Mons. J. Guadalupe Torres Campos/Obispo de Ciudad Juárez
Les saludo con amor de padre y pastor, deseo que se encuentren muy bien. Estamos en el Domingo XXXI del tiempo ordinario, nos acercamos al fin del año litúrgico y del año civil, también empieza a venir el frío, hay que cuidarse y estar atentos a los cambios de clima.
Este domingo la Palabra de Dios nos invita a reflexionarla, vivirla y ponerla en práctica. El evangelio de san Marcos pone el dedo en el mandamiento principal.
Un escriba le pregunta a Jesús, ¿Cuál es el mandamiento más importante que hay? y Jesús responde con claridad y sencillez: “Escucha Israel, el Señor es nuestro Dios, Él es nuestro Señor”, comienza dando esta afirmación. Entonces hay que escuchar a Dios, poner nuestros sentidos, el oído, la mente, el corazón a la escucha de Dios, de su Palabra, y por otra parte, saber reconocer que el Señor es nuestro Dios.
Entonces dice: el primer mandamiento es “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todas tus fuerzas”.
Hemos escuchado tantas veces este mandamiento de la Ley de Dios; aquí lo importante es preguntarme si lo estoy cumpliendo, si amo a Dios al cien, o nada más tantito, o de vez en cuando, o así como nos lo dice Jesús, con toda mi alma corazón, mente y fuerzas. Al menos yo, reconozco que falto a este mandamiento y me falta crecer en amor a Dios, cada uno tendrá que reflexionar y dar una respuesta.
Y sigue diciendo Jesús: “el segundo (mandamiento más importante) es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Dirá san Juan en otro pasaje: si digo amar a Dios, pero no amo a mi prójimo, soy un mentiroso. Por eso Jesús los pone a la par. ¿Cómo andamos nosotros? Si en algo fundamental debemos distinguirnos los seres humanos y nosotros como católicos, es en el amor.
El escriba entiende la respuesta de Jesús y hasta le dice, ‘Es verdad lo que nos dices’. Jesús le dice: ‘has hablado con sensatez, no estás lejos del Reino de Dios’… eso le dijo al fariseo, al escriba, ¿A mí cómo me verá Jesús?, ¿Estoy cerca o lejos del Reino?… la regla para responder es el amor a Dios y el amor al prójimo. Pregúntate qué diría Jesús sobre ti: ¿Estás cerca o lejos del Reino de Dios?
Por otra parte, el Deuteronomio, en la primera lectura habla de algo semejante desde el Antiguo Testamento: Moisés habló al Pueblo y les dice: teman al Señor su Dios y guarden todos sus preceptos y mandamientos, los que conocemos, los mandamientos de la ley de Dios, que son diez. Dice guárdalos, cúmplelos y transmítelos. Enseñarlos de generación en generación.
Sigue diciendo el texto del Deuteronomio: si los cumples, prolongarás tu vida…y como dice Jesús, el mandamiento del amor es pilar, nos lleva a prolongar nuestra vida. Aquí aparece la expresión: ‘Escucha’, previo al cumplimiento de los preceptos, escuchar a Dios, ¿Cómo aplico a mi vida lo que me pide Dios?, ¿Qué me pide en mi vida concreta con relación a estos dos mandamientos?
Dice también el Deuteronomio, ‘para que seas feliz y te multipliques’, entonces la verdadera felicidad está en cumplir los mandamientos, ¡Seamos felices!, ¿Cómo? Cumpliendo el mandamiento del amor.
Queridos hermanos, nos vamos acercando al fin del Año Litúrgico y estos días, estos siguientes domingos se nos estará invitando a estar en vigilancia, estar en vela, porque vendrá el Señor. Son textos bíblicos y hay que estar preparados, vigilantes porque vendrá el Señor y nos preguntará ¿Cuánto has amado, cómo ha sido tu amor a mí y al prójimo?
Por eso, en este mes de noviembre, intensifiquemos oración, pongámonos en la presencia del Señor y preparémonos en vigilancia para la gran solemnidad del fin del Año Litúrgico, de Cristo Rey. Hay que encender nuestra lámpara y estar vigilantes. Asimilen el mandamiento del amor.
Deseo que estén bien, que tengan un domingo maravilloso y no se les olvide atrasar su reloj, cuando nos vayamos a dormir, retrasar una hora nuestro reloj. La bendición de Dios permanezca con todos ustedes. Un abrazo.