Ana María Ibarra
En esta Jornada Mundial del Enfermo 2022, el Papa Francisco resalta el cuidado a los enfermos con misericordia y acompañarlos como acto de caridad. Consciente de esto, Lino Morales atiende a su esposa Ana Teresa desde hace más de catorce años y aunque sabe que el cuidado al enfermo es primordial, quiso también destacar la importancia de apoyar a quienes, como él, cuidan a sus enfermos.
Cuidar al cuidador
Desde hace casi quince años, Lino Morales se dedica a atender a su esposa Ana Teresa quien perdió movilidad paulatinamente hasta quedar inmóvil totalmente. Y aunque tiene el apoyo de una enfermera y un terapeuta, la mayor parte del tiempo es él quien la atiende.
Con base en su experiencia, Lino compartió que, si bien el enfermo requiere de cuidados y atención, también es necesario el apoyo espiritual, psicológico, físico y económico para el cuidador.
“El cuidador debe tener primero la atención física, es decir, recibir la enseñanza de cómo movilizar a un enfermo, sobre todo si está semi invalido o invalido: cómo cargarlo, cómo voltearlo, cómo moverlo, cómo desplazarlo en la cama, en la silla”. Aunque reconoció que en la actualidad existen muchos aparatos para mover a un enfermo, muchos son desconocidos o difíciles de adquirir.
“El cuidador necesita esa asistencia física para saber, en mi caso, cómo moverme, cómo apoyarme para no lastimarme, sobre todo si tengo enfermedades en la columna o incluso en los ojos, porque no se puede hacer esfuerzos, agacharse o levantar cosas pesadas, hay muchas limitaciones en la salud del cuidador”.
Agregó que se debe capacitar al cuidador en la aplicación de medicamentos, inyecciones, cómo asearlo.
“Todo eso nos tiene que enseñar, claro que lo vamos aprendiendo al verlo, si se tiene el privilegio de tener una persona que atienda al paciente, pero no todos tenemos ese privilegio”, sentenció.
Apoyo emocional
Una segunda atención para el cuidador, dijo Lino, es la psicológica.
“Es muy importante porque quien está dedicado a cuidar al paciente se estresa, se deprime, se desvela y todo eso va afectando el aspecto psicológico. En mi caso, tuve la fortuna, gracias a Dios, de que el Gobierno del Estado me apoya con una terapia semanal vía telefónica”.
Esta terapia psicológica, compartió Lino, era un acompañamiento por espacio de una hora y la psicóloga le dejaba tareas, le enseñó técnicas para manejar el estrés, convertir en positivo todo lo negativo y buscar el lado hasta cómico de la situación por la que estaba atravesando.
“Fue muy útil, pero se vino la pandemia y tuvieron que suspender esas actividades para enfocarse a la atención al Covid. Pero es necesario recibir ese apoyo”, aseguró.
Apoyo económico
En cuanto al apoyo económico, Lino señaló que se encuentra inscrito en programas del Gobierno Federal y cuenta con tarjeta de apoyo, pero denunció que no ayudan en las necesidades básicas del adulto mayor.
“No pido dinero. Tengo una tarjeta para descuentos, pero no la aceptan en algunas farmacias ni en tiendas de conveniencia y autoservicio. Hay beneficio en Aeroméxico, en hoteles, pero en lo que más conviene, como alimento, medicina y hospitales, no aplica”, dijo.
Lino agradeció que recibe apoyo de familiares y a la atención que le ofrecen en el Instituto Mexicano del Seguro Social, servicio que no había utilizado en su vida.
Una gran necesidad en el servicio a Dios
Para el entrevistado, ser cuidador de su esposa es un servicio a Dios en el que ha tenido caídas. Por eso opina que el apoyo espiritual es un aspecto muy importante.
“Van los sacerdotes a ver al enfermo, le llevan los santos óleos, le llevan la Comunión, lo confiesan. A veces van muy apresurados y nosotros también necesitamos ese auxilio espiritual, que nos escuche el sacerdote, podernos desahogar con él y que nos auxilie para mejorar el servicio en la cruz que el Señor nos ha puesto”.
Lino compartió que tiene los dos años de la pandemia sin recibir la Comunión, aunque participa en la misa que se transmite por Internet o televisión, aun así, está consciente de que no es lo mismo.
“Es lo que más extraño, además, nos perjudica espiritualmente, porque al no practicar la confesión ni la comunión, se es partícipe de lo que se viene viviendo: sacar a Dios de nuestras vidas. Dios debe ser el centro de nuestras vidas. Me hace falta recibir el Cuerpo de Cristo, es una gran necesidad”, compartió.
Al hacer eco del mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial del Enfermo, don Lino quiso dejar estas recomendaciones a otras personas que cuidan a sus enfermos.
“Tenemos que tomarnos de la mano de Dios para seguir en la encomienda que Él nos ha dado. Volvamos a Dios, pidamos su fortaleza, que nos de la paciencia y la sabiduría para atender a nuestros enfermos. El ser humano necesita de otro ser humano, hay que recurrir a nuestros amigos”, finalizó.