Blanca Alicia Martínez
Aunque está convencida de que lo más grande que el ángel de la guarda y los santos arcángeles han hecho por ella es enamorarla de Jesús Eucaristía, Maru Becerra, quien forma parte de la Obra de los Santos Ángeles en Ciudad Juárez, da cuenta de otras muchas bendiciones que le ha atraído el guardián que Dios le designó.
En la víspera de la celebración en la Iglesia de la fiesta de los ángeles custodios, que se conmemora el 2 de octubre, Maru, así como otras tres personas, compartieron con Periódico Presencia las bendiciones que recibieron de su ángel guardián.
1.Guía y apoyo en su viaje
En 2016 Maru Becerra compartió con Presencia la ayuda que recibió del arcángel San Rafael para recuperar su casa en un complicado proceso que vivió.
“Creo que si tomamos en cuenta a nuestro ángel, todos notaríamos miles de sucesos cotidianos en donde se nos manifiesta”, aseguró en aquél entonces.
Pero recientemente, (Octubre 2019), Maru fue de nuevo claramente socorrida, ahora por su ángel guardián.
Cuenta que fue a Europa con cuatro amigas, en un recorrido para visitar varios santuarios marianos: La Medalla Milagrosa, Garabandal, Lourdes, Medugorje, entre otros.
Relató que como iban “de mochilazo”, sin guía, estuvieron batallando. Primeramente las cambiaron de avión y casi no reciben sus maletas extraviadas, que llegaron “de puro milagro”.
Luego, las cosas se complicaron en Francia.
“En Francia la gente no te ayuda, todo se compra y hace con máquinas. Compramos los boletos para ir a Lourdes y ni siquiera sabíamos donde estaba el tren, y una persona, a regañadientes, nos señaló el lugar. Todavía confundidas llegamos a un tren que no estábamos seguras si era el nuestro, pero la puerta se abrió de repente y con muchas dudas nos metimos”, relató Maru.
Resultó que el conductor de ese tren hablaba español, y él mismo explicó al grupo cómo ir a Lourdes, así como les perdonó que no llevaran los boletos adecuados, los de su ruta.
“Llegamos a una estación y el conductor detuvo el tren, hizo a sus pasajeros esperar pues bajó con nosotras para acompañarnos hasta el otro lado de las vías y explicarnos cómo regresar”, describió.
Luego, cuando estas mujeres subieron al otro tren, la conductora preguntó por altavoz que dónde estaban las mexicanas.
“Nos dijo: no hablo español, pero les voy a decir dónde se van a bajar. Nos bajó donde tenía que ser y nos llevó hasta el camion que debíamos tomar. Subimos al camión y el chofer preguntó: ¿quiénes son las mexicanas?…e igual nos llevó hasta el Santuario”.
“¡El chofer del tren se había comunicado con todos para encargarnos con ellos!!!”, dijo aún sorprendida.
Clara presencia
De regreso, estas mujeres estaban igual de perdidas. Y ya debían llegar a París, para tomar su vuelo de vuelta a México.
“¡Eran las 4 pm y el avión salía a las 8pm!…Estábamos aterradas y yo veía que un muchacho me miraba fijamente y a mí se me hizo raro. Luego se me acercó y preguntó si necesitábamos ayuda”, relató Maru.
“Le expliqué qué pasaba , Ni siquiera hablaba español y yo no sé cómo le entendí y cómo me entendió, pero agarró los velices de todas y cargándolos salió corriendo y nosotros detrás de él”.
Maru dice que sus amigas le recriminaban haber confiado en el muchacho porque pensaban que desaparecería con las maletas, pero al final el muchacho las llevó a la estación indicada.
“Estoy segura que solas nunca hubiéramos dado con esa estación. De pronto el muchacho se dirigió a mi y me empezó a explicar cuál tren agarrar. Le dimos 20 euros y él nos acompañó hasta que llegó el tren indicado”.
Maru recuerda que al abrirse la puerta del tren, el joven metió velozmente todas las maletas y les consiguió asiento a todas. Todo fue muy rápido, igual que la forma en que el joven salió del tren.
“Cuando vi la puerta del tren cerrarse tras los pies del joven, lo tuve claro y les dije a todas: él era un ángel….Todas quedamos impresionadas y ellas empezaron a preguntarme sobre la Obra de los Santos ángeles”, recordó finalmente Maru, quien está consagrada al ángel de la guarda y a todos los ángeles.
- Los llevó directo a su destino
Nemesio Marín también es integrante de la Obra de los Santos Ángeles. Él compartió la historia de cuando su ángel de la guarda los llevó hasta un destino que no conocían, a través de su hija pequeña.
Esto ocurrió hace 20 años, cuando su hija estaba en el kinder en El Paso y una compañera la invitó a su fiesta. Su papá la llevó y aunque sabía más o menos el rumbo no conocía bien esa dirección.
Tomaron su tiempo para cruzar el Puente, y aunque usaban la Línea exprés, se les oscureció en el camino.
“Cuando estábamos en la línea del Puente, se me ocurrió decirle a mi hija ‘dile a tu ángel de la guarda que te diga por dónde irnos para llegar pronto. Nos quedamos callados un buen tramo y cuando íbamos a cruzar ella me dijo ‘papá a mi no me ha dicho nada el ángel ¿y a ti?…”
Nemesio le pidió a su hija que no se preocupara y ya una vez en El Paso fue por el rumbo que más o menos sabía era el indicado, aunque le volvió a decir a su hija que pidiera el auxilio de su ángel de la guarda.
Cuando pasaba por una avenida, su hija le dijo: ‘Oye papá, no será ese el lugar’ y señaló una casa que acababan de pasar.
“Me di la vuelta para verificar y en efecto, ahí era. Como quien dice llegamos directo y mi hija, que tenía cinco años, fue la que encontró el sitio”.
“Recuerdo claro que al bajarnos del auto ella me dijo: ‘ya ves papá, a mí sí me dijo mi angel dónde era, y a ti no’, me causó mucha gracia y todavía recordamos esa anécdota con mucho cariño”, finalizó el entrevistado.
3.La protegió de un ataque
Desde que era pequeña, Laura aprendió a invocar a su ángel de la guarda a través de la oración que le enseñó su mamá. Siempre ha confiado en que la acompaña y proteje, e incluso aprendió a hablar con él y a tratarlo como a un amigo.
Ella es dentista. Cuenta que cuando aún estudiaba comenzó a trabajar en un consultorio que se ubicaba en un segundo piso. Hubo una temporada en que un hombre atacó a varias dentistas mujeres y llegó a violar a algunas de ellas, incluso a algunas conocidas de Laura.
“En una ocasión me había quedado sola en el consultorio y ya era tarde. Llegó un hombre a preguntar si teníamos el servicio de blanqueamiento dental. Lo recuerdo muy bien. Miró alrededor del consultorio mientras yo le contesté que sí”, recordó.
Dado que en los medios de comunicación se había publicado sobre los ataques de este hombre a los consultorios dentales, Laura invocaba todos los días la protección de la Virgen María y pedía ayuda de su ángel de la guarda. Más cuando se quedaba sola.
Ese día no fue la excepción. La entrevistada recuerda que luego de hacerle la pregunta, aquel hombre se quedó pensando por un momento y ya no hizo más preguntas, solamente dijo “gracias” y se retiró.
“Tiempo después encontré en un periódico un retrato hablado del hombre que atacaba los consultorios. No era foto, era un dibujo, pero claramente ví que era el hombre que había llegado aquél día”, compartió.
Laura quedó impactada y agradeció a Dios, a la Virgen María y por supuesto a su ángel, la protección que en ese día le brindaron.
“Estoy segura que mi ángel se mostró de alguna forma para que ese hombre viera que yo no estaba sola”, dijo.
Años más tarde, ya casada, Laura vivió la enorme pena de la enfermedad y muerte de su esposo, quien permaneció hospitalizado varios días antes de su fallecimiento. Uno de esos días Laura acudió a orar ante el Santísimo.
“Estaba postrada. Me sentía muy triste y estaba llorando porque mi esposo no mejoraba. En cierto momento ví la imagen de María a mi lado derecho y pude ver a mi ángel al lado izquierdo. Recuerdo que tuve la sensación de que jalaba el manto de María y vi que mi ángel hacía un gesto como para decirme que no lo hiciera”, recordó.
Pero ella insistió como queriéndo arroparse con el manto de María y de nuevo vio el gesto de su ángel de la guarda diciendo “no”.
“Se veía pequeño y como muy formal. Después me sentí más tranquila”, compartió Laura, cuyo esposo falleció unos días después. Y aunque fue una prueba difícil de superar, de la mano de Dios y de María, Laura ha salido adelante y hoy recuerda con agradecimiento esas experiencias con su ángel protector, al que sigue hablando y acudiendo por ayuda.
4.Auxilio en la emergencia
Ivonne Reyes es maestra de preescolar, pero ya jubilada. Cuenta que hace unos años fue elegida en su escuela como delegada para asistir a un congreso a la ciudad de Chihuahua. Asistiría con dos maestras más, sin embargo, ellas no se fueron en el autobús que llevaría a algunos maestros de Ciudad Juiárez, sino que se irían por su cuenta más tarde.
Ellas pidieron a Ivonne que al llegar al hotel sede, tomara una habitación para las tres, lo cual hizo.
Cuando a Ivonne le asignaron su habitación, ubicada en un segundo piso, ella entró al baño, pero cuando quiso salir se encontró con la sorpresa de que la perilla de la puerta estaba descompuesta, pues sólo giraba, pero la puerta no se abría.
“Fueron varios minutos de hacer múltiples intentos, pero la perilla solo giraba. Así que estaba sola, encerrada en el baño de la habitación y sin que nadie me buscara, pues mis compañeras apenas iban en camino”, relató a Presencia.
Así duró Ivonne varios minutos, intentando abrir, pero sin éxito.
“Me asomé por la ventana del baño con la intención de pedir a alguna maestra que me hiciera el favor de ir a avisar a recepción, pero al mirar hacia abajo, sólo ví un grupo de maestros y me dio mucha pena gritar para pedirles ayuda, pues no había alguna mujer”, relató.
Ivonne volvió a sus intentos y como había entrado al baño con su celular, pensó en llamar a su mamá, para que buscara el teléfono del hotel y se comunicara para informarles del incidente y fueran a “rescatarla”.
“En eso, como un rayo, me vino a la mente mi ángel custodio y sin dudarlo, mentalmente le dije ‘me tienes que ayudar’”, recordó.
Ivonne volvió a la puerta, giró la perilla y, como si nada, la puerta abrió de inmediato.
“Lo que me llevó varios minutos sin éxito alguno, en cuestión de segundos mi ángel guardián lo hizo. Él solo estaba esperando a que le pidiera su ayuda”, relató convencida