Aquí algunos ejemplos de esas maravillas, que comparten quienes, enamorados de Cristo Eucaristía, pasan horas delante de Él ya sea solo contemplándolo, en recogimiento o buscando su compañía para tomar decisiones importantes.
Ana María Ibarra
“Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”, es la promesa que Jesús hizo a sus discípulos y a su Iglesia, promesa que se cumple en el Santísimo Sacramento.
Es delante de ese Jesús presente en la hostia consagrada, donde se realizan grandes maravillas y se reciben abundantes bendiciones.
Aquí algunos ejemplos de esas maravillas que comparten quienes, enamorados de Cristo Eucaristía, pasan horas delante de Él ya sea solo contemplándolo, en recogimiento o buscando su compañía para tomar decisiones importantes.
- Haces de Cristo el centro de tu vida
Monseñor Mariano Mosqueda es un enamorado de la Eucaristía, esta experiencia inició el día de su primera comunión, que recuerda con mucho cariño.
“ Fue una experiencia muy hermosa recibir la Sagrada Eucaristía”.
Monseñor Mosqueda recordó que en su pueblo natal sólo se celebraba la Santa Misa los domingos, sin embargo, se realizaba la celebración de los viernes primeros de mes y su mamá les fomentó acudir.
“Un día antes se confesaba la gente. Para mí era una alegría muy grande acudir a recibir a nuestro Señor. Siempre la Eucaristía tuvo un lugar importante en mi vida de niño, de adolescente. Al ingresar al Seminario mi vida se volvió Cristocéntrica, de manera especial en la Sagrada Comunión”, reiteró.
En las tres parroquias que monseñor Mariano ha estado, buscó que sus fieles vivan centrados en la Eucaristía, de ahí que celebra cada misa como si fuera la primera, como si fuera la última y como si fuera la única; con fe y con amor.
“Como continuidad de la misa están los jueves de Hora Santa. Para mí es un momento especial y las celebro con fe y devoción para que crezca en los fieles el amor a Cristo en la Eucaristía”.
A su llegada a la parroquia María Madre de la Iglesia, dijo a los fieles su deseo e intención de que la vida parroquial estuviera centrada en Cristo Eucaristía.
“Ha sido un gran don el celebrar la Eucaristía y, a través de este signo sacramental, hacer presente a Cristo en medio del pueblo, en su cuerpo y en su sangre”.
Monseñor expresó que nadie más que Jesús Eucaristía tiene derecho de ocupar su corazón.
“Tal vez nadie entendió cuando dijo: Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo. Fue maravilloso de parte del Señor Jesús que, a través de este signo sacramental tan sencillo como es un pedazo de pan, se ha quedado con nosotros. La Eucaristía es el centro de mi vida sacerdotal”.
- Tomas fortaleza para enfrentar crisis
Sin estar exento de crisis y momentos difíciles en sus 47 años de sacerdocio, monseñor Mosqueda compartió que siempre ha encontrado la fortaleza en Cristo Eucaristía.
“Estoy consciente de que Cristo está en el Santísimo Sacramento. Desde el día que me ordené, prácticamente paso todos los días la primera hora del día delante de Él. Eso me ha ayudado a permanecer en el ministerio, en la fe, en la entrega. Me ha ayudado a encontrar plenitud en mi ministerio y el servicio a los demás”, señaló.
Delante del Santísimo, agregó monseñor, se dedica a observarlo con ojos de fe, ojos bautismales para ver más allá de la hostia consagrada.
“Cristo Eucaristía es la luz que me ilumina, la fortaleza que me impulsa a salir adelante, la alegría que me saca de los momentos de tristeza, es el Cristo misericordioso que me levanta cuando he caído por la fragilidad de mi naturaleza humana”.
- Te ayuda a ser un buen servidor
A monseñor, la Eucaristía lo ha llevado a ser un buen servidor de Jesús. Por ello invitó a la comunidad en general a acercarse al Santísimo Sacramento y descubrir a Jesús vivo.
“Me trato de imaginar a Jesús que me mira, le hablo y guardo momentos de silencio para escucharlo y me diga qué es lo que quiere de mí”.
Y le responde, asegura.
“Invito a sacerdotes, religiosas, adultos, jóvenes, niños, me invito a mí mismo a descubrir que Jesús se ha quedado en la Eucaristía. Que todos hagamos nuestra vida Cristocéntrica y nunca nos sentiremos defraudados, ni abandonados, siempre nos sentiremos acompañados por él en el misterio de la Eucaristía. Que cada vez que pasemos por un templo podamos llegar a estar en la presencia del Señor”.
- Aprendes a encontrar silencio…y a orar
Desde hace once años, cuando se inauguró la capilla del Santísimo Sacramento en la parroquia La Sagrada Familia, Claudio Pérez Orona, asiste frecuentemente para estar en la presencia de Jesús Sacramentado.
“Lo primero que hizo el Señor conmigo fue en la capilla del templo expiatorio de la Divina Providencia, sentí la presencia fuerte del Señor. Andaba buscando lograr una hora de recogimiento. Llegué ese día y me hinqué delante de Él para rezar el Rosario y sentí que me pedía estar en silencio”, compartió Claudio.
Ahí, Claudio descubrió que ese era un lugar privilegiado para hacer oración. Tiempo después fue invitado junto con su esposa a La Sagrada Familia y desde el 2010 acuden una hora los sábados en la noche.
“Una compañera de trabajo nos comentó que había horarios disponibles en la madrugada y elegí de 1:00 a 3:00 de la madrugada de lunes a viernes y fue mi oportunidad de estar en oración y delante al Señor”.
Habitualmente, Claudio llega y hace comunión espiritual y se queda en recogimiento.
“La oración es arte que se aprende. Cuesta trabajo porque uno no sabe qué tanto decirle al Señor. En mi experiencia lo mejor es no decirle nada. El recogimiento es difícil de adquirir, pero se logra con la gracia de Dios”.
Para quienes sientan dificultad para estar una ante el Santísimo, Claudio señaló que lo primero que se necesita es estar convencidos de querer estar ahí una hora.
“Al principio es una virtud que debe uno trabajar, hacer el esfuerzo de callar la mente, él nos dará la gracia. Decía el Cura de Ars que cuando él estaba ante el Santísimo y llegaba una persona, veía que Jesús lo recibía con un beso. ¿quién no quiere un beso de Jesús?”, cuestionó.
Claudio compartió que al ir al Santísimo cada persona puede elegir su método de oración. Desde llevar algún libro especial para ese momento o lo que cada quien desee expresar o simplemente estar en silencio.
- Te da el don de la paciencia
Entre los regalos que le ha dado el Señor, Claudio resaltó la paciencia.
“Puedo presumir de eso, aunque el Señor es quien ha hecho la obra. En situaciones en que la mayoría de la gente se encuentra desesperada, el Señor me mantiene en calma”.
- Te prepara para la Eucaristía
Estar frente al Santísimo Sacramento, dijo Claudio, es la mejor manera de prepararse para la Eucaristía.
“Si la mayoría de los católicos acudiéramos una hora con Él, la vida de la ciudad y del mundo cambiaría. El que está ahí es el mismo Jesús que caminó con los apóstoles”.
- Te hace testigo de las maravillas de Dios en las personas
A pesar de que el horario al que él acude poca gente llega, compartió la experiencia que vivió con dos personas.
“Me tocó ver una persona, que después supe era drogadicto, y orando en voz alta le decía al Señor que le quitara la vida por lo que había hecho. Al siguiente día él se acercó a platicar conmigo, le hablé del Señor, de las maravillas que hace y estuvo yendo durante mucho tiempo, aparentemente reformó su vida, gracias a Dios”, recordó, añadiendo que desde hace tres años no lo ha vuelto a ver.
En otra ocasión, dijo, sucedió una escena un tanto cómica, pues llegó una persona con la intención de rezar el rosario y se quedó dormido y entre ronquido y ronquido seguía rezando.
“Se me hizo muy maravilloso porque la gente saca el pretexto de que no va en la noche para no dormirse ahí, pero a mí se me hizo un regalo muy especial, no sé si la persona estaba orando dormida”.
Claudio reconoció que cuando no llega su relevo y tiene que quedarse otra hora más es porque el Señor así lo desea, además, por peligroso que parezca, confía ya que el Señor está con Él.
Todos invitados
Claudio invitó a la comunidad a darse la oportunidad de ir ante el Santísimo Sacramento y recibir un beso de Jesús, además de todas las bendiciones que el Señor otorga.
“Ahorita tengo un horario disponible los martes a las 4:00 de la mañana. Es cuestión de querer ir a adorar a Jesús. Si Él dijo que estaría con nosotros hasta el fin del mundo, es ahí donde quiso quedarse. No hay que desperdiciar esa oportunidad. Pueden ir a la parroquia que les quede cerca, pero hay que ir con el corazón dispuesto”.