Ana María Ibarra
Con una devoción guadalupana arraigada en el seno familiar y más de quince años de danzar a la Virgen Morena, Liliana Cruz y su familia no pudieron dejar pasar desapercibida la celebración a la Virgen de Guadalupe en este año de pandemia y, de una manera prudente, pero llenos de amor, celebraron en familia.
Danzantes fundadores
Liliana Cruz, servidora de la parroquia Dios Padre, inició a danzar a la Virgen de Guadalupe siendo una niña, en el conjunto que formó una tía suya.
“Estuve en otra danza y conocí a mi esposo en un grupo de danzantes”, compartió.
Hace 4 años, Liliana y su marido José Juan Castorena iniciaron la Danza parroquial por invitación de su párroco Jorge Iglesias. Al grupo se integraron sus hijos y sus sobrinos, así como su hermana.
“Fueron tres meses de ensayo, hicimos boteos y ventas para hacer nuestros trajes y el 2 de diciembre empezamos a danzar. También se integraron una vecina y algunos amigos, los jefes de mesa somos mi marido y yo”, compartió.
Mes triste
Para Liliana y el grupo de danzantes, este año ha sido muy difícil y triste ya que no han podido salir a danzar en las diferentes fiestas.
“Salíamos a danzar en las fiestas de San Lorenzo, de San Judas Tadeo y en este mes en la fiesta de la Virgen de Guadalupe. Este año con la pandemia no hemos podido, sólo cuando cambió a semáforo amarillo fuimos a una sola casa”, lamentó.
Este mes, en que celebran su aniversario, ha sido el que más les ha ocasionado tristeza, pues, como grupo, realizaban el novenario a la Virgen de Guadalupe danzando y rezando el Rosario en cada una de las casas de los integrantes, concluyendo en el cuartel de la danza el día 12, con comida e invitados.
“Este año ha sido muy difícil para todos, los invito a ponernos en manos de nuestra Madre Santísima para pedirle que nos libre de este mal y que interceda por nosotros ante su Divino Hijo. No perdamos la esperanza porque ella nos da la fortaleza”
Celebración desde casa
Pero a diferencia de años anteriores, este año no se pudo celebrar con todo el grupo, por lo que Liliana pidió a cada uno de los integrantes hacer el novenario en su casa, y lo mismo hizo ella con su familia
“Mi hijo toca la guitarra y le cantamos las mañanitas a la Virgen”, dijo.
Luego, vestidos de danzantes, su familia participó en la misa televisada por Canal 44, que presidió el obispo don José Guadalupe Torres Campos desde Catedral.
Además, danzaron algunos sones en honor a Santa María de Guadalupe y rezaron el Rosario.
“Cuando tenía 13 años enfermé por un virus en la sangre, me recuperé, le di gracias a Dios y le prometí la Virgen que iba a danzar hasta que ya no pudiera. Este es mi agradecimiento a nuestra Madre por su intercesión y su protección”, compartió Liliana, agradecida.