que atentan contra la paz, como es la pérdida de habilidades para convivir, la fractura familiar o vecinal, las diferencias generacionales, la desigualdad, etc., así como, dialogar sobre los caminos que construyen la paz, por ejemplo la vida comunitaria, aprender a resolver conflictos, el respeto y el cuidado de la casa común y otros. Y a partir de estos diálogos construir propuestas de prevención de la violencia en las diferentes instancias de la sociedad.
- Diálogos de Justicia y Seguridad. Desde una perspectiva más amplia, hacemos un llamado a las iglesias, universidades, empresarios, organizaciones sociales, gobiernos, asambleas vecinales o colectivos juveniles a realizar foros encaminados a analizar el sistema de justicia, recuperar buenas prácticas y construir caminos para la paz. Estos foros serán realizados según las iniciativas y los tiempos de las instituciones, y se basará en la inclusión de diversos actores sociales.
- Plataforma Enciende una Luz. Invitamos a la población en general a encender una luz en una
plataforma virtual escribiendo el nombre de su familiar o conocido que fue desaparecido o
asesinado, narrando su historia con la esperanza de resignificar el dolor en vida y justicia para
México. A la vida consagrada contemplativa de varones y mujeres pedimos que adopten estos
rostros en su oración comunitaria diariamente por el resto del año. Así mismo agradecemos a las
instancias que acompañan a las familias que han sufrido estas violencias y animamos a continuar
ese acompañamiento como signo de Jesús que se pone de lado de las víctimas.
Primer Encuentro y Red Nacional de paz
Con estas acciones nos preparamos para la realización de un Primer Encuentro Nacional que
integre la diversidad de actores sociales, políticos y económicos para dialogar sobre las transformaciones que México necesita para construir la paz, y la creación de una Red Nacional de Paz que articule las instancias, fortalezca las capacidades locales y construya una agenda nacional para mejorar el sistema de justicia y avanzar en una seguridad ciudadana. Iniciativas que serán acompañadas por expertos nacionales e internacionales.
En esta etapa instamos a fortalecer el protagonismo del laicado en la construcción de la paz,
donde la presencia de la mujer y los jóvenes es fundamental. Así caminamos en sinodalidad, comunión y participación como hoy nos pide el Papa Francisco.
Atentamente:
+ Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey, Presidente de la CEM
+ Ramón Castro Castro, Obispo de Cuernavaca, Secretario General de la CEM
+Hércules Medina Garfias, Obispo Auxiliar de Morelia, Dimensión Episcopal de Fe
y Compromiso Social
+ Hna. Juana Ángeles Zárate Celedón, CSC, Presidente de la CIRM
+ R. P. Luis Gerardo Moro Madrid, SJ, Prepósito Provincial Compañía de Jesús en México